Depression {Justin Bieber} | Adaptada

All over again | Capítulo veintiuno

“¿Me acompañas a comprar algunas cosas para la parrillada?” —Justin vía Facebook.

Y aquí me encontraba, esperando que terminara de vestirse. Sentada en su sillón, viendo la televisión. Pasaban unos entretenidos monos animados y los veía mientras comía una manzana verde con sal, sí, sabía exquisito. 

—¡Boo! —Tocaron mis hombros, haciendo que me sobresaltara. Le di una mirada de odio a Justin y tomé el cojín que se encontraba en el sillón, golpeándolo con el repetidas veces. Justin se quejaba de la fuerza con la que lo golpeaba y yo sólo reía.

—Eres un...—Diablos, ¿cómo era la palabra? ¡Oh, ya me acordé! —... hueón. —dije en un español, más específico chileno, y Justin me miró como si fuera un bicho raro y estallé en carcajadas.

—¿Hueón? —preguntó sin saber pronunciarlo bien. —¿Qué es eso? ¿Idioma ovni?

—Un insulto chileno... —reí sin poder evitarlo—, me lo enseñó una chica que conocí por las redes sociales. 

—Oooh, ya veo. —sonrió, empujándome hacia la puerta para que saliéramos. —Eres extraña.

—Lo sé.

—Y eso me gusta.

—Ya, cállate, y maneja. —lo callé y prendí la radio, meneando mi cabeza al ritmo de la canción desconocida, no sabía de qué banda era, o de qué cantante, pero era buena.

Al cabo de unos minutos llegamos al supermercado, estacionándonos en el estacionamiento. Justin aparcó su auto y bajamos, corría algo de viento tibio, yo sólo llevaba una sudadera delgada con un suéter encima, pues obvio, no todas mis cicatrices habían sanado. Algunas que tenía en los muslos, sí, la mayoría, pero en mi muñeca tenía unas tan profundas que deducía que nunca desaparecerían y el viernes no sé cómo lo haría para taparlas, pero debajo del agua no se notarían, ¿o sí? Vaya, desahogar mi dolor con la cuchilla tenía sus desventajas y consecuencias después... En fin, entramos al supermercado y rápidamente nos dirigimos a la sección de tragos, cervezas, etc... que sólo podían comprar los mayores de 18 años. Y bueno, Justin lo era. Así que tomó seis packs de cervezas y los metió dentro del carrito. 

Luego de eso pasamos por la comida, carne, pollo, etcétera. Y seguido de eso, frituras... y así, hasta que finalmente cogimos el ketchup, y la mayonesa. Suponía que los otros invitados llevarían más cosas, porque nosotros llevábamos la mitad. 

Me arranqué de Justin y me dirigí a la sección de dulces, tomé unos chocolates —que los pagaría con mi dinero— y volví a buscar a Justin, se encontraba buscándome con la mirada y rió negando con la cabeza al verme con los chocolates en mano. Él sabía que yo tenía una gran adicción por los chocolates, y una vez —extrañamente— probé chocolates mientras fumaba, sabía raro pero me gustó. Yep, lo sé, soy exageradamente rara.

Finalmente, una vez que Justin pagó todo, lo ayudé con las bolsas. Aunque él, como tan ''macho'' que es, quiso llevarlas todas. Pf, okay, como quiera. A la salida del supermercado, nos encontramos lamentablemente con Sophia, quien no dejaba de coquetear-le a Justin. 

—Así que... ¿harás una parrillada? —le preguntó, desabrochando disimuladamente los primeros botones de su blusa.

—Sólo están invitados los de el equipo... —respondió Justin, incomodo.

—¿Y ella? ¡La invitas a ella y no a mí! —preguntó chillando, rodé los ojos y le pegué suavemente a Justin, indicándole que quería irme de aquí.

—Sophia, ¿harás una escena de celos ahora? —Justin arqueó una ceja, burlón. Reí bajito y Sophia lo miró indignada.

—Nos vemos en la parrillada entonces, cariño. —Sophia besó su mejilla dejando marcado su labial. El cual limpié rápidamente, ella le guiñó un ojo y se fue, dándome una mirada de odio a mí.

—Wow, lo que tienes que pasar... y sólo por sexo. —susurré burlesca, haciendo que el rodara los ojos, bufando.

—No es sólo por eso... —dio a entender.

—Como sea. —murmuré y besé su mejilla, caminando a su lado hasta llegar al auto y subirnos.

♡♡♡♡

Cler es chilena, asi que he ahi la razon xd