CAPÍTULO 3: CONFESIONES

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CAPÍTULO 3: CONFESIONES

Sam cada vez tenía más claro que la demisexualidad era la etiqueta que mejor encajaba con él. Por eso decidió contárselo a sus padres. Sus hermanos eran pequeños para entenderlo, pero sabía que en un futuro cercano tendría que hablar con ellos.

Había algo que lo tranquilizaba. Hacía unos días habían ido toda la familia y Blaine al parque a hacer un picnic y habían visto a una pareja de mujeres besarse en la boca. No sabían si realmente eran lesbianas o simplemente eran dos mejores amigas muy cariñosas, pero Stacy se había asombrado y Mary y Dwight le habían explicado que dos chicos o dos chicas podían amarse de la misma manera que un hombre y una mujer. Ese reconocimiento por parte de sus padres hizo que el adolescente se sintiera más relajado con la posibilidad de reconocer su sexualidad.

Esa tarde, sin embargo, pasarían tiempo en casa. Cuando llegaron de clase, Stevie tardó poco en coger su balón y salir al jardín después de saludarlos. A él no le interesaba mucho pasar tiempo con el invitado. Sin embargo, Stacy se sentó en el regazo de Blaine. La niña se sentía muy unida al mejor amigo de su hermano y era habitual que cuando estaban todos juntos luchara por las atenciones del moreno.

Sam debía reconocer que eso le producía ciertos celos. Por un lado, la llegada de Anderson a sus vidas había conseguido que su hermosa hermana pequeña dejara de pensar que él era el mejor porque para ella Blaine era el mejor. Por otro lado, cada vez que la niña reclamaba las atenciones del moreno, él se encargaba de que se sintiera feliz y jugaba con ella, lo que hacía que el otro extrañara pasar tiempo con su amigo. En resumen, eso era una tortura.

Por otro lado, necesitaba hablar con sus padres, por lo que propuso que Stacy fuera a jugar con Stevie para poder estar algo a solas. Los adultos se extrañaron pero no comentaron nada. Fuera lo que fuese, ellos no iban a presionar a los menores.

Después de unos minutos en silencio, Blaine comenzaba a desesperarse. Apretó con fuerza la mano de su amigo, esperando que eso fuera suficiente para que reuniera el valor para contarle a sus padres lo que estaba pasando.

– Papá, mamá... Hay algo que quiero contaros... – Sam comentó. Las miradas de los dos adultos se pararon en las manos entrelazadas de los dos adolescentes pero no comentaron nada.

– Puedes contarnos lo que sea... Lo sabes, ¿verdad? – La mujer intentó tranquilizar a su hijo con toda la dulzura que pudo.

– Soy Demisexual. – El rubio dejó que las palabras salieran de sus labios sin siquiera mirar a sus padres por miedo a ser rechazado.

– Lo siento, hijo. No sé que es eso... ¿Te importaría explicármelo? – Dwight preguntó tranquilo. El menor suspiró antes de hablar. Sentir la mano de su mejor amigo enlazada con la suya y dando ligeros apretones para apoyarlo era más importante para él de lo que nadie podría sospechar.

– Para sentirme atraído por una persona, necesito tener una conexión con él. No encuentro atractivo a actores o personas desconocidas. Me he sentido atraído por una chica y un chico y los dos son personas con las que paso tiempo y tengo una amistad. – Sam miró a sus padres. Estaba tenso porque temía su reacción, pero Mary sonrió relajada antes de hablar.

– Nosotros te queremos tal como eres y no cambiaríamos nada de ti. Debo reconocer que esa descripción de lo que es ser demisexual encaja perfectamente en tu forma de ser. Cuentas con nuestro apoyo pase lo que pase. El amor es amor y nadie puede juzgar a otra persona por amar.

– Te queremos hijo.

Los adultos abrazaron al menor bajo la atenta y feliz mirada de Blaine. Se sentía orgulloso del valor que su mejor amigo había tenido y de que todo habría ido bien.

Cuando Blaine se marchó, Mary y Dwight fueron a la habitación de su hijo para terminar la conversación. Había una parte que no habían querido hablar frente a Anderson porque sospechaban que el joven tenía mucho que ver en el "descubrimiento" de Sam.

El menor estaba tumbado en la cama leyendo un cómic cuando entraron. La mujer miró a su alrededor algo incómoda por el desorden que había, pero no estaba ahí para eso.

– Hay una cosa que nos ha quedado pendiente en nuestra conversación. – El padre se sentó en la silla que había frente al escritorio mientras la mujer hacía lo mismo en la cama, cerca de los pies del menor.

– ¿El qué? – El adolescente se asustó, pensaba que todo estaba bien pero esa frase había conseguido que todos los nervios volvieran a él... ¿Acaso habían fingido que lo apoyaban porque Blaine estaba con ellos?

– Has dicho que te has sentido atraído por un chico y una chica... Bueno... Tu madre y yo nos preguntamos si ahora te gusta alguien y... – El mayor no sabía como plantear la pregunta.

– Queremos saber si te gusta Blaine. – Mary decidió intervenir al darse cuenta de que su marido no sabía como plantear su duda.

– ¡Oh! Eso... – Sam se sorprendió. Había aceptado su sexualidad pero no podía creer que sus padres quisieran hablar con él de eso. ¿No hablaban de chicas pero querían hablar de chicos?

– No me malinterpretes, no vamos a inmiscuirnos en tu vida. – La madre comentó y el menor la miró extrañado. ¿Acaso era capaz de leer sus pensamientos? – Sólo queremos que sepas que puedes hablar con nosotros de esos temas. Si tienes una relación con Blaine...

– Blaine y yo no somos novios. Que él sea gay y seamos amigos no significa que cuando estamos hacemos más cosas... – El adolescente se sonrojó al darse cuenta de que había sacado del armario a su mejor amigo frente a sus padres.

– Sabemos que Blaine es gay, sus padres nos lo comentaron hace semanas porque querían asegurarse de que no dañaríamos a su hijo o vuestra amistad por su sexualidad. Y no creemos que sois pareja porque él es gay y tú te sientes atraído por personas con las que tienes una conexión. Lo decimos porque nos hemos dado cuenta de la manera en que lo miras... Eres muy transparente en lo que se refiere a mostrar lo que sientes. – La mujer explicó con suavidad.

– Blaine me gusta pero no quiero estropear nuestra amistad.

– Te sorprendería lo que se puede ganar siendo valiente. – Dwight aconsejó a su hijo. Él era un experto en la situación. Tardó cinco años en atreverse a decirle a Mary lo que sentía porque tenía miedo de estropear su amistad. Parecía que la historia se repetía con su hijo y no quería otra cosa que no fuera su felicidad. Para muchos podría parecer que era muy pronto para enamorarse, pero él había amado a su esposa desde que la conoció con catorce años aunque no empezaron a salir juntos hasta que ambos cumplieron diecinueve. Sólo esperaba que Sam no fuera tan cobarde y comenzara a vivir su momento mucho antes de lo que él lo había hecho.

Por su parte, el adolescente se quedó pensando. Por un lado, le gustaría ser valiente y que todo saliera bien, salir a dar paseos con Blaine cogidos de la mano, robarle dulces besos cuando estuvieran a solas, sentir su piel con sus manos... Su mente viajaba libre por todas las cosas que haría con su mejor amigo si pasaban a ser pareja. Sin embargo, el pensar en que se distancien en caso de que sus sentimientos no sean correspondidos era algo que realmente lo aterraba. No tenían otros amigos y no quería estar solo.

Amor Adolescente (Blam boyxboy)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora