Escape: Zack ©

Capítulo 64

Zack

Ver a Brooke por primera vez fue algo tan indescriptible el amor que sentí cuando la tuve en mis brazos, no podía dejar de mirarla, estaba tan emocionado y feliz de tener una hija, nunca pensé que llegaría a tener una familia, pensaba que moriría siendo parte de l'ombra, veía a mi padre ser parte de esto y no poder llevar un vida normal con su familia, incluso tuvo que apartarse de nosotros para mantenernos con vida, ahora tengo este miedo impregnado en mi ser, no quiero alejarme de Brenna y Brooke, no quiero ser como mi padre, quiero ser mucho mejor y estoy fallando en ello.

Los mensajes que estaba recibiendo me tenían muy pensativo, y por más que no quise hacerlo, volví a fumar y a beber, me odiaba por eso, porque se supone que ahora más que nunca debería estar firme y preparado para cualquier cosa, pero no, estaba medio ebrio y drogado, me dije a mi mismo solo lo probaré y aquí estoy de nuevo, como si no hubiese casi muerto por consumir toda esta mierda, volví a ella una y otra vez, dependía de esto y en vez de hacerme sentir mejor, me sentía peor.

Me encontraba abrumado y sin saber que maldita cosa hacer, si Fernández quería volverme loco, lo estaba logrando, si los padres de Brenna me quería alejado de Brenna, también lo estaban logrando, he tenido que irme de casa por el bien de Brooke, no quería hacerlo, pero no tenía otra opción más que estar sobrio otra vez y esta vez dejarlo definitivamente, para eso tuve que buscar ayuda, y la única que puede ayudarme es Kathia, no quiero ir a una institución a que me encierren, es totalmente voluntario y yo no quiero ir.

Triste, ansioso y aterrado de que a Brenna y Brooke le pase algo en mi ausencia, llegue a casa de mi madre, donde no vivía nadie, Joshua seguía teniendo las llaves, así que no fue difícil entrar para quedarme allí mientras paso por el proceso de desintoxicación otra vez. Le pedí a Joshua que se quedara conmigo en la casa, Brenna y Brooke tienen todos los escoltas y no confío en mis habilidades estando como estoy.

Recurrí a Kathia al día siguiente de haberme ido de casa, ella sabe cómo se siente depender del cigarrillo y las drogas, ella sabe lo que es abusar del alcohol, ha estado en una etapa mucho peor que la mía, yo estoy empezando a reconocer que necesito ayuda, estaré sobrio para mi hija y mi esposa, porque nadie más que yo es quien tiene que cuidar de ellas. Le pedí a Bryan que me ayudara como lo hizo la última vez y para mi sorpresa se negó, al igual que Kathia, pensé que ella me ayudaría, pero me dijo lo mismo que todos han dicho, debes internarte un centro de rehabilitación.

—No quiero durar tres años encerrado con un montón de adictos, tengo una hija y quiero estar con ella lo antes posible —le digo a Kathia.

—Zack, no todos los procesos son iguales, tu estas dispuesto a dejarlo rápido, solo tienes que ingresar, veras que valdrá la pena Zack —responde Kathia.

—Bien, ¿crees que pueda ver a mi bebe y a mi esposa antes de ir? —le pregunto en un susurro.

—Deberías.

Mi última conversación con Kathia fue bastante corta y sincera, ese mismo día fui a casa, estuve con Brooke un momento y Brenna hablo conmigo sobre lo que tenía que hacer, pero ya había tomado la decisión de ir a un centro de rehabilitación, ella estará orgullosa de que haya decidido finalmente ir. Reconozco que no saldré de estas adicciones por mi cuenta, que no lo dejaré cuando quiera. Brenna, Thomas y Jenna fueron conmigo a ingresarme, estaba muy nervioso, tenía miedo, pero aun así lo hice.

Esperaba que fuera la gran cosa, pero no fue nada del otro mundo, me hicieron una evaluación a través de una entrevista personalizada, me preguntaron cosas como: ¿desde cuándo fumo y consumo drogas y alcohol?, ¿cuándo fue la última vez?, ¿que si he estado en un centro de rehabilitación alguna vez? y ese tipo de preguntas. Luego paso a la evaluación médica en la que tuve que hacer una muestra de orina y sangre. Ya estaba dentro, y pretendía quedarme aquí hasta estar completamente sobrio, y que sean muy bajas las probabilidades de que vuelva a recaer.