Devil's Murderers |TEG#2|

20. No le pertenezco a nadie. Maratón 3/3

Hola!, ¿Podrías leer la nota del final? Es muuy importante!!

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Cierro la laptop cuando Keelie hace acto de presencia en el lugar.

- ¿California? – Pregunta y suspiro en respuesta mientras me levanto y me asomo por el ventanal.

-Podría ser un buen lugar. Además, está cerca de Las Vegas. Todo el mundo quiere ir allá- Le digo sonriendo de lado.

-Puedes tener un poco de razón en eso- Dice encogiéndose de hombros mientras abre de nuevo la laptop y continúa viendo imágenes. -Es un buen lugar- Me dice.

- ¿Has estado allí? - Le pregunto.

-Intenté vivir un tiempo en California. Muy cálido para mi gusto. A ti te vendría bien, a ver si logras descongelar esa alma de perra fría- Me dice burlona y le muestro mi dedo del medio.

Fijo la mirada en el reloj digital de la mesa de noche y me agacho para arrastrar una de las maletas con armamento fuera de la cama.

Encajo un par de armas y repuestos en mi cuerpo en completo silencio. Solo se escucha el sonido que produce el teclado del computador al pasar una nueva foto.

-Es hora- Le aviso a Keelie y ella apaga y guarda la laptop. Me hace una seña antes de salir de la habitación indicándome que no tarda en estar lista.

Ubico un par de pequeños y precisos cuchillos en el broche de mi sostén y ajusto la liga de mi cabello antes de dejar todo guardado y cerrar la habitación.

Logan ya se encuentra esperando en la entrada jugando distraídamente con una manopla entre sus manos.

- ¿Cuándo vas a decírselo? -Le pregunto sin tapujos.

-Cuando dejes de ser una perra desalmada- Responde.

-Entonces me temo que el que perderá aquí serás tú, no yo- Me encojo de hombros y guardo silencio cuando los demás comienzan a aparecer.

Leah sale de su habitación con un largo abrigo de cuero sintético negro. Apostaría todo lo que tengo a que al menos carga sus dos katanas y no menos de veinte dagas debajo de su atuendo.

Keelie es la última en salir con una sonrisa despampanante y ningún arma a la vista. Sus manos están cubiertas por unos finos guantes de tachuelas en la muñeca. Ella me guiña un ojo y sin esperar más tomamos rumbo a The Royal. Hoy es noche de juegos.

No tardamos en llegar y el rumor de que dos fundadoras de la cadena The Royal se encontraban en el mismo terreno tampoco tardó en esparcirse como una plaga. No es común que dos fundadores se junten en un mismo club, no es algo que siquiera suceda. Así que es comprensible el por qué todo el mundo luce como si estuviera perdiendo la cabeza.

La música estalla con fuerza y Keelie no tarda en comenzar a seguir el ritmo con sus caderas sin dejar de caminar. Eso atrae las miradas y ella parece satisfecha. Las mafias están aquí, todas.

Están agrupadas en pequeños grupos. Todos hablan en voz baja y sé que están hablando acerca de lo que todo el mundo habla últimamente. Eso de lo que todo han escuchado, pero nadie sabe nada en realidad.

"Algo grande se acerca" son los susurros de los grupos cuando paso a su lado. ¡Pero claro que algo grande se acerca! ¡Estamos hablando de obtener lo imposible para los impensables! No pueden no creer que eso no es algo grande.

La noche avanza rápidamente y el sonido de una campana de un ring de boxeo siendo tocada tres veces hace que las personas del lugar enloquezcan rápidamente. Los adolescentes se miran entre ellos emocionados por lo que están a punto de presenciar. Idiotas, no saben en lo que se metieron.