Depression {Justin Bieber} | Adaptada

All over again | Capítulo catorce

No entiendo cómo puede conquistarme así, realmente mi cabeza es un enredo ahora mismo. Debía hablar con él acerca de esto.

—Vamos. —dijo con una voz ronca, tomando rápidamente mi mano.

Me sorprendí por su acto, pero me distraje admirando sus tatuajes. La tentación de tocar los bordes o besarlos era muy fuerte pero a la vez extraña.

Abrió la puerta de su auto y entré con cuidado. Me acordé de que estaba algo borracho, por lo cual me percaté de que no podía conducir bajo éstas condiciones.

—Justin, yo manejaré. —dije segura. Él me miro como si yo fuera algún tipo de extraterrestre. Reí leve. —Vamos, cambiemos asiento.

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—Ahora. —lo interrumpí, pasando encima de él para sentarme en el lado del conductor.

Justin soltó un gemido bajo al sentir mi trasero rozar con su... sí, eso. Evité mirarlo a los ojos, esto era tan... ¡Vergonzoso!

Solté una risa nerviosa antes de prender el motor y empezar a conducir con cuidado.

—¿Al menos tienes licencia de conducir? —preguntó.

—Sí... pero el problema es que la tengo en casa.

Rodó los ojos y se acomodó en el asiento, echándose hacia atrás. Encendí la radio a todo volumen, algo que amo es la música fuerte, junto con la adrenalina de conducir rápido. Y qué mejor que sea una canción buena como "Lollipop" de Lil Wayne.

Empecé a cantar algunas partes de la canción, mientras Justin movía su cabeza al ritmo de la canción y me miraba divertido.

—¿Te cuento algo? -casi grité. Justin asintió. —¡Mi fantasía sexual frustrada es tener sexo con un nigga!

Él se atragantó con su propia saliva mientras tosía. Yo reía como una loca desquiciada, sin percatarme por dónde conducía.

Cuando él se recuperó me miró como si fuera el bicho más raro del mundo y se unió a mis carcajadas.

—¿Qué mierda? ¿Estás drogada? —preguntó, gritando. Reí fuerte, intentando calmarme.

Mi estómago dolía y me estaba quedando sin aire. Demonios, en cualquier momento chocaríamos por culpa de mis idioteces.

Inhalé y exhalé aire, logrando encontrar la calma. Le bajé un poco a la radio mientras conducía a toda velocidad.

—Nah, sólo bromeaba. —respondí, con una gran sonrisa divertida en la cara.