Nota: Gracias a todos por darle la oportunidad a mi historia. ¡Los quiero!
Mi ser temblaba de pies a cabeza, segundo intento de hablarle... En la primera había sido un asco, ni siquiera pude acercarme, sólo mis nervios y la cobardía. Pero hoy, Miércoles ¡Era la vencida! Mi plan inicial era pedirle a Casimir, que le mandara decir algo al guapo, pero tras mi ataque de risa nerviosa cuando hablé con Casimir, a ninguno se nos ocurrió alguna idea. Sí, nos habíamos hecho súper amigas con Casimir, era un ángel, tenía buenos temas de conversación y era bastante divertido. En fin, lo importante, el intento de hablarle al Secobiano, como ahora le llamaba porque no tenía idea de su nombre, ¡Hasta que a Ross tuvo una idea mejor!
-¿Y si le decimos que tenemos una encuesta que contestar para Tutoría?
-¡Sí, sí, sí!- Le contesté casi gritando (Seguramente a estas alturas, él ya se había dado cuenta de que quería acercarme, porque no podía evitar hablar muy fuerte)
-¿Pero por qué le quieres hablar? No entiendo- Me preguntó Casimir confundido y divertido. Y el ataque de risa y los nervios hacían que yo moviera las piernas rapidamente. Aún seguíamos los 3 en la barra de recepción inventando cualquier pretexto. Era increíble como Casimir en tan poco tiempo se había vuelto alguien especial, mi confidente.
-Es que le gusta- Respondió Ross sonriendo.
-Sí..-Le dije casi como un chillido sonriendo. ¿¡Donde rayos estaba Pato cuando más lo necesitaba?! Con él a mi lado hubiera sido más fácil hablarle, pero desde ayer no lo había visto y ya le había mandado muchísimos mensajes pero ninguno le llegaba :(
-¡Hagamos preguntas sobre la prepa!- Le dije muy ansiosa y sonriente mientras Ross sacaba su celular y empezaba a redactar las preguntas.
-Pues suerte- Me dijo Casimir con otra sonrisa en el rostro. ¡Tenía ojuelos!
-Gracias... ¡Oh no! ¡Me manché la blusa de chile! ¿Se nota mucho?- Les pregunté mordiendo mi labio inferior (Hoy morder mi labio se hacía costumbre, ayudaba a calmar los nervios que sentí con más fuerza mientras se iba acercando el receso para hacer mi plan macabro) Los dos me miraron y Ross dijo:
-No mujer, casi no se nota sólo échate el cabello sobre la mancha.
¡Bieen Natalia! Elegiste buen día para llevar el cabello suelto (porque cabía la posibilidad de hablarle hoy)- Pensé.
-¿Te manchaste? ¿Dondé? ¡Y qué tiene hombre!- Dijo Casimir sin notar la mancha. Definitivamente los hombres eran más despreocupados, ojalá en ese momento yo pudiera estar así.
{...}
-Oye...- Pronuncié con voz temblorosa, tocando su brazo derecho con mi dedo índice, frente a él ¡No podía creer que por fin lo había logrado! Inmediatamente el secobiano, el chico guapo se quitó un audífono y miró, esperando mi respuesta y posando sus preciosos ojos cafés en los míos, me transmitían paz, tranquilidad y seguridad- ¿Vas en prepa no?
Él asintío, haciendo que una descarga eléctrica recorriera todo mi cuerpo.
-¿Te podemos hacer unas preguntas para la clase de Tutoría?
-Sí- Respondió tan tranquilo, su voz era hermosa, armoniosa, masculina y me parecía una perfecta melodía. Ross me paso su celular (donde anotamos las preguntas. Ella no hablaría para nada porque era muy penosa) Lo tomé con mis manos temblorosas, ok por lo menos ya estaba abierto en la página de preguntas.
-Bueno la verdad es que las preguntas son un poco estúpidas, pero bueno ¿No importa?- Dije muy rápido, delatando mis nervios. OMG! De nuevo tragame tierra, el primer error. ¡¿Tenía que decir groserías!? Seguramente a él no le gustaban las chicas groseras. Pero era inevitable, cada vez que me ponía nerviosa, empezaba a decir groserías en cada frase. (Así había estado todo el día) Y sin dejarlo responder continué hablando y sonriendo intensamente, mi boca no podía regresar de la sonrisa, era imposible
-¿Cúal es tu nombre?
-Mateo Macbeth- ¡Se llamaba Mateo! Jajaja ya lo sabía, la mitad de las preguntas ya sabía que iba a responder, porque tras apodarle el Secobiano enserio tenía que descubrir su nombre así que ya lo había buscado en el anuario escolar del año pasado. Iba en 5F quizá tendría 16 o 17 años. De todos modos el "Secobiano" se escuchaba mejor.
Mis manos no podían controlarse, por lo menos esperaba que se disimulará porque estaba tecleando.
De pronto su sonrisa había aparecido, como respuesta a mi sonrisa.
-¿Pero cómo se escribe?- Interrumpió Ross, haciendo que así no se notara tan obvio que yo ya sabía sus respuestas.
-Mmm... sí como se escribe-Pregunté mientras Ross me volteaba los ojos dándose cuenta del error mientras Mateo no apartó la vista de mí ni un segundo.
-Mac y despúes B-E-T-H.- Respondió, o eso creo, porque literal me quedé perdida en su mirada. Yo a comparación con él me veía tan nerviosa. Saliendo de su mirada, la dirigí al celular, no necesitaba que me deletreara el apellido que me sabía de memoria porque ese lindo apellido combinaría bastante bien con el mío.
-¿Te gusta la prepa?
-Sí.- Él seguía sonriendo, nunca dejo de sonreír.
-¿Cuanto le das del 1 al 10?- Pregunté. ¡Madre! Que creativa era, eso lo acababa de inventar sólo para hacer la conversación más larga.
-Mmm... 8
-¿Porqué 8 y no 10?- Otra pregunta recién inventada, Yo hablaba tan rápido y él tan pacífico. Él soltó una pequeña risa, ni yo hubiera podido contestar eso.
-Mmm... no sé. Deja pienso.- Respondió y por fin despego la vista de mí y empezó a ver a su alrededor, buscando la respuesta.
-Bueno no importa, le das 8- Dije mientras Mateo (Me encantaba escribir su nombre y escucharlo por mi cabeza resonar) regresaba la vista a mí y otro ataque de risa venía a mí. Ross y yo empezamos de nuevo a reír. ¡Cuantas mentiras juntas para hablarle al chico! Mateo quería reírse, lo notaba porque me miraba y llevaba su mirada a su regazo, haciéndolo varias veces y sonriendo más cada vez que me veía.
-¡Ríete!- Le dije con voz risueña mientras le daba un pequeño empujón a su hombro y él se rió un poco, más bien asustando. Otro ataque de pánico y risas. Luego continúe volviendo a sonreír.- Bien ya, perdón. ¿Qué recomendaciones das para la prepa?
-No dejar todo para último momento porque genera mucho estrés.- Una cosa para agregar a mi lista de cosas que me gustaban de él, hablaba tan profesional que impresionaba no parecía chico de 16 o 17. ¿Por qué Mateo me gustaba? Siempre me habían gustado los desmadrozos, los platicadores y aventados, al menos mi ex era así, tenía un saludo para todos. Las preguntas finalizaron y obvio yo no quería dejar de hablar con él, por lo que escribí en el celular donde sólo Ross podía ver:
ROSS preguntale por los juegos de mesa porfaaa hazlo por mí!!
No pensé que Ross lo fuera a hacer ¡¡Pero lo hizo!!
-¿Te gustan los juegos de mesa?- Soltó brutalmente.
-Sí.
-¿Cuál es tu favorito?- Le dije yo, mientras los dos seguíamos sonriéndonos.
-Monopoli
-Jamás lo he jugado. Oye.. la verdad ¿Te incomodamos?- Dije. (La pregunta que verdaderamente quería decir)
-Sí un poco porque no soy tan bueno para platicar con las demás personas.
-Ya somos dos- Dijo de pronto Ross.
-Bueno definitivamente no es mi caso-Dije sin más respuesta.
El timbre sonó y yo me sentí triste aunque ¡El mejor día sin duda!
-Muchas gracias por contestar la encuesta y sinceramente tenía mucha curiosidad por hablarte. ¡Mañana hablamos! -Así me fui sonriendo mientras él asentía. No le dejaría de hablar, de eso ya estaba segura.
La siguiente hora de clase: Física, no pude dejar de sonreír.¡Lo había logrado!
ESTÁS LEYENDO
No se permiten ilusiones
Novela JuvenilAcabo de conocer al chico más guapo de la biblioteca, un estilo totalmente diferente a lo mío: callado y un lector nato. ¡Lo veo todos los días! Pero tengo que mantener los pies en la tierra, él ya se ve grande como para fijarse en mí. Además a m...