All over again | Capítulo treinta y uno. Parte 2 {Final}

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Luego del baile, todos volvimos a bailar o hacer lo que estábamos haciendo. Justin me tomó la mano y me llevó al quinto piso, donde estaba la terraza, y no había nadie. Todos se encontraban abajo y mientras subíamos las escaleras nos sonreíamos idiotamente. ¿Qué tenía planeado Justin? ¿Por qué sería necesario ir al quinto piso? No lo sabía, pero una vez que llegamos cerró la puerta.

-¿Qué planeas Bieber? -le pregunté con risas de por medio. Él me guiñó un ojo y sacó la llave de la puerta para cerrarla. ¡Nadie podría entrar! Solo estaríamos los dos, bajo la noche estrellada, junto a la brisa del aire y junto a nuestro amor.

-¿Qué sería de un rey en la cama sin una reina? -me preguntó, acercándose a mí, tomando mi cintura y juntando nuestras frentes. Sonreí, dando un corto besos a sus labios.

-¿A qué te refieres? -seguíamos con nuestro juego de preguntas. Sus manos dejaron mi cintura para dirigirse a mis mejillas y besarme por el tiempo que pudiéramos, hasta que nos quedáramos sin oxígeno.

-Ven, siéntate aquí, junto a mí. Tocaré una canción que compuse para ti, preciosa. -me dijo y le hice caso, él me hizo una seña para que lo esperara y así lo hice, él fue a una mini-habitación que había allí, donde guardaban cosas de limpieza, etc... Apretó un botón y se encendieron un montón de luces que iluminaban el lugar, y alrededor de la banca donde estaba sentada yo, se encendieron luces rojas, las demás eran amarillas o doradas, color luz, creo. Me sorprendí y me tapé la boca de la emoción, Justin se acercó a mi lado, sentándose con su guitarra encima de él, acomodando sus dedos para empezar a tocar.

-Ésta canción es para ti, y espero que te guste. -me sonrió besando mi frente, mientras yo cerraba y abría mis ojos delicadamente.

-'' Eres todo lo que me importa

yeah, yeah, no te preocupes por nadie más,

si tu no estas, no soy el mismo, tú me complementas.

Eres todo lo que me importa

yeah, yeah, que es de un rey en su cama sin su reina

No hay ningún "yo" en el equipo, tú me complementas.

Eres todo lo que me importa

Tomo las llaves de mi coche, pero no conduzco

Así es como me siento cuando no estás a mi lado

cuando me levanto en las mañanas pensando en ti, solo en ti

Uh-oh, estoy muy agradecido por tu existencia

soy fiel sin importar la distancia,

Tú eres la única chica que veo

Desde el fondo de mi corazón por favor, cree.

Eres todo lo que me importa

yeah, yeah, no te preocupes por nadie más

si no estás tú, no soy el mismo, tú me complementas.''

Yo lo miraba con atención, como si fuera un tesoro. Tenía a un chico fabuloso en frente de mí. Me sentía enamorada. Me sentía amada, sentía que él lo era todo para mí. Nunca, podría llegar a amar a alguien tanto como lo amo a él. Lo veía cantar, y me fijaba en todo, sentía mariposas en mi estómago volando cursimente. No podía hallarle una sola imperfección, era imposible. Sus ojos avellanados, sus labios rosados, su cabello dorado, su piel y olor de bebé, sus músculos, su talentosa voz, su orgullo, rencor, arrogancia... ¡Todo en Justin era perfecto! Y no entendía el por qué. ¿Habrá alguien al que pueda considerar tan perfecto? No... lo sé.

Cuando terminó de cantar, me abalancé a sus brazos y le quité la guitarra para dejarla con cuidado a un lado. Lo besé como si no hubiera un mañana, era... una sensación de la cual era muy afortunada de sentir. Todo esto estaba pasando, él era de carne y hueso, la situación era real y no necesitaba pedir que me piñizcaran para saberlo. Sus manos recorrieron la parte trasera de mi vestido hasta llegar al cierre y deslizarlo hacia abajo lentamente. Me sonrojé cuando el vestido cayó, dejando mi cuerpo al semidesnudo. Justin me había visto así un montón de veces, pero en todas me sonrojaba, porque era un momento íntimo y especial de nosotros. No me pasó lo mismo con Taylor.

Volviendo al tema anterior, le quité la chaqueta negra que Justin llevaba encima y desabroché los primeros botones de su camisa, mientras Justin me besaba con un toque de excitación y amor. Me tomó de los muslos y me levantó, agarrándome del trasero para que yo enrollara mis piernas en su cadera. Besé el lóbulo de su oreja dejando besos húmedos desde este hasta llegar a su cuello, en el cual dejé una lamida suave, fue un impulso que hizo reír y excitar a Justin. Me acorraló a la pared y me besó fugazmente antes de decir unas palabras.

-No es muy romántico hacer el amor en la pared, pero nena, te necesito, ahora ya. No puedo aguantar a que lleguemos a mi casa. -suplicó, rozando con sus dedos mi mejilla. Asentí, me daba igual, yo también lo necesitaba a él. -Está bien...

Lo ayudé a bajarse sus pantalones, y a través de su bóxer se podía notar su gigante erección. Me causaba gracia, y a Bieber también. Reímos los dos y él me calló con un gran beso, me bajó para que sacara rápidamente mis calzones y sin vergüenza lo hice.

-Creo que es mejor idea que, lo hagamos en el suelo, ¿no? No dolerá, tranquilo. -le aconsejé y él rió, asintiendo.

Enrollé mis brazos en su cuello y lo seguí besando, mientras el bajaba su bóxer y jugaba con el broche de mi sostén. El momento era, según Justin, lo más ''romántico'' posible. Pero daba igual, nos demostrábamos nuestro amor, no importaba de qué manera fuera, ni en qué ocasión.

Me recosté en el suelo pero antes de eso, Justin desabrochó mi sostén lentamente, y una vez que lo sacó completamente me miró de arriba abajo, haciendo que me sonrojara cada vez más.

-Dios demonios, eres tan perfecta. -susurró, y se posicionó encima de mí con cuidado, acumulando su peso en sus brazos para no aplastarme. Me dio un beso en los labios y preguntó: -¿Estás lista?

-Sí Justin, siempre lo estaré si se trata de ti. -respondí y las comisuras de mis labios se elevaron al igual que las de él. Me penetró con cuidado, y cerré los ojos por unos segundos para después mirarlo a él. Empezó con sus penetradas fuertes, pero ahora no había dolor, era placer. Los dos soltábamos gemidos embarazosos. Nadie nos oiría de todas maneras. Nos besábamos, como unos enamorados.

Así duramos por hartos minutos más, hasta que ambos llegamos al orgasmo. Justin después que yo. Cayó a mi lado, saliéndose de mí. Estábamos completamente desgastados.

-Nunca me cansaré de decirte que eres hermosa, porque enserio lo eres, y te lo voy a seguir diciendo hasta que estés así toda vieja y arrugada, pero seguirás siendo perfecta. ¿Lo sabes?

-Lo sé, idiota. -soltamos una carcajada. -Te amo, mucho, demasiado, de aquí al infinito. ¿Lo sabes?

-Sí, lo sé, preciosa. -me susurró, besando mi mejilla, pero corrí mi cara e hice que nuestros labios chocaran. -Ha sido fantástico, hemos hecho el amor bajo las estrellas, en nuestro baile de graduación.

-Sí, oh Dios. ¿Qué pensarán de no encontrarnos por ninguna parte? -pregunté preocupada y avergonzada.

-De eso se encarga Ryan.

-Bien. -dije más calmada. -Supongo que deberíamos bajar, ¿o nos quedamos aquí un rato más?

-Quedémonos aquí, abajo sólo bailan y beben ponche, nada mejor que estar aquí, con la chica más bella de todo el mundo. -sonrío y asentí.

-¿Qué pasará en el futuro? -pregunté.

-Nos iremos a Toronto, terminaremos la universidad, seguiremos con nuestros proyectos, yo crearé mi academia de Hockey, trabajaré allí. Luego tendremos hijos, y así... hasta que lleguemos a la vejez, y fallezcamos juntos.

-Es increíble.

-¿Increíble? ¿Qué cosa? -preguntó, girándose para ver mi rostro.

-A lo que llegaremos, ósea... nacimos como hermanos, en nuestra infancia éramos amigos, luego en la pubertad, mejores amigos... adolescencia, algo como amigos-novios, luego tuvimos esa separación, que por favor, hagamos como que nunca ocurrió, quiero olvidarme de eso. Y ahora, casi adultos, somos novios, y tenemos toda una vida planeada, pero juntos, luego se sumarán nuestros hijos y los proyectos que vendrán.

-Sí... nacimos para estar juntos, tal vez. -sonrió y me miró. Sonreí también y me acerqué para comérmelo a besos.

Depression {Justin Bieber} | AdaptadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora