Capítulo 4: La Enorme Isla Del Triángulo De Las Bermudas

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Encontré en el suelo del barco una revista sobre cómo hacer botes de madera, una pérdida de tiempo a decir verdad. No había mucho en el barco, o al menos eso pensé al ver la parte superior. El barco era inservible. Las velas estaban rotas, el mástil se encontraba partido a la mitad, las cuerdas se encontraban igual de rotas, como el timón. ¿Qué esperaba de un barco medio hundido?
Baje las escaleras, queriendo encontrar algo, pero, ¿qué quería encontrar? Me impulse a seguir un poco más. Llegué al piso inferior después de bajar unas escaleras y me dispuse a investigar. Decidí encaminarme a la parte delantera, para así investigar de adelante hacia las escaleras del barco. La parte delantera tenía una puerta bloqueando el paso. La puerta estaba trabada por dentro. De unas cuantas patadas tire la puerta, dejando así que entrara al pequeño cuarto.
No di ni un paso dentro del cuarto cuando un olor de putrefacción llego hasta mi nariz, causándome nauseas, las cuales tuve que aguantar. Entre al cuarto, dándome cuenta que había una cama matrimonial dentro y, sobre la cama, estaba el cuerpo de un hombre muerto que tenía un poco de carne en descomposición. Esa escena me produjo asco, haciendo que casi vomitara. Me arme de valor y comencé a investigar el cuarto.
Al lado de la cama había una pequeña mesa de noche con una carpeta color crema encima de ella. Cogí la carpeta tan rápido como pude y salí de ahí. Me detuve en la pequeña cocina que había, el olor todavía no llegaba allí. Revise lo más rápido que pude, tomando todo lo que veía importante. El olor volvió a mis fosas nasales, obligándome a salir del barco. Subí las escaleras con las cosas entre mis manos. Me senté lo más alejado que pude de las escaleras para evitar el olor.
Abrí la carpeta con la esperanza de encontrar algo que me salvara... Que equivocado estaba. Hubiera sido mejor no haber leído nada... La carpeta contenía un largo archivo de varias páginas con fotografías extrañas.
El archivo decía algo así:

"Informe número 20:
Caso: Desaparición de embarcaciones.

Para todos aquellos que han cruzado el mar cercano al golfo de México, más concretamente el famoso lugar llamado Triángulo de las Bermudas, se les informa que queda totalmente prohibido navegar por esa zona."

Lo demás esta rayado con plumón negro— Me dije sin poder ver las letras— La siguiente hoja es una noticia.

"Gente Muerta En El Triángulo De Las Bermudas.

Algunos días atrás, el 9 de Julio de este año, se han descubierto alrededor de cinco cuerpo en la costa de las bermudas.
Los cuerpo no han sido identificados y las autoridades no dan muchos detalles sobre el tema. Las personas del lugar que descubrieron los cuerpos, aseguran haber notado mordidas humanas en los cuerpos y que algunas de sus partes fueron mutiladas totalmente."

—Y esta arrancada por la mitad— Dije volviendo a meter el trozo de noticia y sacando una pequeña hoja.

"Esta tal vez sea mu última nota, pero si alguien más llega a esta isla debe saberlo.
No diré mi nombre. Soy solo un exempleado de una empresa de yates. Robe este bote el día en que desaparecí de las Bermudas. No debí hacerlo.
Llegue a la isla después de haber sobrevivido a una fuerte tormenta. La gente de mi pueblo hablaba sobre una enorme isla, que yo deseaba descubrir. Como podrás imaginar, esta es la isla.
Debes de saber que para sobrevivir no debes permanecer en el mismo lugar más de dos días y una noche. Tal vez los has visto ya, pero, hay hombres que buscan matar a todo aquel que no es de su grupo. Claramente, son Caníbales.
Los ataques de ellos se volverán más intensos cada noche, si es que permaneces en el mismo lugar. Ellos no tendrán piedad con nadie. Te arrancaran cada parte de tu cuerpo si te descubre y te atrapan. Y si logras sobrevivir más de tres noches en el mismo lugar, como yo, esas cosas aparecerán.
Siento no poder darte más detalles. A cambio, te diré que, al norte de aquí, pasando un acantilado, hay una cueva con algunos supervivientes de otro barco hundido. Tal vez te ayuden. Yo sobreviví un total de cinco días y cuatro noches, ya que hoy pienso acabar con mi infierno.
Espero sobrevivas. Te deseo lo mejor"

La nota terminaba con esas palabras que provocaban un nudo en mi garganta. Aquel hombre que había escrito la nota podría ser... ¡No! Es el hombre que está muerto dentro del bote. ¿Ahora qué hago? Todavía escucho sus gritos.
Creo que pasare la noche en este frió bote...

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