Prologo

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En el bosque al que las personas temen, aquel que te envía a lo desconocido, se encontraba "La bestia", antes conocida por sus seres queridos como Wirt. Caminando sin rumbo observando la lámpara de aceite recordando lo sucedido antes de que su mente fuera corrompida, viendo la silueta de Greg, o tal vez era la locura que lo invadía lo que hacia que viera cosas que no estaban allí.

Siguió caminando sin rumbo fijo mientras reía en voz baja, lo suficiente para ser escuchado solo por el mismo, aunque... No es que hubiera nadie mas allí. Aun siendo un ser inhumano deseaba Diversión, esa que no había tenido en mucho tiempo.

Empezó a cantar aquella canción que le hacia volver en el tiempo, hasta que algo lo detuvo, una mano se poso sobre su hombro haciendo que este no se pudiera mover.

- ¿Diversión es lo que quieres...? Bien, yo puedo darte eso.

De repente todo se volvió negro...

~

Mientras tanto en un lugar completamente lejano a lo desconocido, un lugar gélido y frió, donde toda la vida que quedaba tenia que adaptarse a ser esclava de un invierno eterno, provocado por aquel que antes había sido el héroe de todo Ooo. Aquel que dejo de ser llamado Finn el humano para ahora ser el rey del hielo.

El peso que carga viene en forma de corona, siendo su bendición y maldición eterna, sin ella morirá rápidamente, con ella morirá su sentido común abriéndole paso a la locura que carcome su mente.

Mientras caminaba por su ahora expandido reino, luego de haber congelado el reino flama, empezó a caminar por el bosque congelando algunas ardillas que saltaban por allí con la poca fuerza que les quedaba.

La imagen de su mascota rondaba en su cabeza, colocada justo a un lado de su trono de hielo hecho con todo aquel que se rebelara contra su poder, siendo este su compañero eterno. Al recordar su antigua manera de vivir dejo de lamentarse.

- La vida es tan buena ahora... Todos como estatuas que no se niegan a obedecer, deberían agradecerme, les he concedido algo que nunca tendrían. La inmortalidad que les he otorgado debería hacerlos felices. ¿Cierto Jake? Se que estas feliz por mi, lo se, lo se, lo se...- Sonrió tiernamente aunque en sus ojos se mostraran rastros de ira mezclada con algunas pequeñas esferas de cristal húmedo.- Pero algo falta ¿No es así Jake? Aquí falta... Diversión.

La palabra mágica vuelve a ser pronunciada por un ser inhumano y corrompido, haciendo de esta un llamado.

- Yo te puedo otorgar diversión...

Antes de que el chico de cabellos dorados pudiera voltear su mirada sintió una mano en su hombro haciendo que su alrededor cambiara de azul y blanco a una penumbra total...

~

Volvemos a cambiar de escenario a un pueblo lejano de Oregón, el pequeño Gravity Falls, en donde el caos reinaba por cualquier rincón al que se mirase. El llamado Raromagedón se había desatado y ya nadie podía evitarlo. El gran científico Stan Ford, que era el único con conocimiento suficiente para hacerlo se encontraba convertido en una estatua, el segundo que podía hacer algo estaba en una situación peor.

Bill había usado su cuerpo como un contenedor para el mismo, deshaciéndose de la molestia que lleva por nombre Dipper, aunque no totalmente ya que su alma en vez de salir de su cuerpo permaneció encerrada en el, logrando que su conciencia y la del demonio se funcionaran en una sola, logrando que la mayoría de la conciencia de Dipper sobreviviera, volviéndose así un ser malévolo y desquiciado que mataba por diversión cuyos poderes eran lo suficientemente fuertes para desgarrar el espacio tiempo. Aun así la conciencia de Bill también predominaba logrando así una armonía caótica entre ambas.

Este, en su trono de cuerpos, se encontraba observando el caos desatado hace ya casi un año en aquel lugar, algo evitaba que expandiera su Diversión mas allá de ese pueblo, y eso era una pequeña parte de la conciencia humana que quedaba en ese cuerpo.

Impaciente y aburrido chasqueo sus dedos y apareció en lo mas profundo del bosque, algo allí lo calmaba de su constante cólera, tal vez era que los misterios de ese bosque seguían siendo eso, un misterio, aun siendo un ser con un conocimiento infinito esa chispa de curiosidad nunca se apagaba. Hizo aparecer en su mano ese utensilio de cocina que tanto le gustaba y empezó a apuñalarse a si mismo provocando risas agudas que lo hacían parecer mas desquiciado de lo que estaba.

Hasta que sin previo aviso tocaron su hombro haciendo que este poco a poco perdiera el conocimiento, no sin antes escuchar algo...

- Los cuatro nos divertiremos juntos... Te va a agradar tu nuevo hogar.

Nuevamente ese algo cumplió su cometido. ¿El objetivo de todo esto? Diversión. ¿Había una razón? Claro que no, ¿Quien de ellos necesitaba el razonamiento para ser feliz? Ninguno. Psicópatas, homicidas, desquiciados... Lo son, y ahora buscaran la manera de divertirse.

Bad Heroes [Bad End Friends] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora