Cap.29

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Narra Kendall:

Me levanté con un horrible dolor de cabeza. Miré el reloj de mi mesilla de noche y eran más de las doce... ¿Cómo diablos había dormido tanto? No me acordaba de casi nada de la noche anterior. Sólo... sólo me acuerdo de haber entrado en la fiesta y poco más. Cogí mi móvil y llamé a Logan, el cual estaba seguro de que estaba despierto.

-¿Kendall?-Me reconoció por la lista de contactos.

-¿Logan, puedes venir?-Le pregunté.

-¿Ahora? ¿Qué pasó?

-Em... ¿Puedes venir?-Le repetí.

-Sí, en cinco minutos estoy ahí.-Me respondió y colgó.

Me puse rápidamente unos vaqueros que tenía en el armario y una camisa de manga larga ceñida que encontré en el primer cajón. Un momento... ¡Mamá y papá! Si están no podrá entrar Logan, y me castigarán. Creo que eso no me conviene.

-¡Emily!-Llamé desde mi habitación a mi hermana- ¡Emily!-Volví a llamarla, ya que no oía nada.

-¿Qué pasa?-Abrió la puerta de mi habitación.-No me grites.

-¿Papá y mamá están abajo?-Pregunté ignorándola.

-Pues sí, y están hablando de ti.-Mierda, siempre tenía que pasar esto.

-Gracias princesa.-Besé su  frente y bajé las escaleras poco a poco.

-Emm... Dice Emily que hablábais de mí.-Me acerqué e intentaría que la conversación durara poco, quería que no llegaran a enterarse de que había quedado con Logan. 

-Siéntate, hijo...-Dijo mi padre con una grave voz y tomé asiento.-¿Cómo fue la fiesta anoche?

-Bien... ¿Por qué lo preguntas?-No me acordaba, no tenía mucho de qué hablar.-Tengo prisa.-Apresuré.

-Es sábado, no tienes que ir al instituto.

-Pero he quedado con Log...-Rectifiqué- He quedado con unos amigos.

-Pues los amigos pueden esperar.-Añadió mi madre- Tenemos que hablar.

-¿Hablar? ¿Sobre qué? Siempre que hablamos terminamos mal.-Expliqué.

-No, Kendall, tenemos que hablar en serio.-Me miró con el ceño fruncido.-Tenemos que hablar sobre la fiesta de anoche.-Bufé.

-¿Qué te pasó?

-Nada, no me pasó nada.-Entrecerré los ojos.

-Bebiste.-Afirmó mi padre- ¿Cierto?-En verdad, no me acordaba, pero eso explicaría la falta de mi memoria y mi dolor de cabeza.

-No me acuerdo.-Respondí sincero.

-Porque bebiste.-Repitió él.

-¡Pero sinceramente no lo entiendo!-Me levanté molesto- Tengo diecisiéte años, ¡Ya no soy un niño! No podéis ser tan sobreprotectores.

-Pero nos preocupamos por ti.

-¡Pero no! ¡No, no y no!-Andaba en círculos- Me decís lo que tengo que hacer, elegís a mis amigos, no puedo ir donde me da la gana...¡Pero es que ya tengo diecisiéte! ¡Y en noviembre cumplo dieciocho! ¡No podéis estar tan encima mío!-Repetí.

El sonido del timbre hizo que me acercara a abrir sin que me molestara lo que pensaran mis padres al ver quien era. Logan. Ya habíamos tenido demasiadas discusiones como para iniciar otra ahora.

-Hola.-Le invité a pasar.

-Buenos días, señor y señora Schmidt...-Saludó cortesmente y mis padres no contestaron. Pero bueno, que desagracedidos. ¿Qué les había hecho mi amigo?

-Nos vamos a mi habitación.-Dije con el ceño fruncido y subimos las escaleras.

-¿Para qué me llamaste? ¿Y por qué están tus padres molestos?-Preguntó Logan.

-Porque no los dejo ser tan sobreprotectores como quieren ser.-Le expliqué.- Y te llamé para que me contaras lo que pasó anoche.-Logan me miró levantando las cejas- No me acuerdo.

-Pues normal que no te acuerdes, tío.-Negó con la cabeza.-Te bebiste dos copas de no se qué que llevaba muuuucho alcohol.-Abrí los ojos a tope- Y luego... bueno, luego te fuiste a la pista de baile a...

-¿A qué? Lo siento, estoy nervioso...-Más bien, estaba asustado- ¡Pero enserio! ¿A qué?

-Tranqui... -Miró abajo- Casi revelas lo de la apuesta.-Volví a abrir los ojos- A... a bailar.-Estaba seguro de que me ocultaba algo.

-¿C-Cómo?-Tartamudeé- ¿Revelo la apuesta?

-Sí, tío, por culpa de...-Se calló.-Por culpa de (Tn)____.

-¿Qué pasó con (Tn)______?-Pregunté curioso.

-Nada.-Contestó tranquilo.

-Escúpelo, Henderson.-Le exigí.

-No te lo voy a decir, si no te harías un gran favor a ti mismo... que no me puedo permitir.-Rió, pero yo me molesté.

-¿Por qué? ¡Cuéntamelo!-Hablaba como un niño pequeño.

-Ah, ah, ah...-Negó con la cabeza- De eso nada.

-¡Logan!-Le chillé- No es justo.

-Para mí si.

Juntos hasta el fin (Kendall Schmidt, Logan Henderson & tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora