Negra y oscura noche
17 de Octubre 19:00
Las dos parejas se dirigieron al interior de la sala del cine para ver la película. La película era de miedo y de acción. Sucrette era una chica miedosa y un poco tímida respecto a las citas. Ella tenía vergüenza a que Armin le viese en ese estado en cuanto la película.
- Oye chicos, ¿qué fila es?- preguntó Rosalya con curiosidad.
- La ocho y asientos 12,13,14 y... ¿20?- respondió Sucrette a la peliplata.- ¿Por qué hay un asiento alejado?
- Podremos arreglarlo hablando con el vendedor de entradas.- dijo Leigh con tranquilidad y seguridad.
- Está bien, iremos Sucrette y yo, ¿te parece?- le dijo Armin a la pelinegra.
- S-si, vale.- le respondió con una sonrisa.
Sucrette y Armin fueron a arreglar el tema de los asientos. Al final el pelinegro pudo conseguir el asiento número 15, al lado de Sucrette.
- Bueno, volvamos con los chicos.- dijo Sucrette cogiendo un par de palomitas de la caja de la pareja.
- Está bien, pero déjame alguna palomita.- dijo divertido el pelinegro dando a Sucrette un pequeño codazo mientras la chica le respondió con una sonrisa divertida.
Ambos se dirigieron hacia la sala, la peli todavía no había empezado y la pareja de Rosalya y Leigh estaban preparando las palomitas y bebidas para ambos. La película empezó y el tiempo transcurrió, pasaron 20 minutos y la película todavía no había terminado, esta duraba 50 minutos. En ese momento, en la película y era la escena que más miedo le daba a Sucrette, ella no paraba de abrazar el brazo de Armin, él lo aceptaba y le acariciaba el brazo para tranquilizarla. Hubo una escena en la que Armin intentó hacer la típica técnica de ligue de rodear a la chica con el brazo mientras bostezaba, Sucrette no se dio cuenta y siguió con la peli, pero ella se acabó dando cuenta y lo aceptó amablemente. En una escena de la peli, Sucrette (junto con varias personas más de la sala) dio un grito causante de una abrazo por parte de Armin hacia Sucrette. La película transcurrió y acabó con un momento de misterio y felicidad.
- ¿Estás bien Su?- preguntó Armin preocupado.
- S-si, solo es que no estoy acostumbrada a estas pelis...- dijo la pelinegra sonrojada.
- No pasa nada, todo el mundo tiene miedo alguna vez.- dijo Rosa intentando animar a Sucrette.
- Bueno, volvamos a casa, ya es tarde y va haciendo un poco de frío.- afirmó Armin.
- Estoy de acuerdo.- dijo Leigh mientras cogía de la mano a Rosa.
- S-si, buena idea. Hasta mañana Rosa, hasta mañana Leigh.- dijo Sucrette a la pareja.
- Hasta mañana.- dijeron a la vez Rosa y Armin.
Sucrette y Armin se dirigieron a su casa, la noche era fría y a penas había gente en la calle. Ambos se lo pasaron muy bien, ha pesar del miedo que tenía Sucrette hacia las pelis de terror.
- Hmmf...- suspiró Sucrette temblando y caminando por aquella fría y helada calle.
- ¿Te encuentras bien?- dijo Armin colocando su abrigo por encima de Sucrette.
- G-gracias... S-si, estoy bien, n-no pasa nada...-respondió la pelinegra sin casi poder hablar mientras soltaba por la boca esa niebla tan destacada del frío.
La pareja se encontraba a unos metros del coche, Armin le abrió la puerta a Sucrette y le colocó el sillón del copiloto más atrás para que pudiera descansar. Antes de encender el coche, Armin encendió la calefacción cuya Sucrette agradecía mucho. La pelinegra se quedó dormida mientras que Armin seguía conduciendo.
- Ya llegamos My Lady...- susurró al oido el pelinegro a Sucrette que respondió con una leve sonrisa dulce y un asentimiento.
Armin y Sucrette se dispusieron a entrar a la mansión después de que Armin aparcara el coche en el garaje.
- ¿Qué tal os lo habéis pasado?- preguntó Alex divertido mientras veía una comedia en la televisión.
- B-bien, ¿encendemos la calefacción, por favor?- preguntó un poco aturdida la pelinegra mientras temblaba.
- Ya la puse, ¿estás mejor?- respondió el pelinegro mientras tecleaba los botones de la calefacción.
- S-si, me voy a cambiar, ahora prepararé la cena.- dijo Sucrette mientras colocaba el abrigo en la percha.
- Está bien, yo igual.- contestó Armin mientras miraba el móvil.
Sucrette se dirigió hacia su habitación y se cambió de ropa. Se colocó un pijama bien abrigado de color amarillo con un dibujo en el centro de una vocaloid, un personaje anime/manga que canta y baila, que a Armin le fascinaba y admiraba tanto.
Armin hizo lo mismo, se cambió y se colocó uno de sus pijamas favoritos, bien abrigado y de muchos colores. La pelinegra se puso a preparar la cena con ayuda de los gemelos, la cena fue divertida como todas las que hacían entre anécdotas, risas, chistes malos por parte de Alexy y consejos de vídeo juegos de Armin. Sucrette empezó a tener sueño, ya que eran las 23:37pm.
- Bueno chicos, yo me iré a dormir ya. Si necesitáis algo no dudéis en despertarme.- dijo Sucrette divertida mientras subía los escalones de las escaleras de la mansión.
- Está bien, te acompaño.- respondió Armin mientras dejaba el cojín que tenía entre su delgada espalda y el sofá en el sillón de al lado.
- ... - miró Alexy sin decir nada con cara divertida a Armin.
- No pienses mal, te lo he dicho mil veces!- susurró el pelinegro con intención de que Sucrette no le escuchara.
- Vale, vale.
Armin subió las escaleras y entró en la habitación de Sucrette. El pelinegro tapó a la muchacha con las sábanas mientras él se acostaba a su lado.
- Buenas noches...- dijo Armin antes de darle un beso en los labios de la pelinegra haciendo que se sonrojara.
Sucrette se quedó dormida, mientras Armin seguía jugando con su consola a un video juego. Hasta el punto de caer rendido ante el sueño, el muchacho se tapó con las sábanas a causa del frío y se colocó en frente de Sucrette. Rodeó sus fuertes manos la delgada y perfecta cintura de la pelinegra mientras posaba su cabeza en el hueco del cuello de Sucrette oliendo su dulce aroma de su lacio y perfecto cabello.
Continuará...
Espero les haya gustado este capítulo y creo que me salió bastante más largo a los anteriores a causa de la inactividad que me lleva los estudios del instituto. Aún así, nos vemos muy pronto con más CdM!!
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La vida de Sucrette y Armin
FanfictionEste fic está basado en el juego Corazón de Melón. La vida de Sucrette no es muy fácil que digamos. Hasta que ella conoce a su media naranja que la ayuda a salir a adelante; Armin.