CAPÍTULO 28: COOPER

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N/A: Muchas gracias a todos por leer y comentar... Último capítulo... Muchas gracias por todo vuestro apoyo a lo largo de esta historia. Espero que os haya gustado la mitad de lo que me ha gustado escribirla... Espero que os guste el final, nos leemos pronto en una nueva historia... En unos minutos subo el epílogo...

CAPÍTULO 28: COOPER

James estaba muy feliz porque había recuperado a su hijo. Habían hablado mucho ese fin de semana y habían conseguido eliminar todas esas barreras que los mantenía separados. Por eso decidió hablar con Cooper, para intentar que ellos arreglaran sus diferencias. Tal vez era el momento de que la familia volviera a unirse.

Después de la conversación con su padre, Cooper tardó poco en encontrar un vuelo a Ohio y preparar su viaje para ese mismo día. Después de tanto tiempo, no iba a esperar más para poder recuperar a su pequeña Ardillita, ese hermano al que tal vez no había cuidado y demostrado que lo quería, pero quería solucionar eso.

Llegó a Westerville para enterarse de que su hermano estaba ya en Dalton. Por la hora que era, sabía que hasta el día siguiente no podría entrar, por lo que subió a su habitación a descansar.

Blaine estaba junto a Sam en la sala de ensayo de los Warblers. Los dos estaban acompañados de varios amigos charlando después de decidir que canciones harían para los Sectionals y habían terminado la sesión. De repente, Cooper entró acompañado del director de Dalton, que le enseñaba el camino para asegurarse de que encontraba a su hermano.

Sebastian miró al recién llegado como si fuera la más deliciosa de las comidas. Era innegable que le encantaba el desconocido.

– Hola, Ardillita. – El mayor sonrió. – ¿Podemos hablar a solas?

Blaine miró a su novio, que le besó la mejilla antes de asentir. El rubio se quedó con el resto de Warblers mientras su pareja acompañaba al actor. Smythe frunció el ceño y miró a Evans, que susurró la palabra "hermano" a los demás para explicarles quién era. Tal vez tenía una debilidad por los Anderson, pero el actor le llamaba más la atención. La atracción era más intensa y por primera vez quería conocer a la persona antes de tener sexo loco... O, bueno, podían conocerse Y tener sexo a la vez, ¿no?

– Siéntate. – Blaine señaló la silla de su escritorio mientras él se sentaba en la cama. Cooper se sentó donde le habían dicho y miró a su hermano.

– Has crecido mucho desde la última vez que te vi. – El mayor rompió el hielo.

– La última vez que nos vimos yo tenía 13 años. ¿Qué es lo que quieres? – El menor se mostraba serio y cortante. Hacía cuatro años que no veía a su hermano y no le apetecía fingir que tenían algún tipo de relación. Había crecido queriendo ser como él y admirándolo para darse cuenta de que el otro no lo valoraba y no lo quería.

– Sé que te he abandonado y me arrepiento tanto... Debí llamarte cuando pasó todo lo del baile y tu ruptura con Sam pero mamá me dijo que estabas muy triste y no quería que tuvieras que revivir todo hablando conmigo... Y después has estado frío y distante y sé que es mi culpa porque debí estar a tu lado y... Bueno, papá me dijo que os habéis reconciliado y he vuelto para ver si tu corazón también es capaz de perdonarme a mí. – Cooper miró los ojos color avellana de su hermano. Sus personalidades eran tan diferentes y a la vez tan parecidas que asustaba.

– Yo sólo quería a mi hermano. Alguien que me apoyara, que me dijera que podría conseguir lo que me propusiera, que me dijera que no es malo ser gay... – Blaine bajó su mirada para fijarla en sus manos, que descansaban en su regazo.

– Te he fallado, lo sé. Si me dejas, prometo que voy a compensarte por todo. – El actor se acercó y agarró las manos de su hermano.

– Te quiero, Coop.

