Capítulo 63

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Paris, ahí fue nuestra luna de miel, Zack sabe que siempre he querido ir a Paris, él se tomó la molestia en tomar el vuelo en un jet privado para asegurarse de que yo no supiera a dónde iríamos hasta que llegamos. La belleza de Paris es inigualable, y pasar por esa experiencia con Zack fue aún más hermoso.

Durante nuestros días en la ciudad del amor, nos quedamos en el hotel Shangari La hotel, tenía aires de antigüedad Romana y modernidad al mismo tiempo, con pequeños salones ostentosos y hogareños en la recepción, la latas hermosas, cuadros auténticos y pisos ajedrezado que combinaba perfectamente con las paredes que seguían un patrón de círculos y rayas. Las noches allí fueron realmente mágicas, en una habitación con una hermosa vista hacia la torre Eiffel, cortinas que cubrían los ventanales y hacia juego con el  tapizado de las paredes.

Zack y yo nos olvidamos de Fernández y de todo el peligro que corríamos en Londres, en Francia éramos inmunes a todo eso, aquí solo éramos Zack, el bebé y yo, siendo felices, conociendo las maravillas de la ciudad, comiendo y disfrutando de cada segundo que pasaba. Nuestra experiencia en Paris fue tan buena, que buscamos un apartamento en el que podremos vivir en caso de que no tengamos a dónde ir, es nuestro para una gran emergencia.

Hasta que volvimos a Londres, las cosas seguían como la dejamos, no nos encontramos con sorpresas desagradables, volvimos a la rutina, trabajo, casa, y mis citas al hospital, estábamos teniendo un inicio de matrimonio más o menos normal, porque dos personas normales no tienen una casa llenan de hombres armados que te siguen a cualquier parte que vayas.

A lo que todavía no me acostumbro es a responder por el apellido de Zack, que ahora también es mi apellido, tuve que hacer un gran papeleo para cambiar mi apellido Patterson por Majid, y se siente raro que se dirijan a mí con ese apellido, pero me gusta.

Ha pasado tantas cosas buenas en nuestras vidas, que ya no vivimos con tanto miedo. Supimos el sexo del bebé, una niña, Zack se emocionó tanto que empezó a comprar todo tipo de cosas para la bebé, pinto una habitación de rosa, aunque yo preferí tener la cuna en nuestra habitación por seguridad, compró un montón de ropa y juguetes.

La llegada de nuestra hija, que decidimos llamar Brooke, fue un día lleno de muchas emociones, estuve tendiendo fuertes contracciones y cada vez se acercaba más el momento de que Brooke saliera, Zack estaba hablando demasiado mientras yo estaba desesperada porque esos dolores terminarán y estar a la lado de Zack nunca fue tan frustrante como en ese momento en el que Brooke está lista para salir, pero todavía no estaba completamente dilatada, cada vez que la doctora verificaba que estuviera en 10 centímetros de dilatación, era como una tortura. Hasta que por fin rompí fuente y llegó el momento más doloroso de mi vida, tuve un parto natural, Zack estuvo a mi lado todo el tiempo a pesar de que le hablé mal en varias ocasiones.

El parto fue todo un encuentro de emociones, inquietud, euforia nervios, al momento de pujar sentía que quería desgarrar mi cuerpo de la presión que sentía, el parto se sintió como fuego, mi cuerpo ya no podía hacer una diferencia cuando se puso tan intenso al final, y luego sentí un gran alivio, aun podía respirar.

Me encontraba tan agitada y sin fuerzas, hasta que vi a mi bebé, gritaba y era tan pequeña y frágil, recuerdo que en ese momento solo pensé, valió la pena todo el dolor, lo haría mil veces más para tener en mis brazos al verdadero amor de mi vida. Lloraba de la felicidad mientras la tuve en mi pecho por unos segundos, descubrí ese amor materno del que todas las mujeres hablan, la tuve en mis brazos por una fracción de segundos y me devolvió la fuerza que necesitaba, sentí que el corazón se me iba a salir del pecho de la felicidad que sentía. Miré a Zack y estaba tan feliz como yo, tenía una expresión inexplicable en el rostro, hemos traído al mundo vida, producto de nuestro amor es un sentimiento inexplicable, pero muy real.

Escape: Zack ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora