¿Quién conoce realmente a Draco Malfoy?

cap. 37 San Mungo (Parte II)

HOSPITAL SAN MUNGO. MEDIADOS DE OCTUBRE

La sanadora tomaba notas rápidamente en un pergamino. Llevaba dos meses observando a aquel muchacho y, a decir verdad, había conseguido sacar muy poco en claro. Los días que recibía visitas se mostraba como un chico más de su edad. Reía, bromeaba, charlaba... pero en cuanto se quedaba solo, se sumía en el mayor de los mutismos. El único avance positivo que habían logrado era que aceptase que le llamaran por su apellido. Antes de aquello, la mera mención de la palabra "Malfoy" le hacía entrar en cólera, o hacía que se aislara en sí mismo durante semanas. Hoy era día de visita, por lo que decidió estár muy atenta a lo que sucedía dentro de la habitación.

GINNY P.V.O

Como Hermione y Zabini iban a llegar tarde, decidí entrar yo sola a ver a Malfoy. Me lo encontré leyendo un mamotreto que tenía pinta de ser aburrido hasta la saciedad. Levantó la cabeza cuando oyó cerrarse la puerta. Me dedicó una ligera sonrisa. Estaba bastante mejor, eso se notaba a simple vista. Había perdido el moreno adquirido en su cacería, pero seguía igual de guapo que siempre. 

-Hombre, pelirroja. ¿Cómo tú por aquí?

-Me aburría en casa y he decidio venir a verte -me senté a su lado. Tenía la maldita costumbre de sentarse en el suelo para leer- De verdad, Malfoy. ¿Eres alérgico a las sillas?

-No, pero me gusta leer aquí. Es donde mejor luz hay. -Dejó el libro en el suelo- ¿Qué noticias traes del exterior?

-Harry está insoportable. Sin tí cerca para chincharle, descarga su frustración con el primero que pilla. -Sonreí. Estaba exagerando un poco, pero le venía bien reir- Mi hermano sigue con Annete. Esa chica está haciendo milagros con él.

-¿Weasley ha mejorado?

-Incluso tiene ideas buenas, de vez en cuando -Malfoy se rio por lo bajo. Nunca llegaría a llevarse bien con  Ron, pero le toleraba.- Zabini igual de payaso que siempre, pero Luna le controla la mayor parte de las veces.

-¿Y quién la controla a ella?

-Nadie. Sigue con esas ideas tan raras suyas. Y Herm....

-¿Qué tal le va a Granger? -su voz tembló un poco. Aunque él intente mostrarse distante con ella, sé que en el fondo la quiere. 

-Histérica porque aún no han terminado la reconstrucción del colegio y empezaremos en enero. Ya la conoces. Si pasa mucho tiempo alejada de la biblioteca de Hogwarts se vuelve loca.

-Ya. Normal en ella -Malfoy me miró en silencio- Pelirroja. ¿Puedo hacerte una pregunta?

-Dispara, huroncito.

-¿Cómo está ella realmente?

-Sinceramente, Malfoy, está hecha polvo. Cuando te encontramos, estaba muerta de miedo. Tenía miedo de que no pudieses controlarte y que los Aurores te metieran en el agujero más profundo de Azkaban y se olvidaran de tí. Ahora anda desanimada, mustia. Sólo la vemos sonreir cuando puede venir a verte. Creo que aún tiene la esperanza de que en una de esas veces, en vez de ignorarla o tratarla tan fríamente, la abraces con fuerza.

-Creeme, pelirroja, me encantaría hacerlo.

-¿Entonces por qué demonios no lo haces? -le golpeé el brazo con fuerza. ¡Madre mía que músculos tan duros tiene!

-Porque no quiero hacerle daño. ¿Y si de repente se me vuelve a ir la pinza? Ginny -dí un bote. Pocas veces me llamaba por mi nombre- Puedo matar sin utilizar la varita. ¿Y si pierdo el poco control que tengo y la mato por accidente? Jamás me lo perdonaría.