Karla Jauregui (CAMREN)

Chica latina 1/3

- Mamii... Es Camila de verdad? - Preguntó Karla muy inocente.

- Sí mi amor... - Le respondí, ya que estaba algo en shock mi pequeña.

- Tú has sido mala conmigo Camila!! - Dijo Karla con el ceño fruncido y el rostro muy enfadado. - Y no quiero verte nunca más!! - Y se alejó unos pasitos hacía la puerta para girarse otra vez y añadir. - Que no me vuelvas a curar nunca más, lo entiendes?! TE ODIO... - Y se marchó de allí corriendo.

- Lo siento... - Me excusé y me marché corriendo tras Karla que estaba sentada en una de las sillas de fuera con unas gotitas de sangre en su mano que habían brotado de sus puntos de sutura.

- Me duele... Sniff... mamá... - Dijo Karla mientras lloraba.

- Ven aquí pequeña... - Le dije cogiéndola en brazos, y eso que ya casi era tan grande como yo. - No llores pequeña... - Saqué una toallita húmeda de mi bolso y le limpié la mano. - Mira... Escúchame... Iremos allí a la sala donde está Camila para que nos diga cómo cuidar esa herida para que no vuelva a sangrar, y que nos diga que debes tomar... Y después ya no la volveremos a ver si así lo deseas... está bien?

- Pero mami... - Volvió a llorar desconsoladamente. - Es que nosotras la queríamos mucho y ella a nosotras no... - Y ya no entendí nada más de lo que decía entre sollozos.

- Mi amor... Tranquilízate... - Y en realidad yo estaba muy rota por dentro, pero me aguantaba las ganas de llorar por mi pequeña. - Venga, vamos... Mamá hablará y enseguida nos iremos...

Fuimos hasta la consulta y entramos. Camila estaba en shock sentada en su mesa, y notaba como su semblante no sabía que emoción plasmar y le costaba tragar saliva.

- Le ha salido un poco de sangre al irse corriendo... - Dije para romper el silencio tan incómodo en la sala. - Es normal...?

Camila seguía congelada mirándome, mirándonos y entonces reaccionó.

- O no, noo... para nada... Oh, lo siento... deberé revisarle la herida... - Dijo con cierto miedo en el rostro.

- Está bien por ti pequeña? - Dije dirigiéndome a Karla que tenía su rostro escondido en el hueco de mi cuello. Y ella asintió.

- Ponla sobre la camilla sentada. - Y así lo hice mientras Camila le retiraba la tirita y miraba sus puntos mientras Karla lloraba en silencio. - Todo está bien... Solo que al salir corriendo y llorar un poco uno de los puntos se le ha estirado, y aún lo tiene muy reciente... - Limpió un par de lágrimas que rodaban por su rostro y me pequeña se apartó ligeramente de su caricia. - No debes llorar Karla... Es malo para la herida...

- Ya lo sé... Pero muchas cosas son malas en esta vida Camila... - Respondió mi hija, tan cortante como siempre.

- Deberé revisarla en una semana o así, ya que al ser tan pequeña hay que tener un seguimiento... - Añadió Camila.

- No creo que estamos aquí aún cuando tengas que revisarla... La llevaré a su pediatra en Nueva York, está bien?? - Pregunté.

- Sí, sí... está bien también... - Respondió Camila. - Entonces que se tome esto si le duele en algún momento, y que evite hacer muchas gesticulaciones con la cara... aunque sé que es difícil para ella...

- Está bien... Gracias. - Dije con una triste sonrisa cortés, y me levanté con mi hija en brazos y salimos de allí.