Capítulo 16

630 40 2
                                    

Zack

Mi padre insistió tanto en esa llamada que tuve que salir prácticamente corriendo del hospital, pretendía ayudar a Brenna con su hermana, pero su cuñado Logan está a la disposición, así que ellas no me necesitan. Durante el camino recibo otras mil llamadas, no sé qué demonios es lo que está pasando que me necesitan con tanta urgencia.

Me orillo en la calle para poder contestar el estúpido teléfono que no deja de vibrar en mi bolsillo del pantalón.

—¡¿Qué?! —Siquiera me tomo la molestia de mirar quién es el que tanto llama.

—Mierda Zack, ¿cuándo aprenderás a responder una llamada con modales? —es Thomas, no sé para qué demonios llama en este preciso momento.

—Ahora no puedo hablar —Cuando decido colgar el me grita para que no lo haga.

—Zack, acabo de ver a Boo, y no creo que sea buena idea dejarla sola —Odio que el la llame Boo, pero sé que lo hace para molestarme, espero que sea por eso.

—¿Qué quieres decir con eso? —pregunto confundido.

—Jack está detrás de ella, cuídala Majid —Juro que lo mataré si Jack le ha contado a Fernández, y si le toca un solo pelo, no lo pensaré para matarlo.

—Ella no está sola, yo me encargaré de Jack luego, tengo algo que hacer primero —No espero una respuesta de su parte, cuelgo y sigo mi camino hasta la casa en el parque. Puede que Thomas sepa muchas cosas de mí, incluso más de las que Harry o alguien más sepa, nuestra forma de ser es bastante parecida, pero él es mucho más aplicado que yo, de eso no hay duda.

Una vez llego a mi destino dejo mi arma recargada en caso de que vaya a suceder algo y de esa manera poder actuar rápidamente; Fernández me recibe con un grupo de hombres en el recibidor.

—Zack, tenemos un problema —dice inmediatamente cruzo el umbral de la puerta.

—Este es el horario de escuela, quedamos en que sería después de la escuela, ¿no? —cuestiono y el solo se ríe.

—Una entrega importante no llegó completa ayer, ¿sabes algo de eso? —No puedo creer que papá y el me hayan llamado con tanta urgencia para esta mierda.

—¿Estas insinuando que me robé algo o que yo se algo sobre un posible robo? —los hombres frente a él me miran con sorpresa. Fernández sonríe mientras juega con su pistola encima del escritorio.

—Escúchame bien hijo de puta —dice mientras me apunta con su revolver magnum 500 —. Si tienes algo que ver con esto, considérate muerto —me acaba de amenazar, espero que haya sido para quedar bien con sus amigos que no han dicho una sola palabra desde que llegué.

No muevo ni un solo músculo, y lo desafío con la mirada, le sonrío para hacerle saber que no me dan miedo sus amenazas.  Me empiezo a reír y obviamente él no sabe qué hacer. Yo sé que no va a disparar siquiera para solo herirme, primero porque soy lo suficientemente valioso para él, y no le hará daño a su más preciada joya. En caso de que no le importe herirme, pues, de todos modos, mi padre actuará en su contra.

—Me conoces, sabes que no me meto en esos asuntos —El me observa con ojos entrecerrados y baja la pistola.

—Es cierto —vuelve a reír —. Estoy sospechando de Jack, vigilalo —Maravilloso ahora tendré que andar de espía. Odio hacerlo.

—No puedo creer que me hayas señalado como ladrón —murmuro mientras abro la puerta para irme de allí lo antes posible, y aparece frente a mí el rey de toma, Jack Crawford.

Escape: Zack ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora