Cap.39

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Narra Kendall:

Por fin. Por fin lo hice. Por fin me gané a (Tn)_____. Sí... lo hacía por la apuesta, si no fuera por eso, no podría habérselo dicho tan valiente. Aunque, sinceramente, no podía evitar sentir atracción hacia ella, hacia sus carnosos labios, hacia sus ojos azules, hacia su pelo castaño, hacia... hacia ella. Me gustaba... Pero tal vez las cosas cabiaban si se enteraba. Nunca podría saber nada de esto. Nunca.

-¿Cómo lo pasaste en el instituto?-Preguntó mi padre sacándome de mis pensamientos- ¿Kendall?

-¿Qué? Oh, sí, disculpa.-Sacudí mi cabeza- Estaba pensando en... cosas.-Mi padre asintió.-Lo... lo pasé bien.

-Y... ¿Emily? ¿Cómo lo pasó Emily? ¿Dónde está la niña?

-La llamé hace rato para que bajara a cenar, pero aún no me ha respuesto, creí que bajaría...

-Sube a por ella.-Me ordenó e hice caso.

Subí las escaleras de dos en dos para llegar más rápido a su habitación, toqué dos veces su rosada puerta y la abrí dejando ver a la pequeña sentada en su cama dándome la espalda.

-Emily...-Canturreé bajito- Vamos a cenar... ¿Bajas?

-No tengo hambre.-Me respondió con voz nasal.

-¿Por qué? ¿Te ocurre algo?-Entré y cerré la puerta.

-Kendall, márchate... déjame sola.

-No puedo, sabes... sabes que no puedo. ¿Por qué lloras?

-No estoy llorando.

-Oh, pues claro que estás llorando...-Me puse delante de ella y efectivamente, estaba llorando.

-Déjame... Quiero dormir.-Se tumbó en su cama y yo me tumbé a su lado.

-Cuéntame que te pasó... soy tu hermano, no quiero que nadie te haga daño.

-Nadie me lo ha hecho.

-¿Y por qué lloras?-Pregunté de nuevo limpiándole su rostro con mis pulgares.

-Porque... Porque...-Sorbió por la nariz y exclató en un llanto entero.

-Ven aquí.-Le atraje hacia mí para abrazarla. Necesitaba consuelo, pasara lo que le hubiera pasado.-¿Me lo vas a contar o no?-Sentí como asentía.

-Sindey... Sindey... Me dijo que no quería verme más en toda su vida...-Se refería a su mejor amiga.

-¿Peleásteis?-Asintió de nuevo- ¿Y Ally? ¿Ally no era tu amiga?

-Pero es más amiga de Sindey... y a mí no me hace caso...

-Oh, pequeña... Todos pasamos por cosas difíciles.-La abracé de nuevo- Si ella está enfadada por algo, lo tendréis que solucionar juntas, y si tú no tienes la culpa... es que no te merece. Eres hermosa, eres mi princesita, y si alguna niña malcriada te molesta... No quiero que llores. Quiero... quiero que le plantes cara y quiero que seas fuerte.

-Lo soy...

-Lo sé. Por eso te lo digo. Pero no hay mal que por bien no venga... -Se separó para mirarme a los ojos- Así que mañana, quiero ver como ya está superado, ¿Sí?-Rió ante mi voz militar en la ultima frase.

-Gracias Kendall...-Besé su mejilla.

-De nada princesa. Vayámos a cenar, la comida se enfría...-La levanté y nos dirigimos hacia la planta de abajo.

-Sí...

-¿Por qué no bajábais?-Preguntó mi padre extrañado. Como era de esperar, estaba comiendo sin esperarnos, mucha gente le diría maleducado, pero yo simplemente, lo aceptaba. Tenía mucho trabajo, y ansiaba la hora de la cena para poder descansar. No le guardaba rencor.

-Bueno... tuvimos un problema, pero ya lo resolvimos.-Miré a la niña.

-Pues vayamos a com...-Mi madre miró a mi padre- ¡Kent! ¡No se come hasta que todos estemos sentados!

-Lo siento, lo siento...-Soltó el tenedor con miedo y nosotros sólo reímos.

...

Y ya era hora de dormir. Este día había sido completo, aventurero, romántico y por otra parte, triste. Aunque no me consideraba muy hombre al jugar con (Tn)______, sabía que yo le gustaba, y... ella me gustaba a mí. Logan estaba acabado. Yo ganaría la apuesta.

Juntos hasta el fin (Kendall Schmidt, Logan Henderson & tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora