Siempre estaba ahí, solitario leyendo y con audífonos. Me parecía tan guapo, tan intelectual. Pero por primera vez en mi vida, un chico no me había hechizado desde la primera mirada. Era extraño, lo sé porque siempre me limitaba a mirarlo y pensar para mis adentros: ¡Qué guapoo! ¿¡Todos los de prepa tenían que ser guapos?! (Era la realidad, en el instituto, para mí y para muchas otras chicas, los de prepa estaban guapísimos, o bueno la mayoría, lo cual era como el cielo pero poco a poco te acostumbrabas)
El chico de vez en cuando me veía y yo en realidad no le daba tanta importancia. Reía demasiado en la biblioteca, vaya seguramente Casimir ya me odiaba pero jamás me regañaba. Para mi sorpresa había descubierto que nadie iba a leer a la biblioteca, excepto el guapo. Todos iban a por el internet del Secobi y siempre se veían chicos en sus celulares. Era tan extraño... yo en el Secobi todos los recesos y viendo a un chico que obviamente me veía como una chiquilla. Nada especial, sólo que se me estaba haciendo una costumbre ir a la biblioteca. ¡Y por Dios, yo ya estaba decidida a que no me harían sentir nada, ni ilusiones ni nada! No quería otro que rompiera mi pequeño corazón como lo habían hecho ya.
Peor, aún no sabía su nombre pero ya estaba imaginando nombres que le quedarían a ese lindo rostro, no tenía ni la menor idea de quién era esa persona, si mis expectativas eran muy altas o estaba en lo correcto que sería un hombre nerd, prudente, observador y hermoso, aunque eso era un hecho.
No pienso que él me hubiera notado, no creo, su libro le parecía más importante.
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No se permiten ilusiones
أدب المراهقينAcabo de conocer al chico más guapo de la biblioteca, un estilo totalmente diferente a lo mío: callado y un lector nato. ¡Lo veo todos los días! Pero tengo que mantener los pies en la tierra, él ya se ve grande como para fijarse en mí. Además a m...