Problemas, problemas y ¿adivinen qué? Problemas. [NO CORREGIDO]

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Kira's Pov
Michael, June y Nick dormían en sus asientos, mientras yo miraba pasar las ciudades debajo nuestro. Eran las tres de la tarde, faltaban unas horas para que llegáramos a Bariloche, y la luz del sol iluminaba las nubes que pasaban por nuestro lado.

Miré al pelirrojo que dormía en la fila de al lado. Me traía demasiados recuerdos y tenía una confusa mezcla de sentimientos. Pero eso no era lo importante, me tenía que enfocar en que Nick había aparecido de manera muy sospechosa. Y muy lejos de Estados Unidos. Además de que tenía un mal presentimiento en cuanto a él, no sabría explicarlo bien, era extraño. Aunque, en realidad no había causado problemas ni hecho nada para que desconfiáramos de él (si ignoraba la discusión con Michael, pero Nick siempre había sido descontrolado, impulsivo y un poco violento. Bastante parecido a mí, en realidad).

Michael se removió en su asiento y dirigí mi mirada hacia él. Lo que sentía hacia él era incluso más complicado que lo que sentía hacia Nick. Justo antes del que el pelirrojo llegara, había empezado a aclarar los sentimientos hacia él. Pero apareció Nick y mi corazón y mi cabeza se volvieron un desastre.

Volví mi mirada hacia la ventanilla. Los ojos me pesaban, estaba muy cansada de tanto pelear y correr,  pero no quería dormir. No me sentía segura durmiendo, uno de los otros pasajeros podía ser un monstruo y atacarnos. Definitivamente me iba a quedar despierta. June se movió y tapó con su cuerpo la ventanilla, dejándome sin nada con lo que distraerme (ya que yo estaba del lado del pasillo).

Luego de unos minutos ojeando la revista del avión, mis ojos comenzaron a cerrarse. La dislexia tampoco ayudaba. Pestañeé varias veces y me froté los ojos, intentando despabilarme. Volví a mi lectura, pero los ojos me pesaban demasiado y dejé la revista a un lado. Cerré los ojos con fuerza y los volví a abrir, mientras pestañeaba rápidamente.

-Kira, tal vez deberías dormir.- dijo Michael, abriendo los ojos y enderezándose en su asiento.

-No, no tengo sueño.-mentí y abrí mucho los ojos, poniéndome derecha.

-Lo siento Kira, pero no sabes mentir.- se inclinó en su asiento hacia mi lado para poder mirarme mejor.-Duerme un poco.

Resoplé.

-No voy a dormir. No es seguro. Podría aparecer un monstruo y atacarnos.

-Kira, a veces está bien aceptar ayuda.- sonrió - Yo ya estoy descansado, puedo vigilar.

Lo miré, dudando.

-Confía en mí. Necesitas dormir.- se acomodó en su asiento y tomó la revista, luego de echarme una mirada para que le hiciera caso.

Le dirigí una mirada de agradecimiento y cerré los ojos, mientras me acurrucaba en mi sitio. No tardé ni dos minutos en dormirme.

El viento helado me estaba congelando mis brazos descubiertos. Miré a mi alrededor, estaba en el mismo bosque nevado de los sueños, pero está vez era al pie de una montaña. A pesar de estar en el medio de la naturaleza (lo que normalmente hacía que me sintiera muy bien) sentía algo extraño en el aire, algo que me molestaba. Esperé a que Kremanus apareciera, pero esa vez no emergió de entre los árboles, como había hecho las veces anteriores. Me extrañé. A lo lejos se escuchaban una voces, así que me dirigí hacia allí.

Me abrí paso entre los árboles. La nieve empapaba mis zapatillas y tenía los pies fríos. Caminé unos metros hasta la base de la montaña, hasta que pude ver a Kremanus de espaldas. Hablaba por mensaje Iris con alguien que no pude ver, ya que el dios lo tapaba con su cuerpo. Parecía ser que Kremanus no se había dado cuenta de que yo estaba allí.

La hija de la naturalezaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora