Nota: Esta parte es escrita por mi amadísima Ross, sobre como ella vio las cosas (muy distintas y graciosas) el día que le hablé a Mateo. Me encantó♡
Iba de camino al secobi como siempre en el recreo, cuando de pronto veo a Natalia más emocionada y nerviosa de lo normal. Ella me dijo que iba a hablar con el secobiano, yo solo esperaba no tener que hablar.
Llegamos con Casimir por las credenciales y nos dijo que no nos las podíamos llevar, Natalia se empezó a poner más nerviosa aún porque ya no tendría excusa para hablarle, así que se me ocurrió la idea de hacer una encuesta para tutoría, ella se emocionó demasiado y se fue con el secobiano muy contenta y yo solo la seguí, mientras anotaba las preguntas en mi celular.
Cuando llegamos ella le tocó el hombro esperando que volteara, él se quitó sus audífonos y la volteó a ver.
-Oye... ¿vas en prepa no?- él solo asintió esperando a que volviera a hablar.
-¿Te podemos hacer unas preguntas para tutoría?
-Sí- era la primera vez que hablabla, seguramente tampoco era muy bueno para hablar con las personas y por eso no hablabla tanto.
-Bueno la verdad es que las preguntas son un poco estúpidas, pero bueno ¿no importa?- Lo dijo muy rápido, supongo que estaba nerviosa por que estaba diciendo groserías.
-¿Cómo te llamas?
-Mateo Macbeth- Lo primero que pensé fue que como rayos se escribe eso, así que le pregunté y él se lo deletreo a Natalia. Le preguntó unas cosas más, pero se puso nerviosa y se puso a reír muy fuerte, así que me puse a reír con ella, parecía que Mateo se quería reír pero no lo hacía.
-¡Ríete!- Le dijo Natalia con un tono juguetón y le dio un golpe que para ella fue despacito, pero para él y para mí fue un golpe que lo pudo haber mandado al otro lado de la biblioteca, él soltó una risa entre nerviosa y asustada que me hizó reír más. Ella le seguía preguntando cosas y yo bajé la mirada al piso, cuando la levanté vi que Natalia escribió en mi celular que le preguntara a Mateo si le gustaban los juegos de mesa, así que tomé aire y le pregunté brutamente, él contestó que sí y que su favorito era monopoli, Natalia dijo que nunca lo había jugado y se me hizó raro porque quién nunca a jugado monopoli ¿no?
-Oye... la verdad ¿te incomodamos?
-Sí un poco porque no soy tan bueno platicar con las demás personas.
-Ja ¡tenía razón! Ya somos dos...- Quizá lo último lo dije en voz alta ¡qué pena! espero que no me haya escuchado.
-Bueno definitivamente no es mi caso...-en eso tenía razón, es la persona más sociable que conozco, a veces quisiera ser sociable como ella.
El timbre sonó y la verdad me sentí muy aliviada de no tener que hablar más.
-Muchas gracias por contestar la encuesta y sinceramente tenía mucha curiosidad por hablarte. ¡Mañana hablamos!-No pensé que lo fuera a decir, fue muy directa.
Bajé la mirada hacia al piso y cuando volteé Natalia ya no estaba, así que volteé al frente y Mateo me estaba viendo, volví a bajar la mirada y seguí a Natalia que ya estaba saliendo del secobi.
Ella volvió a entrar y dio un extraño salto acompañado de un grito muy raro.Un muchacho que iba pasando se nos quedó viendo y con los labios articuló un ¿qué? Yo solo me encogí de hombros ya que no sabía que pasaba, él rió ante mi reacción y yo también lo hice.
Seguí caminando hasta alcanzar a Natalia y dirigirme a mi clase.Espero que les haya gustado, no soy muy buena escribiendo pero Mafer me pidió contar mi versión de la historia y aquí esta.
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No se permiten ilusiones
Ficção AdolescenteAcabo de conocer al chico más guapo de la biblioteca, un estilo totalmente diferente a lo mío: callado y un lector nato. ¡Lo veo todos los días! Pero tengo que mantener los pies en la tierra, él ya se ve grande como para fijarse en mí. Además a m...