El Conde Lecter.

Secretos susurrados en las tinieblas (Segunda Parte)

//N.A: Quiero dedicar este capítulo a mi musa de los GIFs, la señorita Winry <3 espero que lo lea xD(?) Y en segundo lugar avisar que esto claramente se va a prolongar más allá de Halloween... Aún así, espero que les guste. No olviden compartir, comentar y agregar xD(?) Besos!//

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Después de cambiarse, Will bajó a reunirse en el comedor del castillo con el resto de los viajeros. Se sentía cómodo, tranquilo, feliz. Suponía que eso se debía a.... Todos los sentimientos que habían aparecido dentro suyo casi como por arte de magia respecto al Conde. Había leído durante su más tierna juventud una ingente cantidad de novelas que relataban las maravillas de esos amores que lo alcanzaban a uno tan veloces como un rayo en medio de una noche oscura y que cambiaban la vida de uno para siempre, pero no había creído que algún dia eso podía llegar a pasarle a él. Siempre había pensado que conocería a una mujer, sería su amigo y después, con el tiempo, se enamoraría y se casaría. Pero esto... Esto realmente había estado por completo fuera de todos sus planes. No solo no era una mujer... Era un hombre. Y un hombre de alta alcurnia. Hasta ahí podía decir que incluso podía imaginarlo. Pero... También era un vampiro. Un ser sobrenatural... Y como si eso fuera poco el amor lo había alcanzado justamente como ese rayo del que había leído.

Aún con todo y eso, se sentía... Dichoso. No importaba como fuera a terminar... Era el presente lo que valía oro para él.

Y Alana enseguida notó esa sonrisa especial en la cara de Will.

-¿Por que tan sonriente?- preguntó la mujer cuando el agente se sentó en su silla al lado de la que era del Conde. Ahora este acto le parecía sumamente natural.

-Solo... Me siento bien.- respondió Will con tranquilidad aunque realmente su cabeza estaba puesta en Hannibal y en las enormes ganas que tenía de saltarse esa cena solo para estar con él.

-¿Fue interesante tu salida con el Conde?- preguntó Alana curiosamente.

-Mucho...- dijo Will con una pequeña sonrisa casi siniestra pero que se esforzó en ocultar. Su cuerpo aún temblaba al recordar como él lo había sujetado entre sus brazos y sus colmillos se habían clavado en su piel... Como había absorbido la sangre de su cuerpo... Como se había alimentado de él... Le sorprendía encontrar ese acto tan peligroso y extraño, pero tan erótico...

-Es un hombre encantador... No entiendo como es que aún no tiene esposa...- murmuró Alana pensativa, y Will le prestó atención en ese momento, clavando una mirada molesta en ella. No le gustaba la idea de que su amiga pudiera llegar a siquiera pasarsele por la cabeza intentar cambiar la soltería del Conde.

-Como sea... No creo que sea asunto nuestro...- dijo Will al final un poco cortante, pero ella ni siquiera notó ese acento en su voz. Despues de intentar conversar por un momento más, Alana se dio cuenta de que Will volvía a ser el mismo hombre silencio y retraído y se retiró al otro extremo de la mesa donde se había sentado en todas las comidas.

Jack por su parte parecía pensativo sentado al frente de Abigail en mitad de la larga mesa y la joven no dejaba de lanzarle miradas preocupadas a su padre. Lo que más la perturbaba del asunto era que Will supiera lo que Hannibal era y... Aún así no se alejara de él... Era consciente del peligro acaso? Entendía que ese hombre ruin solo lo quería para beber su sangre y muchos otros propósitos inmorales? Tal vez no... O tal vez si... Y si lo sabía entonces la mas perturbadora de las visiones de la joven bruja sería verdadera.

Una en donde había visto a Will, resplandeciendo en su gloria, con la piel aún mas pálida y el cuerpo cubierto de sangre que goteaba desde sus labios sonrientes, mientras el Conde lo mantenía sujeto por la cintura con una sonrisa aún cruel y vanidosa.