Capítulo nueve

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''No me enamoré de ti por como luces, sino de cómo eras...''

Entré a mi casa y dejé las llaves encima de la mesa, Charlie se encontraba sentada o mejor dicho, tirada encima del sillón con su celular, sonriendo estúpidamente. La ignoré, y subí a mi cuarto, era mejor para mí no tener peleas con ella.


Me acosté en mi cama, encendiendo mi laptop sin apuro.. está prendió iniciándose con programas anti- virus. Abrí Google Chrome para entrar a Twitter y hablar con mis bellas amigas, las mejores; sin duda alguna.

Ingresé mi e-mail y contraseña, éste se abrió inmediatamente y me dirigí a la página donde salían mis mensajes directos, seguidores y tweets. Vi que tenía 7 mensajes directos nuevos, qué raro.. quizá serían de Marcella o Vanessa, en fin; los abrí y eran 4 de Vanessa, estos los leería primero.

“Hola hermosa, soy yo.. y no vengo con todos los ánimos del mundo a despedirme.. pero lo haré por ti; Te quiero un montón +”

“y no quiero que por nada del mundo te sientas culpable por esto, ¿entiendes? por nada. Yo, bueno yo soy una cobarde y ya no puedo más, perdóname.”

“Te preguntarás, ¿qué es lo que ya no te da fuerza para seguir adelante, junto a mí? como siempre me lo decías, bueno.. en el colegio me golpearon hasta no poder más. Y yo, ya no quiero seguir soportando más este dolor +”

“me encantaría haberte conocido, no sólo por fotos. Pero te estaré cuidando desde el cielo, so.. ilysm. xx. 
Vane♡.”


Sin fijarme, ya estaba llorando a mares, y las teclas del teclado ya estaban más que mojadas. ¿Vanessa se había suicidado? no.. yo tan sólo no lo puedo creer. Ella era la que siempre me daba fuerzas para seguir adelante, para no rendirme y no cometer alguna locura, Dios mío.. la extrañaré tanto, con todas sus conversaciones tiernas y acogedoras; Sin duda ella era una amiga de las que no te criticaban, sino que te aconsejaban. 

Miré por mi ventana, con mis ojos todos rojos por el llanto, y susurré: ''–Vanessa, algún día te iré a visitar a tu tumba, siempre estaré rezando para que descanses en paz. Te extrañaré muchísimo.''

Y me volví a tumbar en la cama sólo para llorar sin parar.. Me acordé que tenía otros tres mensajes, espero que Marcella no se haya suicidado también, porque sino, yo seguiría después. Lo abrí y lo leí, estos decían lo siguiente;

“¿Vanessa te contó? Dios mío, estoy llorando a mares. ____ por favor, no hagas lo mismo, no me dejes sola!:(...”

“No puedo creerlo. Me quiero morir yo también.”


“Ella era fuerte, siempre lo fue. R.I.P Vanessa Joss.”


Estuve pensando en qué responder-le, hasta que me decidí y le respondí:

“@depression: Oh, Dios mío. Ya lo he visto. ¿Sabes lo que me he dedicado a hacer? A llorar, y quiero cortarme, bc también quiero morir.”

“Ni se te ocurra, _____. pls.”

“@depression: Nunca te dejaré sola, y espero que tú tampoco a mí..”

“La tristeza me mata, no sé que hacer; no romperé mi promesa de conocernos para el verano, no te preocupes. Pero es que agh, ella me entendía tan bien..”

“Uhm, lo siento pero me tengo qué ir. Te quiero mucho, ¿hablamos mañana, sí? bye.”

“Adiós (:”

Cerré mi laptop y me acosté a llorar, se que a Vanessa no le gustaría verme llorar, pero.. me duele que se haya ido. Me gustaría hablar con ella y contarle sobre mí vida, como ella lo hacía conmigo; sobre mis problemas.. y que me dijera ''¡Todo estará bien! Eres hermosa, hay muchos hombres más para ti.'' Pero no, no está aquí. Ella está muerta.



Desperté con los ojos aún húmedos, ¿hasta que hora me habré quedado llorando? no lo recuerdo. Pero bien que podía hacer, me levanté sin más, y me duché.. relajándome. Al rato, ya estaba vestida bien cómoda. {Esta en multimedia}. Con obviamente, un sweater del mismo color que la falda. 

Salí de mi habitación con la mochila puesta en un sólo hombro, bajé al primer piso y pillé a mi hermana conversando con alguien en la puerta, ¿a esta hora? extraño.

–Pulga fea, te espera alguien. –Murmuró con asco. Me fijé y vi que era Taylor, quién la miraba con desagrado, quizá por el apodo que me puso. Sonreí al verlo.

Caminé hasta afuera y cerré la puerta sin despedirme, agaché la mirada recordando la mala noticia de ayer, y empecé a caminar con Taylor a mí lado.

–Hola, ____. –Saludó, tan amable como siempre. 

–Hola, Taylor. –Lo saludé de la misma manera, sin levantar la mirada; no quería que vieran mis ojos llorosos. Pero de todos modos la levanté.

–Hey, te llevo en mí auto.. –Hizo una pausa, mirándome a los ojos. –¿Haz estado llorando? –Preguntó tomando mi mentón.

–Uhm, algo así. –Respondí sin ganas, y giré junto a el, dirigiéndonos ahora a su auto. –No quiero tocar ese tema, si no te molesta.. 

–Está bien. –Finalizó y nos subimos a su auto. El puso la música algo fuerte, quizá para prender el momento, no lo sé. 

Miré mis muñecas, los cortes cicatrizaban gracias a la crema que me echaba todos los días, tenía la maldita ansiedad de cortarme. Maldita sea.

Depression {Justin Bieber} | AdaptadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora