Capítulo 4

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No sé qué es peor, si el dolor de cabeza o el hecho de que tengo que ir a la escuela y pasar horas en clases, pretendía tener las pilas recargadas para molestar un poco a la chica nueva, Brenna, pero estoy de mal humor y con una resaca horrible.

Tengo varias llamadas perdidas, se perfectamente quien llamaba a esa hora de la noche y con un número desconocido, tenía cosas pendientes y sabía que si no resolvía eso rápido se iba a acumular con lo demás.

Devolveré la llamada cuando salga de clases. Debo pretender que soy un chico normal que quiere graduarse, ir a la universidad y toda esa mierda. Si estuviera en mis pensamientos ir a la universidad, estudiaría música o algo que tenga que ver con arte, pero es muy poco probable que vaya a la universidad, yo ya escogí un camino del que no se puede salir tan fácil y consume la mayor parte de mi tiempo.

Sé que el Sixth Form no es obligatorio, no pretendo ir a la universidad, así que lo hago para no tener tanto dinero en efectivo en casa, si a la policía se le ocurre revisar mi casa, quedare muy mal parado, por lo que necesito un trabajo que me dé el dinero que ya tengo, y así parecer menos sospechoso.

—Hey —creo que es la primera vez en el año que llego temprano a la escuela.

—¡Majid!, me han contado que estabas devastado ayer —dice Lawson en tono de burla. Él fue el primer amigo que tuve cuando llegué a esta miserable escuela, y es buenísimo dando consejos, pero yo nunca le hago caso a lo que dice, me gusta más la versión que me invita a fumar marihuana a su casa, es el más divertido y gracioso de mi reducido grupo de amigos.

—Sabía que Harry y Nigel no iban a mantener la boca cerrada —es lo único que digo.

—Aquí entre nos Zack, ¿aún no superas a Kathia? —pregunta Liam y para mi suerte no tuve que contestar a esa pregunta, realmente no quería hablar de ese tema, nunca quería. Brenna aparece de la nada salvándome de tener que contestar una pregunta que ni yo mismo sabía la respuesta, bueno, digamos que la sé y no tengo ganas de compartirla.

—Hola guapa —cómo es de esperarse en Harry, la mira de pies a cabeza, no desperdicia una oportunidad cuándo la tiene.

Harry es tan amable que a veces da asco, siempre con una sonrisa, hasta a sus enemigos les sonríe, conquista a las chicas con su voz ronca y su caballerosidad, a veces es muy travieso y deja a un lado el niño bueno, es cómo tener dos Harry. 

—Hola —ella no le presta mucha atención y hace ademan de que va a hablarme, no va a creer que porque la llevé a casa ayer seremos amigos o algo, si solo lo hice por compasión o eso creo.

—Zack, ¿me puedes decir dónde queda la clase de Keith Moor?, eres la única persona que conozco de mi especialización —No digo nada por un minuto, enarcando una ceja y mirándola directo a los ojos le digo:

—Yo no tengo la culpa de que no sepas como hacer amigos —ella me mira con notable sorpresa y deja salir un suspiro. ¿Por qué es tan tímida?, que ella le pregunte a alguien más no le van a dar un tiro o algo. O es muy introvertida o está es su forma de acercarse a mí, ¿acaso le he gustado?

—Idiota —dice entre dientes. Mi amigo Liam me golpea en el brazo cuándo ella nos da la espalda, ahora me hablará como mi padre lo hace. El hace la función de hermano mayor en nuestro grupo, casi no toma, es el que limpia los desastres cuando hay alguna fiesta, siempre está al tanto de las fechas importantes, es esa clase de chico, tan aplicado y servicial.

—No quisiera saber cómo la nueva te conoce, pero deja de ser tan idiota.

Escucho la risa de Lawson, y fijo mi vista en él, ahora tiene un cigarrillo en la boca, choco los puños con él porque sé que estamos pensando lo mismo. Liam cree que ya me bese con la chica y que quizás hasta pasó algo más, la mayoría de las que se dirigen a mí tan directamente, como Brenna lo acaba de hacer, es porque definitivamente ya tuve algo con ella, y lamentablemente ese no es el caso por mucho que me hubiese gustado.

—¡Oye! —Harry se le adelanta a Liam y corre hacía la chica. Veo cómo se saludan, Brenna le acaba de sonreír, se detienen y sé que hablan de mí, yo la vi primero así que no permitiré que Harry le sonría, peine su cabello para verse más guapo y mientras es amable con ella le mira las nalgas.

Está pensando en tirársela o quizás no, de todos modos no creo que la americana sea ese tipo de chica. Estoy casi seguro que no lo es.

—Yo la llevo Sanders —le hago saber cuándo llego al lado de Brenna. El me mira con una sonrisa burlona.

—Te veo por ahí Brenna —Se despide antes de volver con los chicos.

—Después del almuerzo te mostraré cada puto salón, no quiero que me estés buscando por ahí solo para eso, ¿está claro? —señalo con mi dedo índice. Ella me mira con los ojos entrecerrados.

—Hubiese preferido que tu amigo Harry me guiará, ¡idiota! —me está gritando, la única mujer que realmente se ha atrevido a gritarme, dejando fuera a mi madre y mis hermanas. Detengo mis pasos.

—Te estoy haciendo un favor, ¡niñita! —le grito devuelta, hemos llamado la atención de los demás, aquí son muy chismosos, están pendiente de la vida de todos, de la mía no pueden porque no soy muy hablador y cuando lo soy digo lo que quiero que los demás sepan. Las personas de la escuela solo saben que estuve con Kathia, que ella me abandonó y que desde entonces soy como soy, un idiota rebelde que se acuesta con las chicas y que tengo una reputación de ser un "malvado, frío y enojado" son rumores y cómo en todos los rumores hay algo de verdad en ellos.

—Todo favor viene con algo a cambio, y yo no te daré nada a cambio, prefiero preguntarle a alguien más a dejar que me hagas un favor —observo cómo mueve sus labios cuándo habla. Qué carácter tiene esta mujer, y por alguna razón me encanta.

—A ver, te cuidado como me hablas, te llevaré a la clase de Keith Moor y tú me seguirás, fin de la discusión —caminamos juntos hasta el dichoso salón, ella me mira con enojo y con unas increíbles ganas de golpearme, casi todas las chicas con las que he estado, después de Kathia, me temen, aunque sea un poco, Brenna no, ella solo quiere pegarme muy fuerte. Me gusta que se de a despertar.

—Si no fueras tan grosero, no tendría que estar haciendo un escándalo en medio de toda la escuela —masculla.

—Solo cállate y camina —me fulmina con la mirada, pero de todos modos hace lo que le pido.

—Ves lo que digo —No entiende o es estúpida, no digo nada más y así consigo que mantenga la boca cerrada.

Para la gran suerte que tengo, a pocos metros de la entrada del laboratorio veo a Kathia coqueteando y sonriéndole cómo boba a Bryan, quien se supone era mi mejor amigo, ese amigo que está contigo desde infancia. La imagen de ella dos juntos me sigue pareciendo desagradable aún más cuando hacen I intente el fallido de tener algo a escondidas.

Noto su mirada en mí y por instinto acorralo a Brenna contra uno de los casilleros, estábamos muy cerca, podía sentir su respiración, ella estaba notablemente sorprendida, lo podía percibir en su mirada y su respiración. Sus ojos son de un azul intenso, pestañas largas y poco maquillaje, es realmente hermosa, estaba a punto de besarla, por un momento olvidé porqué la estaba acorralando, el sonido del timbre interrumpió el casi contacto de nuestros labios, así que me separo completamente de ella.

Si el director nos ve, enloquecería, está prohibido esas demostraciones de afecto en la escuela, estamos aquí para estudiar no para besuquearnos, si tan solo supiera.

—En la cafetería después de almorzar —susurro y entro al aula sin decir nada más. Conozco un montón de chicas lindas, y apenas me doy cuenta de la belleza natural de Brenna, pero de igual modo no me gustaría más que para una sola cosa, sexo, con ese carácter, a que chico no le gustaría de esa manera.

Escape: Zack ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora