Capítulo nueve. Ódiate.
Mi corazón comienza a latir desenfrenado ante ese tacto que me hace perder la paciencia, agarro las manos y me aferro a ellas tratando de separarlas lo más pronto posible mientras empiezo a patalear. El alejarme se convierte en una lucha de sobrevivencia donde llevo las de perder.
Trato de gritar y hacer ruido con la desesperación que Jaebum y Youngjae me provocan por no voltear a ver en ese instante hacia atrás. Están más cómodos disfrutando de ellos que se les olvida que sigo existiendo, aunque, claro, no esperaba más que eso.
Por favor, no otra vez...
El agarre se vuelve más fuerte desgarrando mis ganas de seguir luchando, encajo mis uñas y con las lágrimas bajando por mi rostro caigo en cuenta de que no tengo escapatoria cuando la voz vuelve a sonar con más insistencia, pero aún así en un susurro para que los que se encuentran delante de nosotros no lo escuchen.
-Haré que te odies tanto que las ganas de seguir viviendo serán nulas, Jinyoung.
Lucho contra el corazón acelerado, no quiero romperme ahora. Yo aún creo que puedo ser fuerte, sólo no debo de creer en esas palabras que de alguna manera se impregnan como amenaza a mi piel. Esa voz me eriza la piel, el tono lleva toques de odio y desprecio recalcando lo patético que soy al luchar contra una fuerza mayor, no sólo física, sino psicológica.
Las lágrimas mojan todo mi rostro y rasguño los brazos que me tienen encadenado al pasado donde puedo recordar cada error. El miedo y la adrenalina crecen conforme pasan los segundos hasta que Jaebum voltea y encuentro sus ojos al igual que los míos: abiertos de par en par creyendo que lo que ve no debe de ser.
El tiempo se va en un suspiro cuando ya no puedo luchar más y el dolor de cabeza vence a mi consciente el cual empieza a disminuir hasta sólo escuchar el grito de Jaebum con horror.
-¡Jackson, suéltalo!
Me remuevo inquieto entre el espacio incómodo en el que siento que estoy, no puedo abrir los ojos, hay algo en mi pesadilla que me prohíbe el hacerlo haciendo que el nerviosismo aumente y la incomodidad reine en todo mi cuerpo. Un sentimiento de miedo se coloca en mi pecho acelerando mi pulso y siento el cuerpo más pesado de costumbre.
Tengo miedo de no volver a despertar... de nuevo.
-¡Jin...!-escucho el corte de esa voz y me advierte; pone en orden mis cinco sentidos y abro los ojos de golpe deteniendo toda acción de mi cuerpo. El miedo se esfuma cuando encuentro el rostro de Mark tan cerca del mío, sus manos en mis hombros y las mías sobre su pecho como si quisiese alejarlo.
Pero empiezo a sentir esas palpitaciones que puedo comparar con las mías en ese instante. No quiero que Mark se aleje de mí, sin embargo, tengo miedo de que se acerque; un poco más y los latidos frenéticos advirtiendo serían en vano.
Nos vemos a los ojos por unos segundos, empiezo a creer que debate lo mismo que yo, porque arriesgarse ya es demasiada tentación y no es como si yo quisiera huir en ese momento. No quiero alejarme de él, porque es tan poca la cordura pero es demasiado el daño. Y eso es lo que me hace reaccionar, volviendo en sí y despegando mi vista de la suya para empujarlo levemente indicándole que la cercanía no está permitida por mi conciencia.
-Lo siento.-la voz ya no retumba sólo en mi cabeza, sino hace efecto en mi cuerpo, haciéndome sentir pequeño y culpable por negarle un momento más.
-No lo digas más.-me siento en la cama y lo miro delante de mí; por su rostro aparece una mueca de incomodidad.-No te disculpes. No lo hagas, nunca más.-es casi una orden; me muevo hasta una esquina de la cama hasta topar con la pared y abrazar mis piernas en un acto de cobardía.
ESTÁS LEYENDO
En fragmentos [MarkJin/JinMark]
Hayran KurguUna persona que está rota no merece amar ni, mucho menos, ser amada. Parejas principales: [MarkJin/JinMark] Parejas secundarias: [YugBam/BamGyeom] [2Jae]