Cap.3

2.1K 123 0
                                    

El maldito despertador me hizo despertarme de mi profundo sueño. Antes de abrir los ojos, deseé que todo esto formara parte de mi sueño, pero mi deseo nunca se cumplió. Fui a mi armario a coger ropa, no tenía ganas de vestirme, pero por alguna extraña razón, mis padres me habían puesto el despertador a las siete de la mañana un miércoles laboral. Me puse unos vaqueros rojos y un jersey bastante caliente con rayas negras y rojas. Me puse unas zapatillas planas de cordones y caminé hasta llegar a mi espejo. Cogí una goma negra y até mi cabello medio liso dejando dos mechones de pelo que cayeran sobre mis orejas. Me puse colonia, y ahora sí, bajé las escaleras para pedir una explicación.

-Buenos días, hija.-Me saludó mi padre.

-Buenos días...-Dije un poco cansada- ¿Por qué me habéis puesto el despertador tan temprano?

-De eso queríamos hablarte.-Completó mi madre mientras entraba en la cocina. Yo me senté en un taburete alto para recibir la explicación.

-¿Y...?-Dije al no oír nada.

-Vas a ir al instituto.-Me dijeron así sin más.

-¿¡Qué!?-Me sobresalté- ¿Pero qué?-Volví a repetir.

-Tienes diecisiéte años, tienes que seguir iendo al instituto...-Dijo mi padre más pacífico.

-Pero bueno, ¿Además? ¿No os había bastado en destruir mis sueños?-Empecé a caminar en círculos.

-No, (Tn)_____... Tienes que tener una formación, y para eso, hoy vas a empezar.-Dijo mi padre.

-¡Pero papá! ¡No es justo! ¿Hoy? ¡¡No tengo nada preparado!! -Me quejé.

...

Nada. Mis padres habían vuelto a ganar. Yo ya estaba iendo hacia el instituto. De un día para otro, pasaban a ser unos cielos a simplemente, ser el infierno. Saqué un mapa. No me sabía el camino, apenas llevaba 24 horas en esa gran ciudad. Era muy confuso. 

Después de diez largos minutos caminando, ya perdida, me di por vencida. Iba buscando calle a calle, pero no encontraba el instituto. Tan fijada en el mapa, algo me hizo chocar y caerme en el suelo. Además de despistada, ridícula. 

-P-Perdón.-Se disculpó un chico al cual desconocía.

-¿No sabes ir con cuidado o qué?-El chico me ayudó a levantarme. Pero bueno, hoy estaba de muy mal humor.

-No te vi. -Se metió las manos en los bolsillos y subió los hombros.-Soy Logan, Logan Henderson.-Me afirmó él de la nada.

-¿Ah sí?-Le di emoción a mis palabras- No me interesa...-Para luego acabar.

Chico alto, pelo negro y bien peinado, ojos marrón chocolate, vaqueros ajustados, zapatillas planas... el clásico ligón. 

-¿Dónde vas?-Preguntó él siguiendo mis pasos.

-¿Qué te importa?-Dije de mala gana.

-¿Te hice algo? ¿Qué te he hecho? ¡¡Oye!! ¡Te estoy hablando!-Apresuró él al ver que no contestaba.

-A ver niño. -Aclaré las cosas.-Me tiraste de momento, te presentas de momento, me sigues de momento... ¡¡Me preguntas de momento!!-Hacía cara de no entender.-¿Quieres dejarme en paz?

-Pues no, no hasta que me digas tu nombre y a donde vas.-Pero mira que era pesado. 

-Búscate un hobby...-Dije bajito pero suficientemente alto para que me oíra.

-Ya lo tengo. Estudio, como todos los adolescentes de hoy en día.-Me dio una idea. 

-Y... ¿Dónde estudias?-Pregunté parandome en seco.

-Ahhh... claro, ahora si que te interesa saber donde estudio...-Me miró haciendo una media sonrisa.

-¿Sabes? Déjalo...-Seguí caminando.

-Espera...-Se pensó lo que iba a decir.- ¿No sabes donde está tu nuevo instituto, cierto?-Preguntó haciendose el listo.

-¿Y tu como sabes eso?-Realmente me había sorprendido.

-Es fácil de deducir... Me preguntas donde estudio y llevas un mapa en la mano...-Lo señaló.

-Pues muy bien.-Ahora sí que seguí caminando, pero por tercera vez, me hizo pararme poniéndose delante mío.-¿Pero qué te pasa?-Pregunté efadada.

-Hacemos un trato.-Dijo él tranquilo. -Tu me dices tu nombre y yo te guío hasta el único instituto de la ciudad...-Se mostró divertido. Saldría ganando...

-Me...-Suspiré. Tendría que hacerle caso.- Me llamo (Tn)______.

-Bien... Bonito nombre.-Se volvió a meter las manos en los bolsillos.

-¿Ahora me llevas?-Pregunté guardando el mapa.

-Está bien...-Dijo al parecer con fastidio, pero él había hecho el trato, no yo.

Juntos hasta el fin (Kendall Schmidt, Logan Henderson & tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora