Capítulo 20|

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La primera noche...

Eran las 22:30 y Sucrette se encontraba en la habitación de Castiel jugando con Demonio, el perro del pelirrojo. Las pizzas estarían a punto de llegar y mientras tanto, Castiel preparaba la mesa. A las 22:35 llegó la cena de los muchachos, sonó el timbre.

- Dos pizzas de pepperoni, una Coca-Cola y un 7Up. Son 5,78€.- dijo el repartidor.

- Tenga, quédese con el cambio.- respondió Castiel entregándole un billete de 10€ mientras sostenía las cajas y los refrescos con la otra mano.

- Gracias, que aprovechen.

- Hasta luego.- dijo el pelirrojo cerrando la puerta.- ¡Sucrette la comida!

- ¡Voy!- gritó la pelinegra desde la habitación del muchacho.

Sucrette bajó las escaleras y entró en el comedor donde se encontraba Castiel. Los dos jóvenes cenaron tranquilamente entre risas. Pasó aproximadamente una hora.

- Bueno, creo que vamos a ir recogiendo la mesa, ¿no crees?- dijo Sucrette.

- Ya lo recogeremos luego, ahora podemos hacer otras cosas...- respondió pervertido el pelirrojo.

- E-esto... Voy a subir a tu cuarto, ¿vienes?

- Claro.

[...]

Pasaron 20 minutos, en los que Sucrette y Castiel se pasaron hablando y jugando con Demonio.

- Creo que empiezo a tener sueño, ¿no te importa que duerma en ropa interior?- preguntó la pelinegra.

- No, claro que no. Aunque, antes de dormir, podemos hacer cosas, ¿no?

- E-es que... Y-yo... Soy... N-nunca... Ya sabes...- dijo la pelinegra sonrojada y nerviosa.

- Oh, ya veo... Lo haré con cuidado, te lo prometo.

- Está bien...

Castiel empezó quitándose la camiseta que llevaba puesta y los vaqueros rotos. Sucrette se sentía nerviosa, era virgen y no sabía lo que se sentía. Se dice que la primera vez duele, y obviamente es comprensible. Sucrette bajó el bóxer del pelirrojo, cosa que provocó que se sonrojara. Castiel le quitó el sujetador a la pelinegra y seguidamente se colocó debajo de la muchacha.

- ¿Estás lista?

- S-si, eso creo...

El pelirrojo bajó la única prenda que le quedaba a Sucrette e introdujo su miembro dentro del de la muchacha, lo que provocó que los ojos de la pelinegra se llenaran de lágrimas y gritase por dolor.

- ¿E-estás bien?

- S-si... Sigue...

Castiel empezó a hacer movimientos con las caderas de la muchacha provocando sollozos y gritos por parte de Sucrette. Esa noche Sucrette hizo por primera vez el amor, aunque no estaba segura si con la persona adecuada. La cama estaba llena de gotas de lágrimas, Castiel hacía todo lo posible para que no le doliera. Hubo un momento, en el que notó que el miembro de la muchacha era llenado por ese líquido tan destacado. Esa sensación era rara, aunque agradable. Cada vez más, ese momento pasó de lágrimas a sollozos y gemidos de placer. Esa noche acabó pronto, lamentablemente para los dos jóvenes y ambos se vistieron de nuevo, aunque solo con ropa interior. Los dos acabaron dormidos y abrazados.

Al día siguiente...

9:30 am

- Buenos días, plancha...- dijo Castiel al despertarse.- ¿Cuánto llevas despierta?

- Buenos días cabello de menstruación... No mucho.- respondió la pelinegra con una dulce sonrisa.

- Voy a preparar el desayuno, ahora vuelvo.

Castiel se fue a preparar el desayuno e hizo unos ricos huevos con bacon. Mientras tanto, Sucrette se vestía con una camiseta del pelirrojo, que le quedaba realmente grande.

- El desayuno está listo.- dijo Castiel.

- Huele riquísimo.- exclamó la ojinegra.

- Gracias, hecho exclusivamente para mi princesa.- respondió Castiel antes de besar a Sucrette.

Los muchachos terminaron de desayunar y eran ya las 10:00 am.

- Tengo que irme ya a la mansión, hablamos luego ¿sí?- dijo Sucrette cogiendo su bolso y las llaves de la casa.

- ¿No te puedes quedar un poco más?- preguntó el pelirrojo haciendo un puchero con los labios.

- Lo siento, después hablamos.

Sucrette se dirigió a la mansión, donde encontró a Armin y Alexy. Lysandro le comentó que alrededor de esa hora estaría de camino a la casa de Castiel para charlar un rato. Así que supuso que Lysandro estaría yendo para allá.

- H-hola chicos...- dijo Sucrette entrando en el salón.

- Hola...- respondió Armin sin dirigirle una sola mirada.

- Yo me voy a hacer esa cosa tan importante que debía hacer.- dijo Alexy como excusa para que Armin y Sucrette se quedasen solos.

- Bueno, ¿cómo estás?- preguntó Sucrette.

- ¿Cómo crees que estoy? La persona que más quiero en el mundo está con el rockerito. Estoy perfectamente...- dijo Armin con ironía.

- Armin... No estés así por mí...

- ¿Tú no harías lo mismo? Porque yo te quiero con toda mi alma, ¿o tú a mí no?

- Claro que sí, pero es una decisión tomada... Tal vez con el tiempo me daré cuenta de que de verdad te debería de haber escogido a ti porque eres mi alma gemela... Pero ahora estamos en el presente y en el presente mi corazón dice que Castiel es el elegido.

- Entiendo... Pero de veras que lo estoy pasando realmente mal. No puedo dormir, ni comer, ni jugar a la consola, debo tomar antidepresivos y pastillas para dormir.

- Armin, debes comer y dormir. No te hagas más daño por mí. ¿Cuánto haces que no comes?

- Tres días... Alexy me dice que coma, tal y como me lo estás diciendo tú, pero no puedo...

- ¡Tres días! Armin por favor te lo pido, si no lo haces por ti hazlo por mí. Pero come y duerme, tienes mala cara...

- Hasta que mi corazón no esté preparado de hacer eso, yo no podré hacerlo...

- Armin... Lo siento tanto...- dijo la pelinegra abrazando al pelinegro haciendo que los ojos de Armin se llenasen de lágrimas hasta que rompió a llorar-. No llores por favor... Te prometo que seguiremos en contacto, aunque sea como amigos. Al fin y al cabo, esta sigue siendo nuestra casa.

- Si, pero ¿dónde dormiste ayer? Y no me digas que con Rosalya, porque ya sé que te fuiste a su casa...

- Es normal en una pareja, ¿qué esperabas?- dijo bordemente Sucrette sin querer-. Oh, no, no, no quería decir eso... Aaah...- suspiró la pelinegra sabiendo que metió la pata.

- No pasa nada... Te entiendo... Tu felicidad es mi felicidad, y si eres feliz con él, yo también lo estaré.

- Muchas gracias... Te quiero mucho... Amigo...- dijo la ojinegra abrazando de nuevo al pelinegro.

Continuará...





Aquí les traigo un precioso capítulo lleno de cosas zukulemtas 7u7 pero también de llantos :'( Espero que os haya gustado este capítulo y siento haber actualizado un poco tarde :'D

La vida de Sucrette y ArminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora