cap. 53 Verdades que duelen y planes de lucha.

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HERMIONE P.V.O

                 Cuando salí de mi dormitorio, Draco me estaba esperando sentado en una de las butacas de nuestra sala. Me quedé de piedra. Después de tantas semanas ignorándome, ninguneandome e insultándome, ahora me miraa como un cordero camino del matadero. ¿Era miedo lo que veía en sus ojos?

-Qué quieres, Malfoy.

-Reune a todos aquí dentro de una hora. 

     Y salió sin decir nada más. Debe ser algo muy grave para que se arriesgue a que nos vean a todos reunidos aquí. Conjuré mi patronus para comunicarme con todos. Me dejé caer en la misma butaca en la que él había estado sentado hacía unos minutos. Sin poder evitarlo aspiré su fragancia. ¡Cuánto lo he extrañado! La imagen de unos ojos de un verde muy pálido cruzó por mi mente. Theo. ¿Por qué diantres me ponía a pensar en Theo ahora? No pude evitar sonreir al recordar nuestra conversación del fin de semana. Era un chico muy agradable y muy interesante, además de guapo. Y como si lo hubiese conjurado, el Theo de carne y hueso hizo acto de presencia.

-Hola, Hermione. ¿Pensando en cosas agradables?

-Estaba pensando en tí. -Creo que me puse del color de la grana.

-Entonces lo confirmo. Pensabas cosas agradables. 

-Creído.

-Ya. -Me sonrió con picardía. Se sentó en el brazo de mi butaca y me dió un beso en la coronilla.

-De verdad, Theo, que a los chicos de Slytherin os escogen por vuestro ego.

-¿No querrás decir encanto? -Me dió otro beso, pero en la mejilla.

-Ya, sigue soñando. -Le clavé un dedo en las costillas, haciendo que saltara como un muelle.- Anda, una serpiente con cosquillas.

-Cuando dejéis de comportaros como preescolares, avisadme.

     La sangre se me heló en las venas. No porque Draco nos hubiese encotrado en una actitud tan.... no sé como definirla. Pero su tono de voz, helado y sin sentimiento alguno, me hizo pensar en tumbas y cementerios. Lo miré fijamente. En sus ojos no había absolutamente nada. Ni pena, ni ira, ni dolor, ni rencor.... nada de nada. Theo se limitó a poner su mano en  mi hombro, como queriendo defenderme.

-Todavía no ha llegado nadie, Malfoy. Podemos comportarnos como nos dé la santísima gana -Le contesté de mala manera para ver si se cabreaba. Pero nada. Era igual que un iceberg.

-Bien. Cuando estén todos, me dais una voz -se dió la vuelta y entró en su habitación, dejando la puerta abierta. Miré a Theo, asustada. Él me volvió a sonreir para tranquilizarme.

-No te asustes. Malfoy es un maestro controlando las emociones. Ni el más experto en Legeremancia podría averiguar qué está pensando en estos momentos. -Theo miró la puerta por donde había desaparecido su amigo- Aunque, si te soy sincero, nunca le había visto "así". Es como....

-Si estuviese muerto -no pude evitar un escalofrío. Theo me abrazó, intentando parar mis temblores.

DRACO P.V.O

       Cuando entré en nuestra sala privada casi me caigo de la impresión. Hermione y Nott bromeando de manera bastante íntima. Mis deseos de asesinar a esa serpiente traidora desaparecieron inmediatamente. Hacía mucho tiempo que ella no sonreía de manera tan abierta. (Desde el día en el que le partí el corazón en mil cachitos). Muy bien. Si así es feliz y no sufre tanto porque yo sea un capullo integral, bien. Me tragaré todo lo que siento por ella y lo relegaré al rincón más apartado, polvoriento y oscuro de mi mente. (Algo bastante sencillo de hacer. La colgada de mi tía Bella me enseñó a desterrar todos aquellos sentimientos que podrían hacerme debil. La única cosa que le agradeceré eternamente a esa chiflada).

¿Quién conoce realmente a Draco Malfoy?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora