cap. 30 Conversaciones de cocina.

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HERMIONE P.V.O

Ha sido toda una locura, pero lo hemos logrado.... ¡Tenemos otro horrocrux! Harry está convencido que el otro está en el colegio y que tiene que pertenecer a Ravenclan. También tenemos que pensar cómo destruir la copa, pues la espada se ha quedado en Gringgots. ¡Maldito duende tramposo!.Despues de la huída, nos refugiamos en las Tres Escobas, con el hermano de Dumbledore. Es un hombre agradable, aunque un poco amargado. Si de él dependiera, el mundo se iría al traste. Harry se fue a dormir, agotado después de nuestra pequeña aventurita con el dragón. Ron, como siempre, se puso a comer para "recuperar fuerzas".

Yo me senté en el comedor vacío, pensando en la inminente batalla que nos espera. Voldemort sabe ya lo de los horrocruxes. Según Harry, está comprobando si todos siguen en su sitio. No me gustaría estar en el pellejo de Bellatrix cuando éste se entere de que la copa ha sido robada. Pero si la mata.... no seré yo quien llore por ella.

-No deberías estar sola, leoncita. Son tiempos peligrosos.

¡Por fin! Me levanté tan rápido que la silla golpeó el suelo haciendo mucho ruido. Le abracé con fuerza, olvidando por unos instantes que estaba herido. Abelfortt entró corriendo en el comedor, varita en mano. Cuando vió a Draco, se quedó pálido.

-¿Qué hace un maldito Malfoy en mi comedor?

-Tranquilo, está con nosotros -el hombre miró a Draco fijamente, como si quisiese leer en su alma- Nos ayudó a salir de la mansión Malfoy y casi muere por ello. Además, es mi novio.

-Prometido -me corrigió él. Abelfortt se marchó murmurando algo parecido a "con esta juventud no me extraña que él haya regresado". Draco se rió bajito.- ¿Qué tal, cielo?

-"Tienes muy mala pinta, leoncita" -remedé su voz sarcásticamente- ¿Sólo se te ocurre decir eso mientras te morías?

-¿Y qué esperabas? Estaba delirando -me miró con suspicacia.

-No sé, un último "te quiero" o algo así.

-¿o algo así? -Draco rió a carcajadas- Por todos los conjuros negros, Granger. Pasas del romanticismo a la vulgaridad en segundos.

-Como vuelvas a decirme eso te cruzo la cara -no sé por qué, pero estaba realmente enfadada con él.- No he sido yo la que ha estado a punto de morir.. otra vez. No he sido yo la que ha tenido a todo el mundo sobre ascuas varios días. No he sido yo...

-Vale, vale. Lo capto -Draco me abrazó con suavidad- Lo siento mucho, leoncita. Pero no esperaba que mi madre lanzara un conjuro de protección tan potente. Mi daga rebotó y tuve la mala suerte de estar en su camino. Aunque mejor yo que tú.

-Dobby ha muerto -no sé por qué, pero tuve que decirselo- Tu tía.

-Lo siento mucho. No le tratamos muy bien mientras vivió con nosotros. Yo no, por lo menos. Era el elfo de mi padre y por defecto, también le odiaba a él. Pero siento que haya muerto. Ahora era libre y parecía bastante feliz.

-Trabajaba en Howarts, en las cocinas. Le gustaba mucho y Dumbledore le pagaba y hasta tenía vacaciones.

-Todo un elfo libre. Al menos ha muerto así y no como  esclavo de mi padre.

-¡Por fin te encuentro Herm...! -Ron se paró en seco cuando me vió abrazada a Draco. Sin decir nada más salió del comedor.

-Creo que estas semanas en las que no has estado conmigo se ha vuelto a hacer ilusiones. 

-Le habré dado todo un disgusto al no morirme -Draco lo decía completamente en serio. Sus ojos plateados estaban oscurecidos.

-¡No digas tonterias! Ron tendrá que entender tarde o temprano que a nosotros dos nos une algo más que una atracción física pasajera.

¿Quién conoce realmente a Draco Malfoy?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora