June va a ir a la cárcel, seguro [NO CORREGIDO]

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Kira's Pov:

La luz de la ventana solo iluminaba una pequeña parte de la habitación, haciendo que el resto quedase a oscuras. Escuché a Michael entrar detrás de mí.

—Vayamos con cuidado, no sabemos quién puede estar aquí. — dijo en voz baja.

Asentí con la cabeza y saqué una linterna de mi mochila. Sentía los ojos de Michael clavados en mi espalda, pero lo ignoré. Sabía que si lo miraba iba a recordar lo que había pasado en ese cuarto de limpieza hacía unos minutos y tendría que decir algo o incluso terminar lo que había empezado, y no quería eso. No, si quería, pero no podía. Tenía que concentrarme en lo que estábamos haciendo y no iba a dejarme llevar por mis impulsos como siempre.

Barrí con el haz de luz de la linterna la habitación, estaba vacía, excepto por una cosa. Había una puerta de madera y una sola caja de cartón. Michael prendió su linterna y se acercó. Abrió la caja mientras yo probaba con la puerta. Estaba abierta y saqué con cuidado la cabeza, esperando que apareciera uno de los hombres y me noqueara. Pero no pasó nada, había un pasillo desierto con una escalera al fondo.

—Creo que encontré algo. —dijo Michael, así que cerré la puerta y volví a entrar.

Me dirigí hacia donde el castaño estaba sentado. Sostenía unas hojas de papel en una mano y en la otra tenía la linterna. Me arrodillé a su lado.

—Creo que es una lista de lugares. — cambió de hoja— Y de personas. — Ojeó rápidamente las demás— No estoy seguro de lo otro, pero es algo.

Tomé una y la examiné. Había anotados algunos nombres de ciudades y números. Sentí una mezcla entre triunfo e inquietud. Teníamos información, pero no sabíamos muy bien de qué se trataba.

De pronto se escuchó un estruendo en el pasillo. Michael y yo nos miramos y me apresuré a guardar las hojas en mi mochila, mientras él se levantaba y se dirigía hacia la puerta. Apagamos las linternas y abrió. Inmediatamente lo hizo, la voz de una mujer se escuchó al mismo tiempo que alguien corría. Michael cerró rápidamente y me miró:

—Tenemos que irnos. — Dijo, respirando agitadamente— De alguna forma supieron que estábamos aquí y ahora mismo se están acercando.

Me puse de pie y me dirigí a la ventana, con Michael detrás. Los pasos se acercaban.

El castaño miró la puerta y luego a mí.

—Escucha, conviértete en algo. Lo que sea. — Señaló hacia afuera mientras los pasos se detenían detrás de la puerta— Tienes que buscar a los otros y llevar los papeles, lo más rápido que puedas. No van a tardar en darse cuenta de que algo falta. —Se escuchaba una especie de discusión— Voy a intentar retrasarlos, pero no sé cuántas posibilidades tengo. — Suspiró y me miró a los ojos—Tú solo vete.

Lo miré, asustada, mientras la puerta se abría.

— ¡No pienso dejarte aquí! —exclamé, tomándolo del brazo.

—Y yo no pienso dejar que te atrapen a ti y a esos papeles. — Entraron varias personas corriendo y Michael me empujó a la ventana— ¡Vete!

Salté de la ventana y me convertí en un gorrión, y me apresuré a alejarme lo suficiente para que no me vieran antes de detenerme. Me posé sobre un tejado y volví a ser una persona. Apoyé la espalda contra una chimenea e intenté calmar mi respiración.

No iba a abandonar a Michael, de eso estaba segura. No podía ni quería hacerlo, no ahora. Iba a volver e iba a sacarlo de allí.

Le eché un vistazo a la mochila y pensé en los papeles. Tenía que dárselos a los demás, no podía perderlos. Me concentré y busqué algún animal. Encontré un gato callejero y lo llamé. Le expliqué lo que tenía que hacer y dejé que tomara las hojas con la boca. Le acaricié el lomo y observé cómo se alejaba. Solo esperaba que no se distrajera con algún roedor y entregara los papeles a June.

La hija de la naturalezaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora