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Tienes algo ahí

Tras un abrazo largo y reconfortante por su parte. Camila me tomó de la mano y me arrastró hasta lo que parecía su cama. Como si se tratase de una madre con su pequeña, me cogió de las piernas y me las elevó posandomelas sobre la cama, y quitándome de un tirón los zapatos. Se movió rápidamente por la habitación y tomó una manta y un ordenador portátil. De un rápido movimiento me cubrió con la manta y encendió el portátil. Cogió el cojín de la otra cama, y con una fuerza que no se de donde sacó me levantó y me lo puso debajo de mi espalda.

Lauren: Camila, te puedes relajar? jajajaja. No soy Michel Obama en tu casa eeh.. Soy yo, Lauren. Puedes parar un momento y dejar de tratarme como si fuese la reina?

Camila: Ouch, lo siento. Solo, esque... como habías dicho que querías descansar. Pues estaba encendiendo el laptop para ver una película mientras descansabas.

Lauren: No he venido a dormir Camila, he venido a estar un rato contigo. Pero de acuerdo, veamos una película.

Camila: Oye, si no quieres no...

Lauren: Ven aquí.. - La cogí de la mano y la tiré hacía mí, haciendo que cayera sobre mí sin querer. 

Nuestros rostros estaban muy cerca, como si de una película se tratase, ambas nos mirábamos a los ojos y prácticamente estábamos respirando el mismo aire. Hasta que ella carraspeó y se apartó de encima de mí, o lo intentó. Ya que yo en un movimiento rápido la atrapé inmovilizándola. 

Lauren: Tengo frío y si vamos a descansar, así estoy bien, estoy más calentita.

Pude ver como sus mejillas se sonrojaban rápidamente. Y en mi cara creció una amplia sonrisa. Ambas sonreímos y nos acercábamos peligrosamente a los labios de la otra.

Sinu: Eejeem.. - Camila y yo volteamos a ver quien era y nos apartamos una de la otra en un segundo incorporándonos al ver a su madre.

Sinu: Vine a traerles algo para merendar y para agredecerle a su amiga por ayudarnos con la compra. Pero ya veo que ya le agradeciste... - Ambas nos sonrojamos como en la vida.

Sinu: De todos modos aquí les dejo algo para que coman. Y compórtense. Compartes habitación con tu hermana Karla Camila!! - Y se marchó.

Me volteé hacía Camila, y Camila me observó. Hasta que ambas estallamos en una gran carcajada. La situación había sido mal interpretada, pero no era para menos...

Nos recostamos en la cama, y Camila colocó una película sin preguntarme si la había visto. Tampoco me importaba mucho, ya que no iba a poder estar muy atenta a la película estando en la misma cama que Camila.

Nos tapamos con la manta y Camila me tomó de la mano disimulando. La situación estaba siendo muy cómica, sin alcohol de por medio ninguna de las dos era tan valiente, y desmotrarle a otra chica lo que sientes e ir insinuándose ya no era tan fácil. 

Como una tonta Camila bostezó esstirándoe y pasando un brazo por detrás de mí. Yo no estaba a continuar con esta incomodidad, así que me acorruqué en ella y dejé que me abrazara con su brazo. Sin darme cuenta y porque estaba realmente cansada y ahora me sentía en paz, me dormí, y Camila no se movió ni un centímetro durante todo el rato que estuvimos ahí.

Camila: Lau... Cariño.. Lauren...  Despierta preciosa. - Escuchaba a lo lejos a una muy cariñosa Camila.

Abrí los ojos y me acordé. Estaba en la casa de Camila, en la cama de Camila, en los brazos de Camila dormida como una niña en los brazos de su madre.

Lauren: Ooh, Camila, lo siento... Perdón, me dormí. - Le dije con mi voz ronca de recién levantada.

Camila: No pasa nada. Te puedes dormir las veces que quieras en mis brazos si al levantarte vas a sonar y te vas a ver tan sexy...

Irremediablemente me sonrojé, y entonces Camila posó un beso en mi mejilla.

Camila: Deberías comer algo, son las 18:00 de la tarde y ni si quiera se si has comido.

Asentí y me incorporé. Camila se levantó y trajo la bandeja que su madre nos había traído a la habitación. Nos pusimos a comer dos pequeños bocadillos que había en la bandeja y unas papas con unos refrescos.

Camila: Supongo que las deportistas de élite como tú no podréis comer este tipo de cosas. Pero aquí no tenemos comida microbiótica y batidos de proteínas para el post-entrenamiento.

Lauren: Cállate estúpida.. jajaja- le golpeé en broma el brazo empujándola un poco hacía atras. Realmente estaba disfrutando de este pequeño bocadillo de queso philadelphia. Me sentía como una niña del kinder comiendo este tipo de merienditas. Suponía que la madre de Camila era lo que preparaba para la hermana pequeña de esta.

Camila: Lauren, ven.. tienes aquí.. jajajaj. - Me dijo Camila mientras me señalaba un punto en la comisura del labio.

Lauren: Qué tengo? - Dije limpiándome.

Camila: Nada, solo un poco de queso philadelphia. - Me dijo mientras pasaba su pulgar por la comisura de mi labio y me lo limpiaba, introduciéndose después el pulgar en la boca para chupar el resto de queso que había quedado en este mientras me miraba fijamente.

Lauren: Dios!! Eso ha sido sexy... - Le dije a Camila mientras esta se sonrojaba.

Camila: Lo siento, es solo que... no puedo parar de mirar esos ojos...

Lauren: Te puedo contar un secreto??

Camila: Sí dime...

Lauren: Ven acercate, que no puede escucharnos nadie.

Camila: Lauren!! Estamos solas en mi habitación...

Lauren: Ssshhhh, acercate jopee..

Camila se acercó a mi y cuando me acostaba a su oreja para decirle el "secreto" la sujeté con suavidad por el mentón y la volteé para darle un pequeño y suave beso en los labios.

Lauren: Ese era mi secreto... - Le dije mientras me sonrojaba.

Camila: Tranquila, lo guardaré con mucho amor, lo prometo. - Me dijo con una sonrisa adorable en su cara.

Y Camila se acercó esta vez ella a mí para darme otro corto beso sin ninguna intención más que la de compartir conmigo algo que ambas ya sabiamos. Nos moríamos de amor una por la otra, aunque no quisiesemos darnos cuenta, ella porque nunca se enamoraba y yo por miedo a enamorarme de una mujer...

" Te quiero Lauren"