Capítulo 16|

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La amistad

5 de Noviembre 11:21 am

Era por la mañana y todos estaban despiertos. Los médicos recomendaron a Sucrette andar por los pasillos y eso hizo, era una buena paciente. Ese día Castiel iba a ir a visitar a Sucrette con intención de que Armin no le viera. Sucrette estaba andando con las muletas por uno de los pasillos cuando casi se cae al perder el equilibrio con una de las muletas.

- ¡Cuidado! ¿Estás bien?- preguntó Castiel antes de sujetar a la pelinegra.

- S-si... M-me tengo que ir a la habitación...- respondió Sucrette.

- Oye, no me pongas escusas para no verme. Solo quiero ayudarte.- contestó Castiel un poco molesto.

- E-es la verdad, ayúdame si es tu intención entonces.

Castiel cogió de las caderas a la pelinegra para ayudarla a entrar a la habitación donde estaba hospitalizada. Mientras, Sucrette sujetaba las muletas.

- ¿Q-qué hacéis?- preguntó Armin dejando su consola en uno de los sillones de la habitación.

- Solo la estoy ayudando principito, no creo que eso sea malo.- dijo el pelirrojo mirando a Armin con una mirada de indignación.

- No pasa nada Armin, no me ha hecho nada, tranquilo. Castiel es muy buen amigo.- respondió la pelinegra con una voz en tono tranquilizador.

- Bueno, si tu novio me deja estar unos minutos contigo...- dijo el Castiel molesto.

- Ey, no te digo nada.- respondió Armin mirando a Sucrette.

- Quédate tranquilo.- le respondió la pelinegra a Armin mientras se alejaba de la habitación.

- Por fin se ha ido... Ese tipo es muy pesado...- le dijo Castiel a la pelinegra.

- Oye, "ese tipo" es mi novio, aunque no lo recuerde del todo, lo sigue siendo y es muy buena persona y amigo. Así que no te permito que hables así de él.- dijo Sucrette acomodando la almohada de la camilla.

- Vale, vale, lo pillo. Pero... ahora que perdiste la memoria, digo, que... si podríamos intentarlo de nuevo.- respondió Castiel acercando sus labios a los de la pelinegra con una mirada picarona.

- E-eeh...- en ese momento las mejillas de la pelinegra empezaron a teñirse de ese color carmín tan destacado hasta que el pelirrojo logró capturar los dulces labios de la morena con los suyos.

- ¡Lo sabía! Sabía que no podía confiar en ti.- cortó ese beso Armin.

- ¡Armin! N-no es lo q...- en ese momento antes de acabar la frase, Sucrette recordó un momento de su vida en el que pasaba exactamente los mismo en la habitación de Sucrette cuando Castiel intentaba convencer a Sucrette para que volvieran. A Sucrette le dio un ataque de dolores de cabeza y problemas de visión.- A-aaah...

- Sucrette, ¿estás bien?- preguntó Armin.

- ¿No la ves? Llama a un médico, rápido.- dijo Castiel indignado.

- Ya voy, ya voy...- respondió el pelinegro.

El doctor llegó a la habitación y aconsejó a los dos muchachos que saliesen de la habitación. Sucrette había sufrido una sobredosis de datos en el cerebro lo que provocó el dolor de cabeza y los problemas de visión. La mayoría de la culpa la tenía tanto Castiel como Armin por haberla forzado a preguntas y momentos sobre sus relaciones.

6 de Noviembre 10:11 am 

Pasaron las horas y Sucrette seguía dormida. Castiel regresó a su casa mientras que la familia de la pelinegra seguía en el hospital.

- Sigo sin saber qué es lo que habéis hecho el rockerito y tú para que Sucrette esté así.- dijo Alexy extrañado y un poco enfadado.

- N-nada... la mayoría de la culpa fue de Castiel, no mía. Vi besando a Sucrette y ella sufrió como una especie de sobredosis o algo por el estilo de información que no sabía y de momentos que ha recordado que ha afectado a su cerebro.

- Da igual quién fue el culpable, lo importante es que se recupere.- respondió Lucía.

- Permiso...- dijo el doctor antes de entrar con educación.- ¿Cómo está?

- Todavía dormida doctor...- contestó Armin.

- Es normal, daños en el cerebro juntados con la memoria no es bueno. Les recomiendo que el que lo haya provocado, no le cause más situaciones así o su estado podría empeorar también afectando a los huesos y a las heridas provocadas.

- Está bien... Haremos lo que podamos. Gracias doctor.- respondió Alexy.

- Estaré en recepción por si me necesitáis.- dijo el doctor.

- Está bien, gracias.- contestó Armin.

- Bueno, yo iré a hacer una llamada, esperadme aquí.- dijo Alexy marcando los números con su teléfono.

Alexy llamaba a Lysandro, era el mejor amigo de Sucrette. En situaciones difíciles la ayudaba y eso le parecía bueno a Alex para que se animara a recuperarse.

- ¿Lys? ¿Sabes lo de Sucrette, verdad?

- Lo siento, estoy de viaje, no me he enterado de lo sucedido...

- Sucrette a sufrido un accidente, está grabe y creo que es buena idea que vengas.

- Pero, ¿está bien? ¿es demasiado grabe? 

- No te preocupes, es grabe pero no parece ser afectado tanto a su cerebro.

- Está bien, en cuanto pueda voy para allá y cojo el primer avión que llegue lo antes posible.

- Vale, luego hablamos.

- Si, adiós.

En la habitación...

- ¿A quién llamaste?- preguntó Armin.

- A Lysandro.- contestó el peliazul.

- Ah, me parece bien. Así por lo menos Sucrette se siente acompañada de su mejor amigo. Pero, ¿no estaba de viaje con su familia?

- Si, vendrá lo antes posible cuando coja el primer avión que salga antes.

- Si, vendrá lo antes posible cuando coja el primer avión que salga antes

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Continuará...








Espero que os haya gustado este capítulo y siento haber tardado pero entre el insti y entre que me quedé sin ideas... Lo siento, intentaré hacerlo lo antes que pueda. Nos leemos pronto!!

La vida de Sucrette y ArminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora