El Conde Lecter.

El demonio bebedor de sangre (Primera Parte)

Después de terminar el desayuno, tanto Jack como Will se dirigieron al estudio del Conde. Y allí estaba él por supuesto, esperándolos. Will lo miró torciendo un poco el gesto al notar que el otro tenía una copa de vino en su fina y elegante mano. Tal vez no fuera tan perfecto como pensaba si estaba bebiendo alcohol a esas horas de la mañana.

Hannibal le dedicó una mirada a Will apenas entró en la estancia, casi como si adivinara sus pensamientos y después se acercó a ellos.

-No se alarmen mis estimados colegas... Es simplemente jugo de uvas...- comentó el Conde haciendo referencia a su copa. -Sin fermentar claro.- añadió para diversión de Jack y evidente incomodidad de Will. Después de todo... Habian pasado muchas cosas entre ellos y sobre todo en ese mismo lugar en el que estaban ahora. Se le hacia difícil volver a escuchar la voz del conde en el mismo lugar donde lo había oído decirle tantas cosas excitantes.

Se sonrojó un poco solo con pensarlo, tal vez no debería hacerlo por que aunque fuera ridículo le daba la impresión de que ese hombre era muy capaz de conocer todo lo que pasaba por su mente.

-Me alegra verlo de buen humor esta mañana... Aunque lo echamos en falta durante el desayuno...- dijo Jack terminando de pasar al interior del estudio, con Will detrás de él.

-Siempre lo estoy... Y nos los acompañe en el desayuno ya que me encontraba ligeramente indispuesto...- Hannibal hizo una breve pausa para clavar sus ojos en los de Will, incomodando aún más al agente. Como si le diera a entender que esa "indisposición" había sido culpa suya. Y lo había sido por supuesto... Luego de salir de la habitación del agente, el Conde había tenido que ir a alimentarse con el único propósito de no hacerles daño a los humanos que ahora había bajo su techo. Pero por supuesto esa idea no pasaba ni siquiera de manera remota por la mente de Will.

-Pero ya estoy bien...- concluyó Hannibal ahora mirando a Jack -Asi que tuve tiempo para mirar los archivos que me trajó... Definitivamente nos encontramos con un caso bastante inusual... No hay arma homicida... Ni manera de identificar al culpable... Seis asesinatos en el ultimo mes... Todos con el mismo patrón. Mujeres jóvenes de familias nobles... El asesino posiblemente se mueva en círculos de la alta sociedad...- empezó Hannibal revisando otra ves los papeles que había sobre su escritorio.

-O podría ser un sirviente... Alguien que vaya de mansión en mansión y de esa manera conoce a sus victimas...- dijo Will acercándose también al escritorio para mirar los informes de Jack, hombro con hombro junto a Hannibal.

La cercanía le resultaba bastante perturbadora y al mismo tiempo agradable. Perturbadora por que no podía ponerse a besar al conde delante de Jack como quería hacer en ese mismo momento, y agradable por que le hacía sentir un calor reconfortante en el pecho y una sensación de cosquilleo en el estómago.

-Interesante teoría... Tambien existe la posibilidad de que este vinculado con la familia mas cercana de la primera victima o con la victima en si. Asi suelen comenzar la mayoría de los casos. ¿Ya investigaron a los allegados de... Marisa Bradbury?- preguntó el Conde ojeando las primeras paginas donde aparecia el nombre de la que era considerada la primera victima.

-Los interrogamos pero ninguno de ellos pareció sospechoso y todos tenían coartadas solidas.- respondió Jack, complacido de ver a sus dos hombres trabajando juntos y cooperando en diversas teorías.

-Tal vez ella se veía a escondidas con algún hombre...- dijo Will tranquilamente, había visto muchos casos y eran los mas difíciles si la pareja había guardado muy bien el secreto de su romance.

-Si eso es asi, ese hombre muy posiblemente sea el que buscamos...-

-Tendremos que volver a interrogar a todos los conocidos y vecinos de la familia Bradbury...- dijo Jack al cabo de un momento mientras escuchaba a sus dos colaboradores.