Mamii

12.8K 665 62
                                    

Los rayos del sol entraban por la ventana y me golpeaban en la cara, así que me desperté, con un terrible dolor de cabeza y con Camila completamente abrazada a mi. 

Me froté los ojos y los noté que los tenía hinchados, y por mi movimiento Camila hizo un sonido de molestia como que no quería despertarse. Y me fijé en su rostro tan sereno y tranquilo, parecía que estaba cómoda por fin, y que este era el lugar donde quería estar. Pero no todo era tan fácil... 

Intenté soltarme sin despertarla pero finalmente se despertó y rápidamente se apartó asustada de mi. 

- Buenos días Camz... - Le dije.

- Qué... qué ha pasado?! - Me preguntó con la cara horrorizada y mirando bajo las cobijas al parecer para cerciorarse de que iba vestida.

- No... no te acuerdas de nada?! - Y ella sentada en la cama y con un gesto interrogatorio levantó los hombros. Era imposible que no recordara nada, que hubiese olvidado algunas partes aún, pero nada de nada...

- Nos besamos verdad?! - Me preguntó ella en un susurro mirando sus manos apoyadas en su regazo, y podía ver su rostro sonrojado.

- Mmm.. si puede decir que sí, pero es como si hubiese sido que no... - Respondí mientras me ponía los tacones. - Esto... yo creo que me voy...

- Lauren! - Dijo ella mientras cogía mi bolso. - Gracias. - Lo único que pude hacer fue sonreír y marcharme por la puerta.

Toda la noche de ayer fue realmente extraña y entiendo que el alcohol corría por nuestras venas y ayudó a sacar unas cuantas cosas que en otras circunstancias no hubiésemos sacado. Solo podía extraer una cosa en claro de todo esto, y es que sabía que tanto Camila como yo nos preguntábamos que hubiese sido de nosotras si no nos hubiésemos separado... y era un sentimiento que cada vez crecía más en mi interior. Saber si ella era realmente la mujer de mi vida como tantas veces había pensado, aferrándome a aquel recuerdo de nuestro amor adolescente, pero eso era tan improbable...

Tomé un taxi hasta casa para tomarme una ducha y desayunar algo, y luego fui a casa de Keana y Jillian a por mi hija. Solo llegar mi pequeña seguía dormida, no me había dado cuenta pero me había marchado de casa de Camila a las 7:30 de la mañana, y ahora tan solo eran las 9. Les conté a Keana y Jillian más o menos todo, o al menos todo lo que recordaba mientras nos tomábamos un café.

- Y ahora qué?! - Dijo Keana.

- Qué de qué?! - Respondí.

- Pues eso... que qué!? Vas a seguir viéndola?! Vas a seguir invitándola a cenar los viernes?! - Yo la miré y torcí la boca.

- No lo sé... - Respondí.

- Por qué?! - Preguntó esta vez Jillian.

- No sé... - Dije escondiendo mi cara entre las manos y echándome el pelo hacia atrás. - No sé... es todo tan confuso... No sé... No es como que no la conozca, pero tampoco la conozco sabes... Ella y yo éramos dos niñas cuando todo esto ocurrió... Yo he criado una niña, he creado una línea de moda, soy independiente y feliz con mi vida... Con mis amantes de una noche, con ser madre soltera... - Soplé. -Es todo demasiado difícil... 

- Y porque no sé... Intentáis conoceros?! - Dijo Jillian. - Por lo que nos has dicho no es como que vayas a negarle el ver a tu hija... por lo tanto puedes conocerla junto a tu hija... Al fin y al cabo ella va es su tía...

- No Jillian!! - La cortó Keana. - No, y no!! Lauren... Tú tienes que conocerla, por ti, porque quieres, porque quieres saber qué hubiese sido de vosotras no?!

- Sí... - Respondí abatida. - Pues entonces ya está... No sé.. Solo espera a ver si ella da algún paso y pues no sé... Podéis empezar como cualquier relación normal...

Karla Jauregui (CAMREN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora