Pov Alexia
Cargué a Aladdin hasta la habitación que Sinbad me indicaba, acelerando un poco el paso mientras los otros venían detrás mío.
Una vez dentro, lo tumbé con cuidado en una especie de cama que había en el centro.
— Está severamente debilitado y apenas resiste— Expuso Ja'far— . Ahora mismo está en un estado peligroso.
— ¡No puede ser!— Exclamaron Mor y Alibaba.
Suspiré, recargándome en la pared.
— Ha usado mucho magoi— Respondió el rey de los siete mares— . Los magi pueden utilizar el magoi que les rodea infinitamente. Aunque solo si tiene suficiente...
— O si se ha esforzado demasiado intentando traer a Ugo de vuelta— Comenté, cerrando los ojos— . Y está claro que el pequeño se ha sobrepasado...
— ¡Maldita sea!— Gruñó el rubio, adolorido y algo culpable— ¡Todo eso porque Ugo significa mucho para él...!
Pasé mis ojos de él, a la flauta; La estrella de ocho puntas ya no estaba, había desaparecido sin más.
¿A dónde se suponía que había ido Ugo?
— Tranquilízate, Alibaba— Le dije. Él me miró como si lo intentase— . Aladdin volverá a despertarse, te lo aseguro.
Se mordió el labio mientras se marchaba de lugar para hacer justamente lo que había dicho, pero cuando volví a posar mi mirada en el peliazul, noté la mirada de Sinbad puesta en mí.
Alcé una ceja, sonriéndole.
— ¿Quieres algo?—Pregunté, todavía sonriendo.
Me devolvió la sonrisa, algo arrogante.
— Sí, pero eso será para más tarde...
Más tarde o no...No tengo tiempo para ti. Estaban en ese momento dispuestos a marcharse, pero al contrario que ellos, yo me dispuse a sentarme en una silla que había ahí cerca.
Los chicos pararon, para mirarme extrañados.
— ¿No vienes, Alexia?— Interrogó el albino.
— De momento me quedaré aquí, ya están todos los heridos atendidos y no hay mucho que hacer— Indiqué, apoyando mi cabeza en el posa-brazos y dedicándole un guiño— . Si me necesitas ya sabes que estoy aquí.
Asintió.
— Está bien, si ocurre cualquier cosa te avisaré.
— Claro— Manifesté, haciendo un gesto con la mano— . Me parece perfecto~.
[- - - - - -]
...
Hice una mueca de disgusto y dejé salir un bufido lleno de cansancio y apatía.
— Vale, sí que era algo importante...— Admití, mirando hacia otro lado.
— Te lo dije— Me culpó Ja'far.
Puse las manos en señal de paz, encogiéndome de hombros.
— Soy inocente en todos los sentidos, yo pensaba que me llamabas porque echabas de menos mi especial presencia...— Murmuré, bromeando. De nuevo, me miró de manera inquisidora y suspicaz.
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La misteriosa conquistadora de laberintos | Magi (En edición)
Fiksi PenggemarEl destino es un gran titiritero, y muchas nos forma con sus gráciles movimientos . Uno de ellos, tan peculiar, será tropezar con una misteriosa chica de un oscuro y desconocido pasado. Pero lo que nadie sabía, lo que el resto desconocía...Era la...