– Te quiero, Ardillita.

Cooper pidió permiso al director de Dalton para que Sam y Blaine pudieran cenar fuera y los llevó a un restaurante de comida italiana que había cerca de ahí. La intención era que el mayor conociera al novio de su hermano y pudiera estrechar los lazos con él para que mejorara su relación. Estaban ya en los postres cuando el actor decidió que debía empezar el interrogatorio.

– Sam... ¿Cuáles son tus intenciones con mi hermano? – El mayor preguntó.

– ¡Cooper! – Blaine protestó incómodo.

– Relájate, no me importa. – El rubio besó la mejilla de su novio para tranquilizarlo. – Amo a tu hermano y quiero una relación estable con él.

– ¿Te ves casado con él y formando una familia? – El hombre de ojos azules preguntó.

– ¡Cooper! No hemos pensado en eso todavía... Por favor... – El líder de los Warblers suplicó, pero su pareja lo interrumpió.

– Somos muy jóvenes por lo que, aunque lo he imaginado varias veces, será en un futuro lejano... Pero me encantaría. – El ojiverde explicó con tranquilidad.

– ¿Puedo confiar en ti para cuides de mi Ardillita? – El actor preguntó serio.

– Sí, lo cuidaré muy bien, te lo aseguro.

Blaine volvió a Dalton muy feliz, de la mano de Sam, después de despedirse de su hermano y se encontró con Sebastian. Le extrañó que los mirara de esa manera, pero aun así decidieron saludarlo como si nada.

– ¿Y tu hermano? – El castaño preguntó, haciendo que la pareja se mirara a los ojos.

– Ha vuelto a casa, vendrá a verme durante las tardes hasta que vuelva a Los Angeles... ¿A qué se debe el interés? – El moreno frunció el ceño.

– ¿Crees que podría acompañaros en alguna de esas visitas? – Smythe cuestionó.

– ¿Qué? – El ojimiel se alteró al escuchar la pregunta pero el rubio, conociendo a su pareja, lo agarró de la cintura y le besó la mejilla.

– Sebastian... Es una reunión familiar... No creo que sea buena idea. – Evans explicó.

– ¿Te gusta Cooper? – Anderson preguntó asombrado y algo incómodo porque sería raro que su hermano se acostara con alguien que había tenido sexo con él.

– Sí. – El castaño reconoció con naturalidad.

– ¡Oh! – Blaine estaba asombrado. – Será mejor que me vaya a dormir antes de volverme loco... Mañana nos vemos.

La pareja se fue de allí y Sam lo acompañó hasta su habitación. El moreno se volvió y sonrió antes de hablar.

– Aunque sigo en shock por lo de Sebastian... ¿Podrías pasar un momento? Hay algo que quiero hablar contigo.

– Claro... – Los dos entraron y se tumbaron en la cama.

– Sammy... Cuando mi hermano te ha preguntado sobre nuestro futuro... – El ojimiel se sonrojó.

– ¿No quieres que formemos una familia? Bueno, a mí me gustaría tener niños pero... – El rubio comenzó a hablar pero un beso le interrumpió.

– Yo también lo quiero... Es sólo... No pensé que lo habías pensado. – Anderson explicó.

– Lo he pensado mucho, la verdad. – El ojiverde reconoció.

– Yo también.

La pareja sonrió y volvieron a besarse. Los dos estaban enamorados y querían lo mismo para el futuro. No sabían qué les depararía el destino pero ellos estaban felices de poder vivir esa experiencia juntos. Después de todo lo que habían pasado, estaban dispuestos a luchar por su relación y a valorar cada momento que tuvieran juntos, porque podrían volver a separarse en cualquier momento. Sin embargo, ellos no sabían que eso no sucedería y que esa imagen de una familia juntos que en ese momento era un sueño, con el tiempo sería realidad y ese amor adolescente se transformaría en un amor verdadero y eterno.

Amor Adolescente (Blam boyxboy)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora