Durante una hora, Harry siguió el rastro de masacre que había dejado la criatura a su paso. Partes enmarañadas y sangrientas de cuerpos yacían esparcidas ante sus pies a cada minuto; eran el legado de la fuerza bruta de la criatura que podría descuartizar rápidamente al menos cinco cazadores armados.
Pero luego, como si hubiera desaparecido en el aire, el rastro de los cuerpos que le habían servido de cena se detuvo. Durante otra hora, Harry continuó buscándolo, cada vez más en lo profundo de las junglas plateadas del Monte Lia hasta que, finalmente, se dio cuenta de que se alimentaba cíclicamente.
Se detuvo abruptamente, respiró hondo y permitió que sucediera algo que sabía llamaba al peligro. Convocó a su propio predador interno a la superficie. Tal vez fuese imprudente, pero percibió que las vidas de su hermano y de su mejor amigo podrían depender de eso.
Sus ojos destellaron con un amenazante color verde, sus dientes surgieron ligeramente y Harry convocó lo suficiente del predador como para que sus sentidos pudieran triplicar su intensidad. Sonrió con buen humor cuando, un momento después, detectó tres esencias que, bajo circunstancias normales, no habría podido rastrear salvo que hubieran pertenecido a su Pareja Sagrada.
Notó que las tres esencias eran masculinas, pero solamente dos era conocidas. Mientras dejaba que el predador emergiera un poco más, elevó violentamente la cabeza y orientó furtivamente sus ojos verdes en la dirección adecuada. Las esencias iban hacia el sur. Hacia Giselle y los bebés.
Le surgieron completa y violentamente los colmillos; no dejaría sin castigo que desafiaran su territorio y posesiones, incluso cuando le resultara imposible romper el sello de la carpa en caso de que la criatura los encontrara. Cuando su cuerpo salió disparado con una velocidad sobrenatural a través de los árboles plateados, sus sentidos percibieron el aroma de sangre cálida y el latido de un corazón. Harry pensó, en algún lugar de su neblinosa mente, que sólo quedaba una pequeña parte de quien él era en realidad. El predador se había apoderado del resto.
* * * * *
Giselle y Yoli se acurrucaron junto con los panis y las perras y gritaron cuando la criatura intentó rasgar la tela de la carpa nuevamente. El sonido de sus uñas afiladas rozando contra la estructura sellada, era extremadamente aterrorizante.
Las mujeres habían intentado permanecer tranquilas al comienzo; esperaban que se rindiera y marchara después de fracasar. Pero, luego de transcurridos varios minutos, comenzó a parecerles que la criatura estaba registrando cierto avance en su intento por atravesar el sello. Ambas habían comenzado a gritar con la esperanza de que Harry oyera sus gritos desde dondequiera que estuviera y viniera a salvarlas.
El ataque de las garras se detuvo por completo; eso indujo a que las mujeres dejaran de gritar y miraran furtivamente alrededor de la tienda. Con la respiración entrecortada, Giselle cerró los ojos y dio un grito silencioso cuando se dio cuenta de que el nuevo sonido que escuchó fue uno de olfateo. La criatura estaba pasando la nariz por la fortaleza; se estaba asegurando de que su presa todavía estuviera adentro. Cuando quedó satisfecha, comenzó a rasgar la tela de la carpa con las garras nuevamente.
Giselle ya no pudo soportar más. Si todos estaban destinados a morir este día, entonces quería estar preparada para lo que fuese que les quitaría la vida. Necesitaba ver a esta cosa, no quería ninguna sorpresa desgarradora de último momento cuando la criatura rasgara y rasgara para atravesar la estructura y diera término a sus vidas violentamente.
Le entregó a Kilak a Yoli, que ya acunaba a Zari, se arrastró lentamente a la parte delantera de la carpa y se preparó no para abrirla pero sí para espiar a través del portal que permitía mirar al exterior. Le temblaba todo el cuerpo mientras acomodaba el ojo a la mirilla y, respirando con mucha dificultad, exploró los alrededores en busca de la criatura.
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Sin Piedad (H.S) 2
Science FictionEl siguiente material incluye contenido sexual gráfico para lectores adultos. Esta historia ha sido calificada como una obra de contenido E por un mínimo de tres críticos independientes. Las escenas de amor sensuales son explícitas y no dejan nada l...