The Forest

Capítulo 11: La Montaña Helada

"¿Qué demonios hago en este lugar?", fue lo que pensé al verme arrastrado por aquellos dos, que podría llamar compañeros. Después de intentar calmar a aquella chica, fui arrastrado a aventurarme con ellos.
Parece que ellos tenían planeado viajar al norte de la isla. Aun así, ¿quién diría que haría tanto frio aquí? La zona norte es una maldita montaña helada. ¿Qué buscan en este lugar tan desolador? Al igual que yo, parecen buscar una manera de salir de aquí, por lo cual diría que también son sobrevivientes de algún accidente.
Ahora que recuerdo, ¿Akki no era una de las personas que iban en mí mismo vuelo? Juraría haber visto su nombre en una lista de pasajeros en el avión. Pero no podría decir lo mismo del tal Azuck. ¿Podría ser él sobreviviente más antiguo del lugar? Tal vez esta podría ser la oportunidad de derretir el hielo que hay entre nosotros. Es mejor eso a morir congelado.

—Disculpen— dije tímidamente.
— ¿Qué pasa? ¿Te has cansado?—preguntó la chica.
—No, no es eso. Quería saber cómo han llegado a la isla.
— ¿Eh?— contestó Akki con disgusto— ¿Por qué deberíamos decirte algo?
—<<Supongo que me la debes después de arrastrarme hasta aquí>>— pensé sin decir absolutamente nada.

Así, volvimos al silencio incómodo. Caminamos durante algunos minutos más. Podía sentir como me congelaba poco a poco a pesar de la ropa que portaba. El frio traspasaba mi enorme chamarra polar.
¿Qué era lo que buscarían en este lugar? Cada vez ciento que me alejo más de mi objetivo principal: Salvar a mi hijo. Aun así, no tengo que un arma para defenderme. Mi hacha se quedó en el avión y poco se de defensa personal. No me queda otra que seguirlos durante un tiempo.
Puedo estar seguro que con este clima pocos caníbales pueden vivir aquí. Realmente, ninguno aguantaría el frio. Dirijo mi mirada al cielo mientras pequeños copos de nieve caen sobre mi nariz. Me distraje un momento. Lo suficiente como para chocar con aquella mujer. Sentí como su fiera mirada se abalanzaba sobre mí. Al mismo tiempo, sentí como jalaba aquella gruesa chamarra de invierno que vestía y me arrojaba al suelo.

—Shhh... No hagas ruido— dijo con un murmuró que apenas logre escuchar.

Levante un poco mi cara. Note al otro chico tirando en el suelo, al igual que Akki. Mire más adelante, notando una escuálida silueta. Un gritó aterrador se escuchó cuando la silueta comenzó a correr hacia nosotros.
Mire a mi alrededor en un instante, pero ello ya no estaban. Ahora me encontraba frente a aquel hombre desnudo que se abalanzo contra mí. Sentía el miedo correr por mis venas.
En ese momento, mire como un puño se estampaba en la cara de aquel hombre. Seguí con mi vista la caída del sujeto. Presencie como una roca aplastaba la cabeza del hombre que había sido noqueado de un puñetazo.
Todo tan rápido, tan fácil. Quede impresionado por unos instantes, Voltee la mirada para ver a los responsables de tales actos. Allí estaban. Azuck y Akki. Mirando el cuerpo moribundo del sujeto.
Un ademan con la mano le basto a Akki para que la siguiéramos y dejáramos el cuerpo del sujeto allí tirado.

— ¡¿Qué mierda fue eso?!— pregunte con las palabras casi desgarrando mi garganta.
—Eso fue un caníbal de la nieve— respondió Azuck muy fríamente.
—Si no fuera porque hiciste de cebo, nos hubiera atrapado a todos. Bien hecho— comentó Akki dándome una palmada en la espalda.

Me sentí utilizado. Ellos jugaron con mi vida sin yo quererlo. Aquello me enfado. No pronuncie ninguna palabra más. Tomaría venganza. Eso estaba decidido...