Ya había llegado el miércoles y Lauren alistó a su hija para llevarla a la escuela. Hoy la pequeña Karla quería llevar una snapback por encima de todo ya que así ella se veía divertida durante toda la mañana prestandosela a todos los niños y cuidando de no perderla, así que Lauren no se opuso.
La llevó al colegio y se despidió de ella para luego irla a recoger para llevarla al médico. Karla se había pasado toda la tarde de ayer y toda la mañana de hoy recordándole a su mamá que debía dejarla ir al cine con su doctora y todos los por qués, y Lauren había empezado a plantearse que debería ver como hacía para que una doctora aceptara una absurda proposición de una niña tan pequeña. Solo esperaba que la mujer no tuviese alguna escusa convincente para su hija y así olvidarse del tema.
Lauren se marchó a su trabajo, y aunque hoy era su día libre, ya que así se lo había organizado ella, quiso ir para arreglar unas cuantas cosas. Se le pasó la mañana rapidísimo y se marchó a por su pequeña Karla. Ambas llegaron al médico en un abrir y cerrar de ojos, y se sentaron en la sala de espera para esperar el turno de Karla.
- Mami... Tú me quieres verdad?! - Le decía Karla con tono de suplica.
- Claro mi amor... Qué quieres?! - Lauren sabía las intenciones de su hija con ese tono de voz.
- Pues que como me quieres mucho... verdad que harás todo lo posible para que salgamos con mi doctora?!?!
- Amor, pero qué te pasa con la doctora?! Si está viejita y mayor, es una mujer con marido y hijos... por qué ahora quieres salir con tu doctora...? - Le preguntó una Lauren cansada del tema.
- No mamá... No está viejita... La señora Brittany ya no es mi doctora... ahora es una nueva.. mamáááááá!! - Le insistía Karla.
- Está bien pequeña, baja la voz por favor! En cuanto entremos y te mire hablaremos con ella.. y no quiero que hagas berrinches si al final dice que no, entendiste?! Yo no te he criado para que seas una niñita caprichosa!! - Le avisó Lauren que veía venir lo que sucedería.
- No mamá, lo prometo... pero debemos ser insistentes... Tú siempre me dices que debo perseguir lo que quiero conseguir...
- Mi amor, pero hay veces que hemos de aceptar un no por respuesta... - Lauren conocía las habilidades de convicción y ya casi se podía imaginar yendo al cine con una completa desconocida y su hija...
- KARLA JAUREGUI MORGADO, SALA 2 - Anunció la enfermera
Karla y Lauren se levantaron del asiento y Karla estiraba de la mano de su madre para que se apresurara a entrar a la consulta. Karla abrió la puerta y entró corriendo a abrazar a su doctora que la esperaba sentada con los brazos abiertos. Tras Karla entró Lauren que se volteó para cerrar la puerta con delicadeza, y al volver su mirada al frente no pudo creer lo que encontró. Karla Camila Cabello, la única mujer en su vida, la que le había robado el corazón en la adolescencia y le había llevado de la mano a través de un mundo desconocido para ella, estaba sentada abrazando a su pequeña Karla. Lauren parpadeó rapidamente unas cuantas veces y volvió a mirar y en cuanto Camila levantó los ojos y hizo contacto con los de Lauren, esta última lo empezó a ver todo negro y se desplomó.
- Mamiii, mamiii... - Se escuchaba una asustada voz de Karla. - Mamii despierta por favor... - Le decía mientras le daba palmaditas en la cara.
- Quién es?! - Respondió una mareada Lauren en el suelo con los ojos cerrados, para así ayudar a tranquilizar a su hija.
- Soy yo mamá, soy Karla... - Se escuchaba a la pequeña asustada.
- Y a quién buscas?! - Le respondía temblorosa Lauren recordando que estaba en el suelo de la consulta de Camila, e intentando recuperar su calma.
- A mi mamá, a mi mamá... - Decía Karla algo más tranquila y divertida.
- Está bien, ahora la llamo... - Y tras unos segundos de espera en silencio. - BUUUUUHHHHHH!!! - Le dijo Lauren atrapando a su hija Karla que la tenía frente a frente mientras le hacía cosquillas.
- Mamá!! Me has dado un susto de muerteee... - Le sentenciaba algo enfurruñada la pequeña mientras se retorcía entre los brazos de su madre por las cosquillas.
Lauren se incorporó sentada y algo mareada y levantó la vista para volverse a encontrar con esos ojos marrones tan oscuros y penetrantes como siempre habían sido, que la miraban con interrogación e investigándola, como si no pudiesen creer tampoco lo que tenían ante ellos. Lauren no sabía que decir y notaba como en su estómago volvían a abrirse todas las crisálidas que habían permanecido quietas durante años, para dar paso al millón de mariposas que reboloteaban en su interior cada vez que miraba a Camila.
Ambas se miraban fijamente a los ojos, como preguntándose tantas cosas, y respondiéndose a la misma vez. Tantos momentos perdidos, tantas historias vividas y guardadas en lo más hondo y profundo del pensamiento, para no recordar que hubo un momento en el que fueron felicies, que existió un tiempo en el que ambas eran felices una junta a la otra. Y nada rompía el silencio, nada las sacaba de ese estado lleno de interrogación y ansia... ansia por reprocharse todo lo que habían o no hecho por la otra, ansia por volver a sentirse, por abrazarse... incluso ansia por volver a notar esos labios en un largo y profundo beso, que sellara tantas cicatrices abiertas, expuestas y infectadas por el paso de los años, que marcaban sus corazones de costado a costado.
Hasta que una pequeña Karla carraspeó cansada de observar a las dos adultas intercambiado miradas imposibles de descifrar para su joven mente.
- Eejeem!! Mamá... esta es mi médico Camila... - Le dijo señalando a la morena de pie. - Levantate que debemos curarme la manita... - Le recriminó a su madre mientras le tendía una mano para ayudarla.
- Eemmm.. sii.. Karla.. Venga.. Acuestate en la camilla... - Pronunció una muy nerviosa Camila.
- Está bien Camila. - Le hizo caso de inmediato después de haber "ayudado" a su madre a levantarse.
La doctora empezó a quitarle el vendaje de colores a la pequeña para disponerse a hacerle el masaje terapéutico diario, mientras le daba la espalda a su ex amante y dueña de su corazón.
- Camila... Hoy ya vino mi mamá conmigo... Podemos... Podemos volver a hablar del tema de ir al cine... - Le dijo Karla a Camila mientras se sonrojaba. - Mamá... Yo ya te dije.. ya te conté que invité al cine a Camila, y ella me dijo primero tal vez, y luego que no, y luego que sí pero si hablaba contigo. Y tú hoy ya estás aquí, así que hablen, venga hablen... Quiero ir al cineeeeee!!
Y Lauren sonrió sin darse cuenta por la insistencia de su hija y la emoción que tenía, hasta que se percató que la doctora se volteaba disimuladamente para ver la reacción de la pelinegra.
- Eeem, Karla... No seas insistente me oyes.. La señorita no tendrá tiempo para ir al cine contigo cariño... - Le medio riñó a su hija por tener esa actitud.
- Sí mamá... tú me dijiste, y ella también.. tu dijiste que en un par de años podría salir con doctoras, y ella dijo que podríamos ir sin más... Quiero ir con Camila al cine... me dijiste que sí. - Y Karla empezaba a formar una pataleta en su interior que ambas adultas notaron.
- NO, KARLAA!! TE HE DICHO QUE N...
- Sí quiero ir contigo al cine Karla. - Interrumpió Camila a Lauren antes de que acabase de reñir a su hija.
- SÍÍÍÍÍÍÍÍÍÍÍÍÍÍÍ. - Chilló Karla mientras rodeaba con sus bracitos a Camila por el cuello para abrazarla. Y Lauren no podía creer lo que estaba sucediendo.
" Hay veces que los fantasmas vuelven para llevarnos con ellos"
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Karla Jauregui (CAMREN)
FanfictionLauren Jauregui deja Miami después de una horrible experiencia, que la deja con el corazón roto y una pequeña en su vientre. Ambas, Lauren y su hija Karla, viven en Brooklyn. Lauren ha conseguido ganarse un lugar en el mundo de la moda infantil y v...