Capítulo 14|

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El accidentado enamoramiento

2 de Noviembre 11:15 am

Hacía ya más de una semana que regresó la bruja de Marina. Ella hacía la vida imposible a Sucrette porque no aceptaba la relación con Armin. Era por la mañana y Marina se encontraba hablando por teléfono con aquel pelirrojo y amigo de Sucrette.

- Tienes que hacer que esa relación se rompa. Me has fallado una vez, no me falles dos.- dijo Marina en un tono estricto.

- S-si pero, no quiero hacer daño a Sucrette. Yo la amo y...- antes de que acabase la frase, Marina le había interrumpido diciendo...

...- Pues si la amas de verdad haz que esa pareja se alejen y que se hagan daño el uno del otro.

- Haré lo que pueda.- decía el pelirrojo antes de colgar.

Esa señora hacía todo lo posible para que Sucrette sufriera. Nadie sabía la razón de por qué le gustaba verla sufrir. Castiel se dirigía a la mansión mientras que los muchachos, Sucrette y los gemelos, jugaban a un juego de mesa. El objetivo de Castiel era recuperar a Sucrette, pero nunca hacerle daño, ni daño físico, ni amoroso. 

[...]

Llamaron a la puerta y Sucrette se levantó del sofá para abrir.

- C-castiel...- al escuchar el nombre del pelirrojo, Armin se sobresaltó y se levantó rápidamente del sillón.

- ¡¡Te he dicho mil veces que dejes en paz a mi novia!!- dijo el pelinegro mientras colocaba a Sucrette detrás suya.

- Ya lo sé príncipe azul, sólo quiero hablar con ella. Todavía seguimos siendo amigos. ¿O no es cierto?- dijo Castiel mientras miraba a la pelinegra.

- Armin, déjame que hablemos. No pasará nada, te lo prometo.- comentó Sucrette mientras cogía aquellas fuertes manos del pelinegro.

- Está bien...- respondió Armin inseguro.

Castiel y Sucrette fueron abajo de la mansión, en la calle. Les parecía un ambiente menos tenso que en la mansión ya que está Armin.

- B-bueno, que querías decirme.- abrió conversación la pelinegra.

- Lo nuestro, quiero que volvamos. Ese no te cuidará tanto como yo, no te querrá como yo y te abandonará y te hará daño.

- ¡Tu no sabes lo que pasará en el futuro, y a lo mejor Armin y yo seguimos juntos! Castiel tienes que pasar página. Estoy harta de tus reproches de enamorado. O pasas página y encuentras una chica que te quiera y te cuide o te olvidas de mí y de ser mi amigo.- dijo Sucrette furiosa.

En ese momento, Sucrette se levantó del banco en el que estaban sentados y cruzó la carretera. Pero en unos segundos, la pelinegra no escuchó aquel motor del coche, cuyo impactó en el cuerpo de Sucrette.

- ¡¡SUCRETTE!!- gritó Armin desde la ventana antes de bajar de la mansión.

- ¡Sucrette! N-no, yo no quería, Sucrette...- dijo Castiel mientras sujetaba aquel cuerpo tan perfecto y delicado de la pelinegra mientras se veía el conductor que produjo aquel accidente irse a la fuga.

- ¡Qué le has hecho! ¡¡Estás loco, yo la amaba!!- gritó Armin furioso haciendo que Alexy lo intentara calmar.

Alexy llamó a una ambulancia que no tardó ni 5 minutos en venir. Al parecer aquellas heridas eran graves. Armin y Alexy se dirigieron a coger el coche para ir al hospital.

- Esto no tendría que haber pasado.- dijo Castiel con los ojos cristalizados.

- Fue tu culpa. Ahora Sucrette está en el hospital y este no era el trato.- respondió Marina cara a cara con el pelirrojo.

La vida de Sucrette y ArminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora