Depression {Justin Bieber} | Adaptada

All over again | Capítulo treinta y uno. Parte 1 {Final}

Me encontraba lista para el baile de graduación. Y me preguntaba tantas cosas. ¿Cómo sería? ¿Cómo iría Justin vestido? ¿Todo sería tal y como lo soñé desde pequeña? No lo sabía. Esperaba que todo saliera bien y sé que será así...

Desperté temprano con mi alarma y me di una ducha rápida. Tuve que ir a la peluquería que mi hermana -Charlie- me había recomendado, y ella me acompañó. Me hicieron unas ondas muy bellas con algunas trenzas de por medio. Ahí mismo me maquillaron, y pedí algo natural; me encresparon las pestañas, me las delinearon y añadieron un toque de rímel con sombra negra. Luego colocaron base en mi rostro y aplicaron bálsamo labial en mis labios, antes de ponerme un rojo intenso. Las diseñadoras me entregaron mi vestido dorado, que había quedado tal y como lo pedí. Me lo puse con cuidado y me miré frente al espejo con una gran sonrisa. Me sentía... fuerte y bella. Estuve a punto de morir, con anorexia y bulimia, con esas voces en mi cabeza que ahora lo único que dicen es ''Eres bella'' ''Saliste adelante, no te rindas'' ''Disfruta de la vida'' Y me di cuenta que, desaproveché tanto tiempo de mi adolescencia. ¿Por qué no conversé las cosas? ¿Por qué fui tan tímida? Mi timidez no tenía la culpa, yo pude haberme hecho fuerte, pero... bueno, ya es pasado, no puedo hacer nada para cambiarlo. Ahora sólo queda esta noche, y el lunes estaré oficialmente graduada, me entregaran mi diploma y certificado de graduación.

Cambiando de tema, una vez lista... que fue aproximadamente a las seis de la tarde, pedimos un taxi y volvimos a casa. Justin me llamó y me avisó que estaría aquí dentro de dos horas. Ansiosamente esperaría. El problema era, ¿cómo podría perder tiempo para que la espera se hiciera más corta? Y como si Dios me escuchara, el teléfono empezó a sonar y... era Marcella, podría hablar con ella todo este rato.

Justin's Point of View.

Con los chicos fuimos a una tienda masculina donde tendrían nuestros trajes listos. ¿Justin Bieber en traje? No muy típico pero me atraía lo novedoso. Los tenían listos así que nos los probamos.

-Ryan, ¿qué tal me queda, bro? -le pregunté mientras él se arreglaba su cierre. Me miró y asintió, haciendo un mohín indicando que le gustaba.

-Pero, ¿sabes? Te verías mucho mejor con ese corbatín dorado en vez de la camisa desabrochada, ¿no?

-¿Por qué diablos un corbatín dorado? -pregunté divertido.

-Cosas de la vida, tal vez...

Lo miré extrañado y me abroché los primeros botones de la camisa para ponerme el corbatín. Se me veía bien.

-Lo llevaré. -confirmé y se lo entregué a una de las chicas que ayudaba allí.

Luego de todo eso, pagamos y nos retiramos del lugar. Teníamos que ir a una peluquería donde nos arreglarían el cabello, eso no nos llevaría más de 15 minutos.

Y así fue.

Nos despedimos y cada uno se fue a su casa. Yo llegué a la mía y llamé al caballero que contraté para que nos fuera a dejar al baile. Y adivinen en qué llevaría a _________ al baile... ¡Sí! Un camión. Soy el chico más original, ¿no? Haha, sólo bromeo. La iré a buscar y luego nos iremos en un carrusel, ella es mi princesa y yo su príncipe.

Ahora todo estaba listo, la llamé hace una hora y media atrás para avisarle a qué hora la iría a buscar.

Y era exactamente... en media hora. Tenía las flores listas, el carrusel que estaría llegando en unos 10 minutos y... bueno eso era todo.

__________'s Point of View.

El timbre de la puerta sonó y me quería desmayar ahí mismo. Si no fuera por Charlie, creo que lo hubiera hecho, enserio. Me despedí de Charlie quien me deseó toda la suerte del mundo y recé el Padre Nuestro antes de abrir. Y ahí estaba él... Justin Bieber, el único chico al que he llegado a amar con mi vida. Me quedé sin aliento, se veía tan... formal y guapo. ¿Cómo demonios este desgraciado llegaba a ser tan perfecto? ¡Y llevaba un corbatín dorado! ¿Acaso sabía el color de mi vestido? Wow, Bieber el adivino.