2. ¡Estás muerta! ¡Yo te maté!.

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-¿Entonces vamos a ser como perros?- Pregunto haciendo una mueca de fastidio al brazalete que están colocando en mi tobillo.

-Es sólo un nuevo sistema. Así no tendrán que llamarte por todos los altavoces del lugar, sólo zumbará y ya está, sabrás que te necesitan- Me explica Paul programando el rastreador desde una computadora portátil.

-Como un perro- Afirmo a lo que el niega con la cabeza exasperado.

-Adiós- Se despide pero no respondo.

Me agacho y tomo entre mis manos el rastreador. Lo observo con cuidado y me toma poco tiempo el saber cómo quitármelo sin enviar una alarma. Me levanto satisfecha y bajo la bota de mi pantalón.

Me giro y tomo dirección hacia la cafetería de la sede. Llego a la fila y rápidamente pido una manzana verde para ir a buscar al Jefe. Dijo que me necesitaba.

Le doy un asentimiento de cabeza a la señora cuando me entrega la fruta y cuando me giro choco con un cuerpo. Miro con fastidio al responsable.

-Ey- Saluda Steven y yo alzo las cejas en su dirección al ver con quien viene acompañado.

-Nunca pensé que caerías tan bajo- Digo pegándole un mordisco a la manzana.

-Ouch, ahora eres más agresiva- Afirma sonriendo.

¿Y este qué?

-¿Se supone que eso es divertido?- Pregunto alzando la ceja izquierda.

-Tienes un humor de la mierda- Me reprende.

-¿Y?- Respondo chocante.

-Aún me agradas- Vuelve a sonreír.

-¿Ya se conocen?- Se entromete Max.

-¿Que te importa?- Respondo a la vez que Steven responde "Sí".

-¿Dónde se conocieron?- Vuelve a preguntar.

-Mira, no quiero sonar grosera o algo parecido, pero enserio que tu presencia me incomoda y ni hablar de oír tu voz- Le respondo tirando el corazón de la manzana a la basura de al lado.

-Oye tranquila- Me regaña Steven.

-Estoy tranquila, ¿O acaso me vez lanzando mesas por los aires?- Pregunto.

-Él sólo...- Corto a Max.

-Como sea, tengo cosas más interesantes que estar en compañía de desperdicios humanos- Elevo un poco mi tobillo mostrándoles que estoy siendo solicitada con gran insistencia.

Max se muestra con la intención de apelar mi comentario pero me retiro del lugar dejándolo con la palabra en la boca.

A mitad del camino me desvío hacia mi habitación de los cuarteles con un molesto zumbido en mi pierna. Estúpido rastreador de perros. Giro por mi pasillo y me encuentro con el pelirrojo de los ex mejores amigos esperando nervioso tras mi puerta.

-No sabía que eras del tipo acosador- Comento sonando algo borde.

Me agacho y coloco mi ojo en el lector para abrir la puerta.

-No, escucha, yo no- Tartamudea.

-¿Qué quieres?- Pregunto pasando al interior de la habitación. Me dirijo rápidamente por unos shorts negros, una camisa de tirantes blanca y un par de botas para cambia los zapatos de entrenamientos.

-Lucas- Me dice.

-¿Te gusta Lucas?- Pregunto mirándolo alzando una ceja desde el baño.

-¡No! Él me dijo que tú podrías ayudarme con mi entrenamiento- Se pasa una mano por la nuca apenado mientras me siento en mi cama para colocarme las botas.

Devil's Murderers |TEG#2|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora