Cap.44

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-¿¿Cómo?? ¡No! ¡Dile que no!-Dijo Kendall susurrando/gritando a mi oído en media clase. Le había dicho lo de Logan, no pensé que se lo tomaría tan mal como yo imaginé.

-Pero Kendall, sólo es una noche... -Le hice cara de cachorrito.

-¡Pero eres mi novia! -Se cruzó de brazos- No voy a permitir que te toque.

-No me va a tocar... Sólo cenaremos y hablaremos.-Le expliqué silenciosamente- Nada más.

-Pero (Tn)_____...-Suspiró- ¿No puedes decirle que no? 

-¿Qué quieres que le diga? ¿Que no voy a la cena porque estoy saliendo con Kendall y es un celoso? -Dije con sarcasmo- No nos conviene.-Me acomodé un mechón de pelo detrás de mi oreja- Y si vuelvo a rechazar alguna invitación empezará a sospechar, esta mañana me preguntó si me gustabas.

-¿Y qué le dijiste?

-¡Que no, obviamente!-Reí pegándole un leve codazo.- Aún no se lo quiero decir...

-Bueno...-Bufó algo molesto- Está bien...-Sonreí- Pero como llegue a tocarte, besarte o lo que sea, te juro que...

-Hey, hey... Es tu amigo.

-Lo sé, pero tú eres mi novia.-Repitió- No quiero que te lastimen... Aunque, bueno, se trata de Logan, así que... Pásalo bien.-Finalmente dijo y le dediqué una sonrisa.

-Gracias.

...

-¿Hoy iremos ya sabes donde?-Preguntó Kendall con una sonrisa coqueta- No me digas que no te apetece...

-Pues claro que sí.-Sonrió victorioso- Pero...-Su rostro cambió a uno más serio- Estamos desapareciendo demasiado en los recreos... Así que no creo que sea buena idea.-Frunció el ceño.

Suspiró y me cogió de la cintura hundiendo su cara en mi cuello, lo que me causó un escalofrío, pero estábamos en medio de los pasillos, había mucha gente y lo aparté.

-¿Qué haces?-Pregunté confundida.

-Bueno, dijiste que no querías ir al hueco por miedo a que sospechen... Así que no iremos.

-Tonto.-Le empujé- ¡Quita, hombre!-Dije entre risas, ya que se había pegado de nuevo a mí.

-¿No te gusta?-Me miró a los ojos. Vi como me mostraba una mirada de inocencia, pero también de diversión. Me encantaban su par.

-Claro que me gusta, pero aquí, no.-Le volví a empujar y esta vez no volvió, pero entrelazó nuestras manos.- ¡Kendall!-Dije ya molesta.

-Está bien, está bien.

...

 -¿Y eso?-Preguntó la chica señalando a Logan.

-¿Eso qué?

-Te vas de cena el viernes en vez de venir a mi fiesta de pijamas.-Lo sabía. Sabía que se enteraría antes o después.

-Bueno, yo no tengo el por qué de dar explicaciones...

-¡Pero (Tn)____! ¡Somos mejores amigas!-Gritó desde mi espalda.

-¡Sí eso digo yo!-Me giré realmente enfadada- No voy si no me da la gana, ¿Entendiste? Además, ¡Necesito tiempo para asimilar lo que son las fiestas! ¡Y tú no eres ejemplo de amiga! ¡Yo no fui la que te reemplazó por una tal "Erin"!  ¡Yo no fui la que se tatuó su nombre! ¡Yo no fui...! Yo... estoy harta de esto. No quiero más problemas... fuera de mi vida.-Salí corriendo mientras derramaba algunas lágrimas.

Últimamente estábamos discutiendo mucho. Demasiado. Las mejores amigas es cierto que discuten, pero no a todas horas. Tal vez... tal vez ya no lo éramos. Tal vez si que prefería a esa tal "Erin" en vez de a mí. Tal vez... sólo me usaba.

Narra Kendall:

Vi a (Tn)____ corriendo por los pasillos. Llevaba la cara tapada con las manos y no pude detenerla. Giré mi cabeza hacia la derecha y vi a Xenia y a Logan susurrando. Ellos habían hecho algo. La habían herido... Sólo pude ir tras ella. 

-¿(Tn)____? ¿(Tn)____ estás ahí?-Grité desde la puerta del baño de las chicas. No podía entrar, así que tenía que hacer que saliera ella.

-Kendall, márchate.-Una voz nasal me indicó que estaba llorando. 

-Sabes que no lo voy a hacer hasta que salgas.-Golpeé la puerta- Sal, porfavor...-Me hizo caso.

Ella abrió la puerta del baño, al parecer no había nadie más. Llevaba el pelo revuelto, el maquillaje corrido por las lágrimas y parecía tan vulnerable, tan indefensa. Sus muñecas sangraban, ya sabía yo por qué no quería salir.

-(Tn)____... Pero qué hiciste...-Se lanzó a mí cogiéndome por sorpresa. Me apretaba con sus manos con un abrazo depresivo.

La abracé yo también por detrás de su espalda y hundí mi cabeza en su cuello, para tratar de tranquilizarla. Respiré profundamente haciendo que mi aliento caliente travesara su camisa, cosa que normalmente tranquilizaba a mi hermana cuando exclataba en llantos. No me importaba que me manchara la camisa, lo único que quería era que se sintiera bien, que todo esto le tranquilizara y pudiéramos hablar como seres normales. Quería que... quería que se recuperara.

Juntos hasta el fin (Kendall Schmidt, Logan Henderson & tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora