The Forest

Capítulo 6: Falsa Esperanza

Camine por la cueva. Si no fuera por el hacha y las telas no podría ver absolutamente nada. Las estalactitas dejaban caer gotas de agua que resonaban por todo el lugar. Mi caminata continuaba mientras el camino seguía bajando.
Realmente era largo el camino. Hacia más frio de lo que esperaba. Moriría por la temperatura en algún momento. A lo lejos divise una fuerte luz que resaltaba en la cueva. Parecía de una fogata o algo similar. Corrí como si no hubiera un mañana, esquivando algunas rocas que interferían en mi camino.
Una gran felicidad invadía mi cuerpo hasta que llegue al lugar. Me recargue en una roca para descansar cuando escuche varios gritos. ¿Qué podría ser? ¿Sería peligroso? Asome mi cabeza atraves de la orilla de una roca para poder observar que había ocurrido. Lo que mis ojos vieron no pudo ser peor.
Dos hombres, de alrededor de cuarenta años, habían sido brutalmente destripados. Había una mujer que se arrastraba débilmente a mí mientras se desangraba por una herida en su costado derecho.

—Ayúdame... Por favor—Dijo la mujer estirando la mano.

No puede siquiera moverme de mi lugar cuando dos hombres se lanzaron contra ella y comenzaron a morderla. La mujer solo grito de dolor mientras su sangre se derramaba por toda la escena. Solo pude mirar con horror lo que ocurría mientras la mujer intentaba alcanzarme. Los caníbales no paraban de morder su carne y arrancarla brutalmente. La chica duro solo treinta segundos consiente hasta que no lo soporto más y se desmayó.
Pensé en mis posibilidades de ganar. Sin embargo, antes de poder siquiera tomar mi hacha, sentí en el cuello una respiración continua. Alguien estaba detrás de mí. Intente voltear mi cabeza, sin embargo, sentí como fui empujado hacia el frente. Caí al suelo algo aturdido, instintivamente me levante mirando a mí alrededor. Vi como los dos caníbales se lanzaban contra mí. Esa pudo ser la primera peor situación de mi vida.
Los dos hombres que venían corriendo se detuvieron de golpe al ver a otro hombre salir de las sombras por donde había sido empujado. Sus miradas se cruzaron sólo un par de segundos. Los dos caníbales parecían intimidados, ya que comenzaron a retroceder. ¡Era mi oportunidad!
Corrí a toda velocidad, empujando a los dos hombres contra las paredes de la cueva. Localice un hacha de leñador al lado de uno de los destripados cuerpos. No me detuvo ni in segundo, tomé el hacha rápidamente con mi mano izquierda.
El lugar era un callejón sin salida. Para la suerte que tenía eso ya no me sorprendía nada. Me prepare para todo. Mi corazón volvía a latir rápido a causa del miedo a morir. La adrenalina recorrió mi cuerpo. Me gire para quedar enfrente del enemigo. Ya me había armado de valor. Nada más importaba.

— ¡Vengan malditos!— Grite para intentar intimidar.

Uno de ellos decidió atacarme. Se lanzó contra mí mostrando sus dientes. Su forma de intimidarme no dio resultado y, a consecuencia, él recibió el golpe del hacha en la cabeza. No controlaba mi propia fuerza. Termine rompiendo el cráneo del hombre. Su sangre salió a chorros, llenándome la cara de color rojo. El hombre murió al instante.

— ¿Eso es todo lo que tienen?— Los rete para no sentir miedo alguno.

Comenzaron a rodearme. ¿Me atacaran al mismo tiempo? No me confió de nada. Decidí lanzarme contra aquel que había hecho que me descubrieran. Lance mi ataque con mi hacha, fallando cuando se movió el sujeto.
El otro hombre se lanzó contra mí. La adrenalina del momento salió disparada aún más de lo que ya estaba, mientras recibía golpe tras golpe de aquel hombre. Cada golpe, cada punzada de dolor, cada gota de sangre que salía de mi cuerpo hacia que mi enojo e ira crecieran. No lo soporte. Comencé a golpear al azar mente con el hacha. Con los ojos cerrados tiraba golpes de hacha. De arriba abajo, de izquierda a derecha. Dar un golpe mortal era lo de menos.
Abrí los ojos, ellos ya hacía en el suelo, uno muerto y otro retorciéndose de dolor. Algo me decía que esto no acabaría del todo bien para ellos. Acabe por darle el golpe de gracia al que se retorcía de dolor. Parece que aún me queda un poco de humanidad.
Aun así, las personas que en algún momento pensé que me ayudarían, ahora estaban muertos...

He perdido toda esperanza... Una esperanza que era falsa...

--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Hola a todos nuevamente.

Ay! *Suspiró* ¿Cuánto tiempo sin traer esta historia?

Bueno, espero que apoyen esta historia como antes. La estaré publicando entre los sábados y domingos. Quisiera que seguir recibiendo los comentario que antes y seguir viendo las votaciones que hacían...

Espero la disfruten mucho. Nos leemos en otro capítulo.

Chao~Chao!!!!