Cap. 50 Endogamia, bailes y citas secretas.....

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HERMIONE P.V.O

La gran noche ha llegado. Mientras me vestía he hechado de menos a Ginny. Pero sólo durante unos segundos. Porque la traición suya es demasiado grande como para pasarla por alto. De Draco te lo puedes esperar, pues lleva toda la vida nadando no ya entre dos aguas, sino entre cinco océanos. Pero ella.... Cuando la veo caminar junto a esos monstruos se me cae el alma al suelo. Ron ni la mira. Después de aquella entrada triunfal, la considera muerta. Según sus propias palabras "Su única hermana está muerta". Es triste, pero bueno, si a él le consuela....

Harry es harina de otro costal. Fluctua del odio a la melancolía en cuestión de segundos. Si no supiera que su cumpleaños es el 31 de julio apostaría todo mi dinero a que es géminis (como cierta serpiente bipolar que yo me conozco). El ver a Ginny con ellos y encima tan "amistosa" con Draco le está matando lentamente. Tanto le ha afectado que se ha olvidado de su nueva paranoia. No sé si calificarlo como algo bueno o como algo preocupante.

-Hermione -Kattie asomó la cabeza por mi habitación. Vestía algo parecido a un traje de gala medieval, pero de colores chillones- ¿Te falta mucho?

-No. Pero id bajando. Mi pelo, como siempre, que se niega a someterse al cepillo.

-No te importa, entonces, que bajemos.

-No, podéis entrar al salón. Ya os encontraré.

-¿Y cómo piensas hacerlo? -me sonrió divertida- Vamos todos disfrazados y con máscaras.

-Kattie, pareces un anuncio de neon -me miró con cara rara. Claro, no sabe lo que son los neones- Tu vestido es excesivamente llamativo. En cuanto lo vea sabré por donde andais.

-Vale. Que te sea leve con tu pelo.

Ya quisiera yo. Al final, desesperada, opté por recogerlo en una gruesa trenza de raíz que caía sobre mi hombro derecho. Lo adorné con pequeñas estrellitas doradas y me coloqué la máscara. No pude ahogar un grito de sorpresa. Al ponerme la máscara, mi piel comenzó a emitir un ligero brillo dorado. Podría parecer algo bastante llamativo, pero no. Era un brillo sutil, cálido. Como el sol. ¡Muy agudo, huroncito!. Terminé de colocarme la máscara y salí de mi habitación. Miré por unos segundos su puerta, pero sabía que ya no estaba. Le oí bajar, hablando con Ginny.

DRACO P.V.O

La pelirroja vino a buscarme a las ocho y media. Vestía un elegante traje renacentista de color negro con bordados dorados y rojos. Su máscara también era roja y dorada, y al ponérsela, cambiaba su pelo rojo fuego por una bonita cortina de satén negro. Tengo que reconocerle que el cambio le favorecía muchísimo.  Cuando me vió, se quedó callada.

-Jo, huroncito. ¿No tenías otra cosa para ponerte? -señaló mi traje de bufón. Sonreí con picardía. Señalé en silencio la máscara que llevaba puesta. La parte de arriba era amarilla y verde y la de abajo negra y blanca. Con un ligero toque de varita, la máscara giró y mi traje cambió completamente, pasando de los chillones colores del bufón a la sobriedad de un guerrero medieval: camisa blanca, cota de malla de plata, jubón negro sin blasón, pantalón negro, calzas blancas y botas altas de cuero negro y metal. La espada la llevaba a la espalda,para no atravesar a nadie por accidente durante el baile.

-¿Qué opinas?

-Ingenioso a rabiar. Me tienes que decir quién ha ideado esto de las máscaras, porque es increible.

-Luego lo conocerás, pelirroja. Ahora bajemos y hagamos un poquito el paripé.

Giré de nuevo la máscara y me convertí en el bufón. Ginny no dejó de reirse hasta que llegamos al Gran Comedor. Aquella fiesta prometía.

¿Quién conoce realmente a Draco Malfoy?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora