Damond apareció de repente en la habitación, a lo cual las chicas pausaron su conversación.
— Ahm, Rachelle... — Damond habló llamando la atención de la chica. — ¿Puedes venir un momento?
— ¿Pasa algo? — preguntó ella acercándose.
— Quiero darte algo. — dijo sacando de su bolsillo un frasco de pócima azul, pero más pequeño que el que usó para sanarla anteriormente. — Ya que visitarás a tu hermana, quiero entregarte esto. Puedes decidir si se lo darás o no, pero quiero que lo tengas. Esta fórmula, a diferencia de la otra, se puede beber y permitirá que sane por completo en pocos días, así su regreso a casa será más pronto. — habló sereno, sosteniendo la mirada en las manos de Rachelle, pues no se sintió capaz de verla a los ojos, no estaba acostumbrado a realizar buenas acciones por alguien que no fuera su hermana, y era evidente que aún le costaba.
Rachelle recibió el frasco conmovida, y sorprendida cuanto menos, para luego dedicarle una mirada dulce a Damond quien finalmente se animó a verla a la cara.
— Es... muy lindo de tu parte, gracias. — habló ella suavemente.
— No es nada, solo una forma de agradecerte por lo que hiciste por mí con Abigail. — respondió él.
Se sonrieron mutuamente mientras Megan observaba la escena desde la cama, asombrada por el acto de Damond, aunque no sabía exactamente de qué se trataba.
— ¿Puedo saber qué es? — preguntó Megan.
Rachelle se acercó nuevamente a la cama.
— Esta es una poción que cura heridas graves. ¿Recuerdas hace unos días, cuando te conté que Damond curó mis heridas? — preguntó Rachelle a su hermana. Ella asintió. — Esto fue lo que me aplicó, y hoy ya sanaron por completo, ni siquiera quedó cicatriz.
— ¿Entonces le darás eso a Nat? — preguntó Megan.
— Si la ayudará a sanar más rápido, supongo que no hay nada de malo.
— Pero Nat no es como tú. — Rachelle la miró interrogante. — Rache, tú no eres humana, Nataly sí, no sabemos si sea buena idea. — habló Megan con seriedad.
— Tienes razón en ese aspecto. — dijo Damond. — Nunca he visto que la poción azul se use en humanos, y desconozco totalmente el cómo actúe sobre ella. Analizando la situación, probablemente llegue a desmayarse, o en el peor de los casos, a convulsionar. Sin embargo, no es letal, así que pueden decidir dársela o no.
— Podríamos arriesgarnos, no creo que sufra más de lo que lo ha hecho; mamá me contó que lo ha pasado mal en sus terapias, si podemos agilizar el proceso, no le veo problema. —añadió Rachelle.
— Creo que lo correcto en este caso sería preguntarle a ella si lo acepta, infórmenla bien y así sabrá a que se arriesga. — sugirió Damond.
— Tienes razón — dijo Rachelle.
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Alas Negras: Metamorfosis | Libro Ⅰ |
FantastikRachelle descubre que posee un poder supremo oculto en su interior, el cual su abuelo demonio desea controlar para sus propios fines malévolos. Él envía a Damond, su mejor soldado, para corromperla. Sin embargo, contra todo pronóstico, Damond se enc...