Un secuestro

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Cuando intenté abrir los ojos, algo me lo impedía. Tenía los ojos cubiertos con una venda negra y podía ver pequeños destellos de luz a través de esta, pero no reconocía nada. Entonces escuché pasos y alguien que se acercaba a mí. Por el miedo intenté levantarme y huir y me dí cuenta de que estaba sentada en una silla atada de pies y manos.

Alguien se acercó demasiado a mi rostro y podía notar su aliento que apestaba a cerveza en mí.

Secuestrador 1: Ooh, mira quien tenemos aquí... La bella durmiente se ha despertado... - El hedor de cerveza y tabaco rancio en su aliento me repugnaba.

Secuestrador 2: Cómo te encuentras, te encuentras bien?? - Este último sonaba diferente, su voz era más tranquilizadora y parecía estar preocupado por mí.

Secuestrador 1: Maldita Gringa del demonio, quieres hablar!! O es que te ha comido la lengua el gato. Jajajaajajaajajaja...

Lauren: Donde estoy!? Qué queréis de mí?

Secuestrador 1: Que qué queremos!? JAjajajaja, muy fácil... Queremos vender tu coche, vender tu móvil, vender tus ropas... Y llamar a tus papis y pedirles a ver cuanto creen que vale tu vida jajajajajajajaja.

No podía creerlo, me habían secuestrado. Realmente lo había hecho y por sus voces no parecía que estubiesen de broma... Noté como me quedé muda y solo pude que empezar a sollozar.

PLASH! Uno de los dos me propinó un fuerte bofetón.

Secuestrador 1: Deja de llorar puta, las lesbianas como tu no merecen menos!!

Espera, qué?! Cómo podía saber este hombre nada de mi... Escuché como se marchaban de la habitación y seguí llorando hasta que me quedé dormida.

Desperté y no sabía que hora era, ni en que momento del día estaba. Entonces escuché alguien entrar a la habitación en la que me encontraba. Sonaba como que llevaba algo metálico en las manos que chocaba entre sí a cada paso que daba. Se acercó hasta donde me encontraba y lo dejó en el suelo.

Secuestrador 2: Come...

Lauren: Cómo? No puedo... Estoy atada y no veo nada...

Secuestrador 2: De acuerdo, está bien.. A ver, voy a darte de comer de acuerdo!? Pero no intentes morderme ni nada, sino tendré que pegarte y no quiero tener que hacer eso...

Lauren: De acuerdo, no haré nada.

Al pensar que había comida, mi estomago empezó a tener hambre y a rugir.

El secuestadror con mucho cuidado empezó a cortar lo que había en el plato y a dármelo con suma delicadeza. Intercalando entre trozos de lo que parecía ser algún tipo de pescado blanco, pequeños tragos de agua. Pude notar que olía muy bien este secuestrador, y por su trato parecía estar realmente preocupado por mí. Tal vez me respondería si le preguntaba unas cuantas cosas.

Lauren: Podrías decirme que me ha pasado?! Cómo he acabado aquí... - Lo escuché resoplar, se le veía frustrado y nada orgulloso de lo que estaba pasando.

Secuestrador 2: Tuviste un accidente con tu coche y te encontramos. Por este barrio no pasan muchos coches como el tuyo y al estar inconsciente te lo robamos. Si no hubiésemos sido nosotros hubiesen sido otros, y al menos nosotros te reconocimos...

Lauren: QUÉ?!? Cómo que me reconocisteis?!?! - Se le escuchaba inquieto.

Secuestrador 2: Joder... Lauren... - Me arrancó la venda de los ojos y cuando logré enfocar la entrada repentina de luz pude ver a el chico.

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