CAPÍTULO 19: LA FIESTA

313 18 3
                                    

N/A: Muchas gracias... Esta historia está llegando a su final... No es seguro, pero calculo que serán unos 25 capítulos... Aunque puede cambiar la cosa... Espero que os guste el final...

CAPÍTULO 19: LA FIESTA

Kurt había aceptado que el amor entre Sam y Blaine seguía vivo y no quería ser un obstáculo para la felicidad de sus amigos. Al contrario. Quería que volvieran porque se merecían poder relajarse... Además, ellos eran una esperanza para él. Al verlos sabía que había alguien para él en algún lado y que sólo tenía que esperar su oportunidad.

Como Anderson le había confiado su secreto, debía ser muy cuidadoso. No quería que pensara que lo estaba traicionando. Además, tampoco quería sacar del armario a Evans porque era un paso que debía dar él, sobretodo por el daño que podría hacerles a Quinn y Santana al enterarse.

La única idea que se le ocurrió fue preparar una fiesta y confiar en el alcohol. Sabía que no era el mejor plan del mundo, pero tal vez podría conseguir encerrarlos en algún lugar y cruzar los dedos.

De todos modos, no quería preparar el la fiesta porque no quería arriesgarse a que Blaine sospechara algo. Por eso convenció a Tina y Mike de que fueran ellos los organizadores. No les dijo exactamente el motivo, pero sí les explicó que, si todo salía bien, pronto sabrían el porqué de la fiesta. Aun así, necesitaban una excusa y pensaron que dirían que era para animar a Sam y que olvidara por un rato su complicada situación familiar ya que todos se habían acabado enterando.

Lo que Hummel no había calculado era que le costaría tanto convencer a su amigo para que fuera a una fiesta de New Directions. Anderson no parecía muy interesado en rodearse de los estudiantes del McKinley e incluso se había ofrecido voluntario para cuidar a Stacy y Stevie si era necesario. Por fortuna, los Evans podían encargarse, pero eso no hacía más fácil la asistencia del Warbler.

Finalmente pudo convencerlo y los dos amigos llegaron juntos a la fiesta. Tina y Mike los recibieron como al resto de los invitados. No eran muchos, puesto que sólo estaban los compañeros del Glee Club de la anfitriona y Blaine.

La música estaba alta y los muebles del salón habían sido movidos para formar una pista de baile. Los sofás se habían colocado de manera que podían usarlos para descansar sin perder de vista al resto de sus amigos.

Kurt buscó a Sam con la mirada y pronto lo localizó, junto a Puck. El rubio miró hacia ese lugar y se dio cuenta de que Blaine estaba ahí. Sonrió cálidamente en dirección hacia el moreno, que le devolvió la sonrisa, aunque de manera más tímida.

Anderson decidió ir a por unas bebidas y el rubio lo siguió. No había nadie en la cocina porque todos ya tenían sus copas y Hummel, al darse cuenta, se encargó de que nadie les interrumpiera.

Cuando Evans entró, sonrió al ver al otro de espaldas. Estaba poniendo algo de vodka en un vaso. Estuvo tentado a rodearlo por la cintura, pero se decidió que iba a aprovechar el momento.

– ¡Hola! Me alegra que hayas venido. – Sam susurró, haciendo que el otro se volviera.

– ¡Hola! – Blaine le respondió, claramente nervioso. No habían vuelto a estar a solas desde su "casi beso".

– ¿Quieres que...? ¿Podríamos hablar a solas? – El rubio quiso saber. Notaba sus manos sudorosas y su corazón acelerado.

– Será lo mejor.

Los dos chicos se acercaron a Tina y le preguntaron donde podían ir para estar a solas y tranquilos. La chica les indicó cuál era su habitación y ellos se dirigieron allí. Al entrar, el moreno se sentó en la cama de la chica y cogió uno de los peluches que había sobre ella. Observaba el muñeco mientras le quitaba pequeñas pelusas. Cualquier cosa era mejor que mirar al otro a los ojos. Temía derrumbarse cuando esa conversación terminara.

– Quiero pedirte perdón. – El ojiverde se sentó a su lado.

– Sé que lo hiciste pensando en lo que creías que era correcto y que todo se ha complicado. No tienes que disculparte. – El Warbler susurró, sin siquiera mirarlo.

– Quiero arreglar las cosas, quiero volver a lo que teníamos antes de... Bueno, ya sabes. – Evans añadió.

– ¿A qué te refieres? ¿A la amistad o a...? – La voz de Anderson temblaba y el otro lo abrazó.

– Quiero volver a ser tu novio. Sigo enamorado de ti y nada me haría más feliz que poder llamarte mi novio. Te he echado de menos, – Sam confesó y en ese momento los ojos color miel lo miraron por primera vez. Las mariposas de su estómago volvían a revolotear y esa cálida sensación tan agradable era suficiente para hacerlo feliz.

– ¿Qué pasará con tus amigos? ¿Vas a decirles que eres Demisexual? – Blaine se interesó y el rubio supo que el otro estaba dispuesto a darle una oportunidad, pero tenía algo de miedo.

– Ven.

El ojiverde agarró con suavidad la mano del otro mientras con la otra volvía a dejar el peluche en la cama y se levantó. Arrastró al otro de vuelta al salón, donde estaban todos. Kurt vio que los recién llegados estaban cogidos de la mano y sonrió satisfecho, el plan había salido mejor que él.

– Quiero contaros algo. – Sam dijo en voz alta después de bajar la música para que todos le prestaran atención.

– No tienes que hacerlo ahora... – Blaine intentó disuadirlo pero se dio cuenta de que era imposible.

– Quiero hacerlo. – El rubio miró al otro a los ojos un segundo antes de volver a prestar atención a sus amigos. – Soy Demisexual.

Las miradas de todos se clavaron en él con cara extrañada. Ninguno conocía ese término y él tuvo que explicarlo, con la ayuda del moreno, que no quería dejarlo solo. Después de que todos lo entendieran, se acercó al oído del Warbler para pedirle permiso para contar toda su historia. Como Anderson asintió, comenzó a contar la historia. Todos se sorprendieron porque no notaban nada diferente y alguna chica dejó caer alguna lágrima.

– ¿Habéis vuelto? – Tina preguntó emocionada.

– Sí. – Blaine asintió con decisión y Sam se volvió tan feliz que se olvidó de que estaban sus amigos con ellos y se agachó lo suficiente para que sus labios se encontraran por primera vez desde la fiesta de Rachel. Se habían extrañado tanto que el resto del universo perdió importancia. Escucharon algunos silbidos pero ellos lo ignoraron.

Se separaron y el rubio miró a su alrededor. Al ver a los demás, se dio cuenta de que todos aceptaban su relación y eso le animaba para seguir adelante. Volvió a mirar a su amado, que ya estaba donde pertenecía, entre sus brazos, mirándolo con amor. Volvió a besarlo, no le importaba nada más que seguir disfrutando de esos labios que eran tan dulces y deliciosas.

Ese era su momento, esa vez sabían que sí podrían comenzar su relación. Tal vez no sólo era un amor adolescente, tal vez era sólo un gran amor... Sin embargo, eso sólo el tiempo lo diría. Esa noche era para disfrutar, para reconectar, para comenzar una gran historia de amor, de esas que no se olvidan, de esas que se cuentan a los nietos aunque hayan pasado 70 años...

Amor Adolescente (Blam boyxboy)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora