XX: Un interior podrido

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...


— Al fin...— Murmuró la ojidorada.

— No me extraña que llegaseis tan lejos...— Habló el de cabello verde. Los contempló desde lo alto de una cima, con astucia— Pero es lo único que lograréis hacer.

— ¡Maldito!— Exclamó Alibaba rápidamente, cargando a la fanalis en sus brazos— ¡No pensamos darte a Zagan!

— ¿Zagan? No lo necesito para nada— Espetó, sin darle interés a lo que acababa de decir— . Mi objetivo, más bien...Erais vosotros— Murmuró, haciendo sobresaltar a todos. Mas, al cabo de unos segundos, pasó su bastón hasta señalar a Alexia— . Y a ti. No pararé hasta llevarte con nuestro padre de una vez por todas.

— Suerte con eso, no acabará bien para ti— Respondió la azabache, con una mueca muy maligna. 

— Todo irá de acuerdo al plan de Al-thamen...— Manifestó con frialdad. 

Los dorados ojos de la de cabello largo se oscurecieron en un solo instante, sin apartar la vista de su único objetivo. 

Ithnan.

Formularon alguna palabra antes de empezar la batalla, e inclusive, la chica de cabello azul que estaba con él y otro hombre de gran armadura, bajó de su superficie para hablarles.

Pero Alexia no tenía interés alguno en esos dos.

— Un placer conoceros a todos... —escuchó decir a Dunya.

Sin previo aviso la de cabello oscuro comenzó a moverse, dirigiéndose en dirección contraria a los demás.

Alibaba y Aladdin la observaron en completa confusión, haciendo el amago de acercarse a ella para retenerla. Pero parecía realmente decidida a seguir hacia adelante.

— ¿Alexia-san... ?

— Ocupaos de estos dos—Habló, caminando con una sonrisa sádica puesta en ella—. Yo me encargaré de ese mago...

— ¡Es muy peligroso, Alexia!—Exclamó el rubio.

Pero ella lo ignoró, y el príncipe no pudo preocuparse más por ella, cuando se vio siendo atacado por el guerrero.

La mujer turquesa, en seguida, fue a pelear contra el magi, dándole la oportunidad a Alexia de seguir sin problemas y hacer lo que quisiera.

Ésta vez no iba a dejar que se saliera con la suya.

— Creo que no tienes más opción que pelear contra mí esta vez...—Murmuró con cinismo, ojeando cómo el contrario enseriaba la mirada— Sin nada que se meta de por medio. 

— ...No te das por vencida, como siempre.

— Deberías de saberlo— Espetó, dando pasos hacia él de manera intimidante. Ithnan alzó su bastón, aguardando a la persona que estaba más que seguro que lucharía. 

El de cabello largo sonrió con arrogancia, mirando hacia la zona de abajo.

— Tus amigos están en problemas, ¿Estás segura de que quieres perder el tiempo conmigo?

Alexia ojeó por el rabillo del ojo a sus compañeros, en silencio; Alibaba luchaba con ese hombre de la armadura, y Aladdin seguía entretanto con la mujer. 

Mientras que Hakuryuu ponía a salvo a las otras dos chicas. 

— Ellos pueden acabar en... 

Pero él no pudo decir nada más, ya que se vio obligado a cesar cada palabra que deseaba decir. 

La de ojos dorados cortó con sus dos dagas su estómago, aprovechando la oportunidad que tuvo de verlo distraído. 

La misteriosa conquistadora de laberintos | Magi (En edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora