Capítulo 10: ¿Quién Vigila A Los Caníbales?

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¡Todos son unos idiotas! ¡Juraban que no lo encontraría!¡Mírenme! Mi hijo vuelve a estar entre mis manos. Nunca lo soltare. Aunque muera. Solo debo salir de aquí. Este cráter no me detendrá. Ni tampoco ninguna bestia. Todos decían que estaba loco. Que no lo conseguiría. Mírenme ahora. Miren la cara angelical de mi hijo.
Mis pernas dejaron de responder... ¡Vamos! ¡Aún no han terminado su tarea! Me recargue en una roca. Sí debía descansar, lo haría en solo unos minutos. Mire a mi hijo. Su cara era igual a la de su madre.
— ¿Quién necesita a esa zorra?—me dije mientras sonreía— ¡¿Quién necesita esos malditos medicamentos?!

¿Eh? ¿Medicamentos? No recuerdo tomar medicamentos. Creo que me estoy volviendo loco. ¡Ja! Esto se acabara. Pronto saldré de esta pesadilla...

[...]

Abrí los ojos lentamente. Mi cuerpo me proporcionaba fuertes punzadas de dolor cada que intentaba moverme. Tenía un trapo húmedo en la cabeza. Sí, tenía temperatura. ¿Quién me habrá colocado esta cosa? No podía verlo bien, pero definitivamente no era color blanco.
Me percate entonces de la tenue luz rojiza que iluminaba la oscura caverna donde me encontraba. Era una antorcha. Parecía envuelta en una tela. Seguramente ardía gracias a algún vino u objeto flamable. Estaba sostenida en una gran estaca de madera. No podía mover ni una parte de mi cuerpo. Simplemente veía el techo rocoso.
Recordé en ese momento aquella voz. Esa mujer. ¿Quién era? ¿Ella me trajo hasta aquí? ¿Habrá sido una ilusión de mi mente? Me siento confundido. Trate de moverme. Debía salir de allí para saber que sucedía. Mi cuerpo rugía de dolor con cada pequeño. ¿Qué mierda me había pasado? Pude ponerme de pie. Mis ojos se mantenían llorosos por tanto dolor.

Escuche pasos al fondo del lugar, por aquel pasadizo que se encontraba en la gruta. Tomé la antorcha muy a duras penas. <<Si algo corre hacía mi le quemare cueste lo que cueste>>, pensé en ese momento.
Las pisadas se detuvieron. Estaba algo nervioso ante lo que fuera a salir de aquella grieta. No hubo ruido. Solo un silencio tormentoso. Las opciones eran pocos. Me movía y moría o me quedaba y moría. Si, las dos opciones llevan a lo mismo, pero este lugar me ha enseñado que solo hay esas dos opciones.
Vi un brillo en aquella grieta. Lo reconocí al instante. Era un objeto de metal. Uno que mataba gente. La punta del arma me apuntaba. Podría deducir que era una pistola de corto alcance.

—Parece que has despertado, nuevito— expresó una gruesa voz de hombre.
— ¿Quién eres tú?— pregunté muy confiadamente.
Creo que yo debería ser el que hace las preguntas.
— ¿Dónde estoy?
— ¡Oye! ¿No estas escuchando? Podrías morir.

Decidí no responder. Estaba claro que él no diría nada. Notaba en lo poco que alcanzaba a ver de ese hombre. Él no era un asesino. Lo pude notar en sus ojos cafés que brillaban con la luz de la antorcha. A pesar de tener el aspecto del típico chico "gánster" de barrio, él no era un asesino.

— ¿Dónde estás Azuck?— se escuchó desde donde venía aquel chico.
—Parece que tu invitado a despertado Akki— respondió él sin dejar de apuntarme.

De aquella oscuridad apareció una mujer de cabello castaño. Reconocí aquella voz casi al instante. Ella era la mujer que de cierta manera me había salvado. Seguí observando. Intente medir mis posibilidades de persuadir a aquellos dos. Tenían un arma, y, seguramente, no era la única. S i lograba ganarme su confianza seguro conseguiría lo que quería.

—Disculpen— intente intervenir para conseguir atención.
—Cállate— contestó la chica tomando el arma de las manos del tal Azuck.

Sin previo aviso, la chica disparo del arma hacia mis piernas. La bala reboto en el suelo mientras el sonido de la misma resonó por el lugar. Di un pequeño salto hacia atrás, en un intento de esquivar la bala. Sentí como mi cara tomaba una expresión de miedo mientras mis pernas comenzaban a retroceder. Había perdido tomo mi valor nuevamente.

Nunca me lo había preguntado pero, ¿quién vigila a los caníbales? ¿Ellos pueden ser mi esperanza? Las dudas llenan de nuevo mi cabeza mientras me preocupo por sobrevivir...


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Hola chicos...

Ya que ha acabado el capítulo quisiera agradecer a las dos personas que en su momento o ahora mismo han estado apoyando la historia haciendo posible que me dieran ganas de seguir escribiéndola.

Estas dos personas son: Azuck04 y Kim_YoonHyung. Les agradezco mucho a ustedes dos y, como dije en su momento, allí tienen sus personajes. Esta claro que serán parte importante de la historia, solo que en este capítulo quería dar la introducción a estos dos.
Les agradezco muchísimo el que votaran o comentaran la historia, y espero sigan haciéndolo.

Para todos los demás lectores, aun tengo otros tres o cuatro personajes que tienen un  puesto bacante, así que participad muchísimo para que vean el regalo sorpresa que les dejare en algún capítulo.

Un saludo a todos. Y nos leemos luego.
Chao~Chao

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