Depression {Justin Bieber} | Adaptada

All over again | Capítulo dos

Segundos después, me vi sentada en el copiloto del auto. Pestañeé extrañada y salí de mi trance. Fijándome que seguíamos estaciones donde siempre. Me quedé sorprendida, todo aquello había sido parte de mi imaginación, nada más. Él nunca había dicho que me amaba, uhm, supongo que estoy volviéndome loca.

-¿Bajamos? -preguntó Justin, extrañado.

Asentí levemente y me desabroché el cinturón, acto seguido abrí la puerta, viendo como Justin llegaba apurado y me tomaba la mano para bajar. Reí nerviosa y él cerró la puerta por mí, para luego caminar juntos hasta el establecimiento. En estos momentos no sabía que decir, ni que hacer, tan sólo caminar, paso a paso, hasta llegar a la entrada de la secundaria, donde adornaba un bello cartel con el nombre de la fiesta ''Baile de primavera'', los alumnos y alumnas, o mejor dicho, las parejas y grupos de amigos/as, entraban emocionados.

Las chicas se habían controlado y al menos sus vestidos no eran tan cortos como lo habían sido en otras ocasiones. Observaba tímidamente mis alrededores. Justin paró para saludar a Ryan quien se acercaba a nosotros junto con otra chica bastante graciosa y extrovertida, perfecta para él.

-Hola, _________ -me saludó, besando mi mejilla.

-Hola, Ryan -lo saludé de la misma forma.

Luego saludé a su amiga o novia, lo que fuera, y esperaba que terminaran su conversación para poder adentrarme al baile. Aunque los chicos prefirieron entrar juntos. Articulé unas pocas palabras con la chica, llamada Stephany.

Al entrar en el salón, diversas miradas se posaron en mí, junto con Justin. Era algo incómodo, desesperante y sólo me impulsaba a querer esconderme. Inhalé y exhalé aire, queriendo relajarme. Me tranquilicé un poco y caminé unos cuantos pasos, formando parte de la masa de gente que baila un poco distanciada gracias a una profesora que pasaba separando a las parejas que se querían besar. Eso era divertido. Pero en fin, sentía una mirada que me intimidaba, y no sabía de donde venía, así que mis ojos empezaron a recorrer y reconocer todas las miradas hasta que una mirada hizo que abriera los ojos como platos y me ruborizara, era Taylor.

Se veía guapo, como siempre, estaba con un traje normal, no era formal, pero tampoco informal. Para completar su vestimenta, llevaba su gorro negro, como siempre. Se afirmaba de la barra, con una bebida en su mano izquierda. Estaba con una chica, castaña oscura, con un bonito cuerpo sin duda, y un vestido color verde oscuro bastante bonito. No parecía formar parte de las animadoras, así que no daba mala pinta.

Sonreí torpemente e inmediatamente reaccioné, bajando la mirada. Justin conversaba de cualquier tontería que se le viniera a la cabeza junto con su grupo de amigos y algunas chicas. La supervisora subió al escenario con una sonrisa gigante y anunció por el micrófono que dentro de unos minutos dirían al príncipe y princesa del baile de primavera, que luego se convertirían en los reyes -para el día de la graduación-.

Los gritos de euforia resonaron en el salón y luego colocaron la música más fuerte, haciendo que las parejas salieran a bailar. Justin tomó mi mano y tranquilamente me llevó a la pista de baile, donde mágicamente una canción romántica empezó a sonar, lo miré extraña y él me guiñó un ojo cómplice, reí levemente y negué con la cabeza divertida.

Su mano se posó en mi cintura, y otra subía lentamente hasta mi mejilla. Me sonrojé al instante, colocando mi mano en su hombro y enrollando otra detrás de su cuello, jugando con su cabello. Me apegó más a él, queriendo sentir mi cuerpo removerse contra el suyo. Se escuchaban algunos murmureos de las animadoras, pero les resté importancia y seguí acercándome a Justin, queriendo besar sus labios, tentadores como los mil demonios.

Juro que estábamos a unos pequeños milímetros tan cortos, cortísimos. Pero Sophia se interpuso entre nosotros, empujándome disimuladamente. Musité unas incoherencias y rodeé los ojos.

-Justin, amor... creo que como buenos candidatos deberíamos bailar esta canción juntos. No la desperdicies con ella. -murmuró, sonriendo... tratando de sonar inocente.

Justin me miró con lástima y asentí, dando a entender que estaba bien. Él sonrió y me guiñó el ojo, suspiré enamorada y sonreí levemente.