Devil's Murderers |TEG#2|

24. Tres mililitros capaces de sellar un destino.

Hola!, Sé bueno y regálame un par de minutos para leer la nota del final. Gracias!! Disfruten el capítulo!

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Los hombres de la torre de vigilancia estaban por sonar las alarmas antes de verme bajar de mi auto y regalarles la más cínica de mis sonrisas.

- ¡Ya abran esa mierda! – Les grito volviendo al auto y el sonido de engranajes moviéndose nos da la bienvenida a mi antiguo hogar. Los autos se deslizan con velocidad al interior, derrapando en las curvas del parqueadero y frenando en seco cuando llegan al final.

Les indico a los extranjeros que me sigan por el corredor y ellos bajan de sus autos para seguirme el paso. Alcanzo de mirar de reojo la manera en que Logan mira a cada uno de los miembros de la Liga y una lenta sonrisa se desliza por mi rostro al darme cuenta de que todos se están examinando por igual. Doblo a la izquierda y paso el último control de seguridad antes de llegar al salón central. Cuando las pesadas puertas de hierro se abren con gran estruendo, la imagen de un hombre enfundado en un traje impecable, los brazos cruzados sobre su pecho y una sonrisa de lado es lo que me recibe a mí y luego a los demás.

El Jefe.

Alzo mi barbilla en lo que termino de hacer el último tramo del recorrido que nos separa y me detengo frente a él mirándolo a través de mis gafas de sol.

-Bienvenida a casa – Me dice y subo los lentes a mi cabeza para que pueda ver mi mirada de aburrimiento.

-No recordaba que de casa te echaran como a un perro de la calle – Le digo alzando mis cejas.

-Sabes por qué lo hice, ahórrate el drama – Me dice descruzando los brazos. Bien, el hombre tenía razón, estaba siendo una dramática. Pero eso no iba a hacer que mi indignación se esfumara como si nada.

-Podrías habérmelo dicho desde un principio y nos hubiéramos ahorrado el drama – Le respondo haciendo un gesto de obviedad con las manos.

-Claro, para que hubieras corrido a dispararle una bala en la cabeza. Te conozco, Sasha, y eres impulsiva hasta el demonio. Sinceramente, nos hice un favor. Mira a dónde nos traje. Era necesario – Dice mirándome y luego de unos segundos, asiento también. – No creí que llegara el día en que pudiera ver a tus "amigos especiales" – Dice señalando con el mentón a las nueve personas al final de la sala.

-No es un beneficio que alguien si quiera se pueda ganar. Hubiera sido un milagro si te los cruzabas una vez en tu vida, incluso por accidente – Le explico mirándolos. – Necesito un favor – Le digo volviendo la mirada hacia él.

- ¿Qué puedo hacer por la chica que, en un mes, amenazó mi vida más veces de lo que se ha atrevido a hacerlo alguien en veinte años? – Pregunta cínico y es mi turno de sonreír como buena portadora de malas noticias.

-En realidad son dos favores – Corrijo y continúo. – El primero es que necesito que lo saques a él de este lugar cuando yo te lo pida – Le digo señalando a Marcus. – Va a ser padre, está casado. No puedo permitir que se arriesgue a estar en este baño de sangre. Soy una perra, pero no lo suficiente para hacerle eso a él. Ni a su familia. El hombre está retirado, lo único que lo une a este mundo de mierda es la Liga de los Asesinos y, aun así, él no quiere dejar su posición en esta, solo pide no tener que ir al frente. Además, él sabe que solo estamos obligados a acudir cuando somos convocados por algún miembro, y eso, casi nunca ocurre – Le explico.

-Como aquella vez hace tres años y ahora – Termina por mí el Jefe y asiento dándole la razón.

-Exacto. El segundo favor es que necesito que le des pase libre a una chica mañana, vendrá antes de que partamos de aquí y trae algo que le pedí desde hace semanas. Será entrada por salida – Le explico y él luego de pensárselo asiente.